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sábado, 1 de febrero de 2025

NATIONAL GEOGRAPHIC 189 (NATIONAL PRESENT) (¿Cómo ser un buen espía? Estos 7 personajes históricos nos dan una lección)

 

 

 

Ya estoy aquí con otra sesión de (NATIONAL PRESENT)de la sección de NATIONAL GEOGRAPHIC.


Esta semana toca hablar ¿Cómo ser un buen espía? Estos 7 personajes históricos nos dan una lección . Esta semana algo diferente pero que puede ser curioso toca saber. Como puedes ser un buen espía y que personajes importantes han sido espías en su historia. Vamos a conocer sus historias y porque han sido importantes.

 

Pues no me enrollo más y vamos al grano.

 

La información es poder

 


Josephine Baker aprovechó su talento y posición social para extraer información de las élites.

Cordon Press

 

El espionaje es un oficio tan arriesgado como emocionante, para el que muy pocas personas valen: en esta lista te mostramos a aquellos valientes que lograron dedicarse a ello, y las estrategias que utilizaron.

 

Si hay un aforismo que justifica el espionaje como parte de la estrategia en un conflicto bélico, esa es la que dice que "en la guerra y en el amor, todo vale". Así se ha demostrado en numerosas épocas de la historia, y es que desde el Imperio romano —con los llamados frumentarii— hasta los siglos XX y XXI han existido personajes cuyo trabajo fue extraer información secreta para luego ofrecerla, a cambio de remuneración, al servicio de inteligencia de un país u organización.

Lo cierto es que, de niños (o de adultos, en casos como el de Ian Fleming, creador de James Bond), prácticamente todos hemos soñado con ser espías, y culpa de ello tienen productos culturales como el ya mencionado, McGyver o incluso Perry el Ornitorrinco. Así, la idea de tener una doble vida es algo que llama la atención de muchos, pero que, a la hora de la verdad, pocos han logrado. 

¿Quiénes han sido, fuera de la pantalla, los que se atrevieron a ello? La lista de personajes no es extensa, pero sí alberga perfiles variados: en esta hay hombres y mujeres de distintas épocas, regiones del mundo y profesiones que, por diferentes intereses o convicciones, se embarcaron en la aventura de ser espías. A través de sus historias, pues, nos enseñan las claves de un oficio tan arriesgado como emocionante.

 

1. Ser el dueño de la información, la lección de fouché

Joseph Fouché es uno de los hombres más intrigantes en la historia del espionaje. Ministro de Policía durante la época napoleónica, no solo fue leal a Bonaparte, sino también un maestro en el arte de la duplicidad. Tal y como te contamos en este artículo, organizó una red de informantes que le permitió controlar a los enemigos internos y anticipar movimientos en el gobierno.

Su habilidad para el espionaje y la manipulación política fue tan destacada que incluso se mantuvo en el poder después de la caída de Napoleón, algo que le obligó a adaptarse a los nuevos regímenes. Así, su historia nos enseña que la información es poder, y que adelantarse a los acontecimientos puede marcar la diferencia.

 

2. Pasar desapercibida, la estrategia de "la Pola"

Policarpa Salavarrieta, conocida como "La Pola", fue una heroína de la independencia de Colombia que utilizó su inteligencia para infiltrarse en las filas realistas y obtener información que transmitía a los compatriotas. Se trató de una experta en la discreción, y es que su profesión era cuanto menos inadvertida por las élites de la época: trabajaba como costurera.

Este oficio le permitió estar cerca de figuras clave del poder español y escuchar conversaciones privadas. Su valentía, sin embargo, le costó la vida en 1817, pero dejó un legado que la convirtió en símbolo nacional. En el arte del espionaje, su figura muestra que nunca se debe subestimar la capacidad para pasar desapercibido en lugares estratégicos. 

3. Tener carisma, la gran habilidad de Mata Hari

Mata Hari, cuyo verdadero nombre era Margharetha Geertruida Zelle, es quizás la espía más famosa de la historia. Esta bailarina y cortesana neerlandesa fue acusada de ser agente doble durante la Primera Guerra Mundial, al sospecharse que trabajaba tanto para Francia como para Alemania. 

Su figura, envuelta en un halo de misterio y sensualidad —algo que la ha consagrado como la femme fatale por excelencia—, la llevó a ser condenada y ejecutada en 1917. No obstante, los historiadores aún debaten si realmente ejerció como espía o si fue víctima de una campaña de desprestigio

 

mata hari

 

Mata Hari (1876-1917)

Cordon Press

 

En cualquier caso, no puede negarse que, mito o realidad, su trayectoria en el espionaje nos enseña que el carisma puede ser un arma poderosa, pero también peligrosa.

 

4. Ser creativo, el secreto de Sidney Reilly

Considerado el "as de espías", Sidney Reilly (o Sydney, según otras fuentes) trabajó para el Servicio Secreto británico en los primeros años del siglo XX. Debido a su gran conocimiento del Imperio ruso —y es que nació en la actual Odessa, Ucrania—, su misión fue infiltrarse en Rusia durante la Revolución Bolchevique, donde conspiró para derrocar al régimen de Lenin.

 

Sidney Reilly.

 

Sidney Reilly.

Cordon Press
 

Aunque sus planes fracasaron y acabó siendo capturado, su astucia e ingenio lo convirtieron en una leyenda del espionaje. De hecho, la característica que le permitió sobrevivir moviéndose en terrenos