Aboubakar celebró así su gol a Brasil.DYLAN MARTINEZREUTERS
Los suplentes de la canarinha dominaron sin convicción a Camerún y acabaron perdiendo en el descuento. Los africanos tuvieron premio en su adiós.
La cara B de Brasil vino a reafirmar a Tite. Los habituales son mejores que los circunstanciales. Camerún, que ya olía a azufre antes del inicio, se va del Mundial con el consuelo de haber tumbado al pentacampeón. La selección de Song no tuvo el arrojo del desesperado en la primera mitad y cuando en la segunda fue al intercambio de golpes también quedó claro que aún está muy lejos de la segunda unidad de Brasil, pero en el descuento se llevó el partido y estropeó el pleno de los de Tite. El técnico brasileño acabó poniendo a suplentes de suplentes, maniobra diplomática muy útil en tiempos de paz, y no resultó. La cabeza de todos ya estaba en Corea.
Probablemente ninguno de los once que puso Tite en el cierre de la fase de grupos figuraría en el once inicial de Brasil en una hipotética final. También se puede morir de ahogamiento mientras se nada en la abundancia, pero no es frecuente. A la canarinha le sirvió el partido para refrescar a los impresicindibles y aumentar la moral del resto. Rodrygo, que está entre lo uno y lo otro, que pende del tobillo de Neymar, fue titular por primera vez con la selección. Hasta ahora, como en los comienzos del Madrid, solo había sido llamado para las maniobras de reanimación. Como funcionaron ante Suiza, se ganó una oportunidad desde el inicio y lo justificó.
Camerún hizo lo que pudo, pero llegaba colgando de un clavo ardiendo ante el peor enemigo posible y no dispone, precisamente, de la mejor plantilla de su historia.
Rodrygo y Martinelli
Brasil aplicó el dominio tranquilo de quien se sabe a salvo y se cubrió las espaldas. El fútbol ha dado tantas vueltas que ahí donde gobernaron Pelé, Zico o Ronaldinho se condecora a los defensas, se presume de no recibir disparos a puerta y se metaboliza jugar con un doble pivote. Una cierta desnaturalización del jogo bonito muy acorde con estos tiempos, donde crece la clase media y se extinguen los equipos de sangre azul.

Incluso al trantrán Brasil tuvo las mejores oportunidades de la primera mitad: un cabezazo de Martinelli salvado por Epassy, una media vuelta que se le fue arriba a Fred y un remate de Rodrygo al lateral de la red. Todo, con el ataque más joven desde los tiempos del primer Pelé.
Camerún necesitaba un partido loco y no lo fue. Song metió Aboubakar como titular por primera vez y le acompañó de tres mediapuntas. La ambición se quedó en la pizarra. La selección africana profundizó entre poco y nada y se defendió a tornillazos. Fue coleccionando tarjetas en la primera mitad, su único antídoto ante las arrancadas de un emprendedor Rodrygo y del velocísimo Martinelli. Un cabezazo de Mbeumo, que salvó Ederson, al borde del descanso, pasó a la historia como el primer remate a puerta que recibió Brasil en este Mundial.
Descamisado Aboubakar
La segunda mitad se acercó más a los pronósticos. Camerún expuso y se expuso más, y entonces sí abundaron las ocasiones. Más en el área Epassy, que en tres minutos hizo cuatro paradas, la de más mérito en remate cruzado de Martinelli. Al otro lado, Aboubakar cruzó en exceso su remate en posición ideal y Ederson paró sin dificultad un remate de Ntcham.

Con el paso el tiempo, Brasil aceleró en busca del pleno, éxito que nadie había conseguido en este Mundial, y Camerún fue perdiendo el ánimo y la esperanza. Fue la de Brasil, en cualquier caso, una acometida de bajo volumen, sin oportunidades claras, porque los titulares que entraron en la recta final se cuidaron para octavos, y en el descuento Aboubakar consoló a Camerún con un buen cabezazo. Se descamisó en el festejo y vio la segunda amarilla. Dio por bien empleada su expulsión
Cambios
Marquinhos (53', A. Telles), B. Guimarães (54', Fred), Éverton Ribeiro (54', Rodrygo), Pedro (63', Gabriel Jesus), Karl Toko-Ekambi (63', Bryan Mbeumo), Olivier Ntcham (67', Pierre Kunde), Raphinha (78', Antony), Jerome Ngom Mbekeli (85', Moumi Ngamaleu)
Goles
1-0, 91': Aboubakar
Tarjetas
Arbitro: Ismail Elfath
Arbitro VAR: Alejandro José Hernández Hernández, Juan Martínez Munuera
Nouhou Tolo (5',Amarilla) Eder Militao (6',Amarilla) Pierre Kunde (27',Amarilla) Collins Fai (31',Amarilla) Aboubakar (80',Amarilla) Bruno Guimarães (84',Amarilla) Aboubakar (92',Roja)
Son conduce a Corea a octavos
Los asiáticos vencen a Portugal con un gol en el minuto 91 de Hee Chan Hwang y pasan como segundos; Portugal mantiene el liderato y cae al cuadro de España
Suiza reina en la locura
Los helvéticos se citan con Portugal en octavos tras remontar a Serbia en una segunda parte de alta tensión.
Suiza sufrió pero ya está en octavos, donde le espera Portugal. El partido ante Serbia fue lo esperado, un duelo de alto voltaje. A pesar del trasfondo político, con cuentas pendientes del Mundial de Rusia, pero también con la tensión de tener en juego un billete para seguir con vida en Qatar, Doha vibró con un gran choque. En la primera parte, los ataques de ambos bandos lograron hasta dos goles cada uno. En la segunda, una genialidad suiza en la que participaron hasta cuatro jugadores, acabó con la sentencia de Freuler y el paso a la siguiente ronda.
Se esperaba emoción en el estadio 974, pero las expectativas se quedaron cortas. En el primer suspiro del partido, cuando todavía resonaba el pitido inicial, Suiza dio un doble aviso que salvó con nota el guardameta. Pero los serbios no se acongojaron y se animaron al intercambio de golpes. El letal Mitrovic, un depredador del gol cada vez que se viste la camiseta de su país, hizo la replica con un disparo desde fuera del área. El correcalles hacía presagiar cualquier cosa, hasta que en el minuto 20 fue Shaqiri el que se atrevió a descorchar el festival de goles. Lo hizo gracias a una asistencia de Sow cerca de la frontal del área, colando el disparo entre las piernas de la defensa. Solo tardó seis minutos en llegar el empate con un gran testarazo de Mitrovic, que esta vez no perdonaría ganándole la posición a Akanji.
Los serbios se vinieron arriba tanto que hasta su joven promesa se animaría lograr la remontada. Vlahovic, futbolista de la Juventus al que se le ha relacionado con los grandes clubes de España, recibió un buen pase dentro del área, haciéndose hueco y colando un disparo cruzado. Según pasaban los minutos, las entradas se endurecían y los malos gestos también. Y en medio del desorden Widmer colgaba un balón para un avispado Embolo, que se coló entre la línea defensiva rival para empujar un balón al fondo de la portería. Jarro de agua fría para los de Stojkovic, que a un minuto del descanso veían como les llegaba un empate que les dejaba fuera del Mundial.
Pero el mazazo a Serbia llegó en la reanudación.. Obra magistral de Suiza en el 48′. Embolo se puso a recortar en el área, sin más espacios decidió retrasar para Shaqiri, que colgó un balón al área para Vargas y a su vez rizó el rizo. Con un sutil toque de talón, dejaba a Freuler un disparo limpio para culminar la remontada. El partido fue descarrilando poco a poco. Los conatos de pelea se sucedían, Djuricic tenía que ser atendido por un pómulo roto en una disputa por el balón y el rifirrafe final que casi acaba en tangana monumental. Una imagen lamentable que acabó con el pase de los helvéticos a octavos.
Cambios
L. Jović (54', D. Vlahović), N. Gudelj (54', M. Veljković), N. Maksimović (67', S. Milinković-Savić), E. Fernandes (67', D. Sow), D. Zakaria (68', X. Shaqiri), N. Radonjić (77', A. Živković), F. Djuricić (77', D. Tadić), C. Fassnacht (82', R. Vargas), N. Okafor (95', B. Embolo)
Goles
0-1, 19': Shaqiri, 1-1, 25': Mitrovic, 2-1, 34': Dusan Vlahovic, 2-2, 43': Embolo, 2-3, 47': Freuler
Tarjetas
Arbitro: Fernando Rapallini
Arbitro VAR: Mauro Vigliano, Julio Bascuñán
Widmer (14',Amarilla) Ruben Vargas (33',Amarilla) Milinkovic-Savic (46',Amarilla) Strahinja Pavlović (55',Amarilla) Predrag Rajkovic (65',Amarilla) Gudelj (80',Amarilla) Mitrovic (81',Amarilla) Xhaka (94',Amarilla) Nikola Milenkovic (94',Amarilla) Schar (98',Amarilla) Sasa Lukic (99',Amarilla)
Uruguay se ahoga en la orilla
El equipo charrúa reaccionó demasiado tarde en el Mundial. Tras la victoria de Corea ante Portugal, le faltó un gol ante Ghana para pasar a octavos.
Dos días consecutivos con el éxtasis y la tragedia rondando por los estadios de Qatar. Dos grupos resueltos en una ruleta rusa apasionante, el anticipo de lo que viene con las eliminatorias. Uruguay y Ghana se citaban doce años después del episodio dramático de Sudáfrica para continuar con viejas cuentas. Y tras instantes en que los africanos se veían en la siguiente fase, los charrúas les quitaron el caramelo y lo chuperretearon a base de bien en su boca. Se pusieron con 0-2, era el billete a octavos. Eso sí, contaban con que Portugal hiciera su trabajo. Quizás se confiaron en exceso, porque estamos en el Mundial de la revolución asiática. Japón dio un golpe en la mesa ayer dentro del grupo de España y esta vez, Corea del Sur aplicó la misma medicina en el H. Dio un giro de 360 grados a la situación. Uruguay fue muy cutre en las dos jornadas previas y cuando quiso ponerse osada, ya era demasiado tarde. Un fracaso de época. No le bastó el triunfo. Ni con reencontrarse al fin consigo misma. Estaba ante su enésima prueba de vida y se esmeró por agarrarla con uñas y dientes. Su falta de ambición en las jornadas previas merecía un castigo, pero ¿tan desgarrador?
Total, que el 2-1 coreano, en el descuento de su partido ante los portugueses, llegó en el instante en el que corría el minuto 85 en el Ghana-Uruguay. Fue un momento devastador que no se lo desearía nadie a su peor enemigo. Apabullante secuencia de acontecimientos, una catarata de sensaciones indescriptibles. Diego Alonso había sacado del verde a parte de la artillería, para proteger el 2-0, y tras el zarpazo coreano, les hacía falta un gol para recuperar el billete de los cruces. Peor lo tenía Ghana, que precisaba dos tantos, el empate, para alcanzar ese anhelo. Luis Suárez descansaba en el banquillo con el rostro cubierto por la camiseta. Se olía el batacazo histórico. Una leyenda así, a un gol de ser el máximo anotador histórico charrúa, en poder de Míguez, no se merecía semejante broche. Con 35 años, no tenía consuelo. Y el resto se veía impotente ante una pared llamada Ati Zigi, el meta de los ‘Black Stars’ que negó todos los disparos del tramo final. Cavani fue muy astuto en una carrera y se frenó para meterse entre su defensor y tratar de provocar penalti. Un disparo lejano de Maxi Gómez y una falta lanzada `por De la Cruz fueron las últimas intentonas. Ni por esas. Corea del Sur veía en una pantalla el desenlace rezando por el pase. Luego permanecían en una hilera, abrazados. Las escenas de desconsuelo y la bronca de una Uruguay impotente comiéndose al árbitro se entrelazaban con la fiesta asiática. Ponían el colofón a un partido que se recordará en la eternidad de los Mundiales.
cada cuatro años se destapan historias de estas donde conviven la apoteosis y el naufragio. Las lágrimas suelen ser denominador común entre las selecciones africanas, pero esta vez se compartieron con los sudamericanos. Ghana y Uruguay son las capitales de la tristeza. Un amargo capricho del destino devolvió a los ‘Blacks Stars’ a 2010, cuando en cuartos de final, un penalti en el último minuto de la prórroga provocado por Suárez al despejar con la mano un tanto cantado no pudo ser convertido fallado Gyan y ese error condujo a la tanda de penaltis, donde los celestes salieron triunfantes. En un instante señalado de traza similar, André Ayew se encontró ante Rochet en el 18′. Pero rebobinemos lo que pasó previamente, que es importante. Dos minutos antes, Jordan Ayew disparó desde la frontal del área y su hermano André estaba por medio, en la trayectoria. El VAR describió que no había fuera de fuego por el talón de un defensa. Rochet la paró de mala manera y dejó el cuero muy franco para quien llegara. Apareció el omnipresente Kudus y el meta charrúa lo derribó de forma clara. Lo certificó por si acaso el alemán Siebert en la pantalla a pie de campo. Más tarde se obvió un posible penalti sobre Darwin Núñez, pero el defensa rozó el balón antes de derribarle.
Todas esas acciones concatenadas conducían inexorablemente al punto fatídico. Como en 2010. El destino a veces reserva estos giros diabólicos. Las piernas de André Ayew, el único superviviente de hace 12 años, temblaron a la hora de lanzar y envió el cuero a las manos del portero. Posiblemente ese fue el último aliento de Ghana, que bien es verdad que en la segunda parte mejoró sin los Ayew y con Semenyo y Sulemana. Addo apenas ha apreciado las virtudes de Iñaki Williams, nunca han jugado para él, y la presencia del punta del Athletic en Qatar ha sido fantasmagórica. Los representantes africanos suelen ser desorganizados e inocentes, una bendición en tiempos tan agarrotados y tácticos, pero también una garantía de ruina cuando hay algo potente en juego. Atacaban con siete y defendían con tres. Kudus es un jugadorazo y su clase impulsó al equipo hasta cerca de los octavos de final. Va a volar del Ajax muy pronto.
Uruguay dominó el juego y empezó a triangular de una forma insultante. Diego Alonso al fin se despojó de los miedos. Sin margen para la prudencia, sin espacio para el temor, liberado de los complejos, su equipo mudó el temblor y los defensas apilados por bravos atacantes. Al fin era ese equipo que nunca desiste. Pero había estado en huelga demasiado tiempo anteriormente. Y merecía un escarmiento. Emergió De Arrasqueta, un jugador de enorme calibre que imparte magisterio en el Flamengo brasileño y, de hecho, es el mejor ‘10′ del campeonato carioca,. Ha sido infrautilizado hasta este instante. Impuso sus goles y su pegada con la naturalidad de un conjunto desatado, para hacer un bello doblete tras un par de combinaciones corales. Nadie en el bando sudamericano lo veía en la mano, porque siempre estuvo en el filo en el otro duelo que también le afectaba. Necesitaba un gol más Uruguay para no mirar de reojo. El 1-1 Corea le mantenía en vilo, y el 2-1 desató la congoja.
La selección de Uruguay se despidió del Mundial, eliminada en la fase de grupos veinte años después -también cayó en esta ronda en Japón y Corea 2002- y por cuarta vez en su historia en el torneo de los torneos, porque también le ocurrió en Chile 1962 y en Alemania 1974, pese a su triunfo de este viernes contra Ghana en la última jornada de la actual edición de la competición intercontinental. Venganza de Ghana con respecto a Sudáfrica, pero fue una revancha desde la amargura propia. El todo o nada final les tenía deparado a los charrúas un saco vacío de fortuna. Y lleno de lágrimas. Por ambos lados, pero más incesantes por el bando celeste.
Cambios
M. Vecino (33', R. Bentancur), O. Bukari (45', A. Ayew), K. Sulemana (45', J. Ayew), N. De La Cruz (65', F. Pellistri), E. Cavani (65', L. Suárez), A. Semenyo (71', I. Williams), D. Kyereh (71', S. Abdul Samed), M. Gómez (79', D. Núñez), A. Canobbio (79', De Arrascaeta), I. Abdul Fatawu (97', M. Kudus)
Goles
0-1, 25': De Arrascaeta, 0-2, 31': De Arrascaeta
Tarjetas
Arbitro: Daniel Siebert
Arbitro VAR: Bastian Dankert, Pol van Boekel
Darwin Núñez (18',Amarilla) Luis Suárez (59',Amarilla) Kamal Deen Sulemana (85',Amarilla) Sebastián Coates (86',Amarilla) Alidu Seidu (98',Amarilla) Giménez (100',Amarilla) Cavani (100',Amarilla)
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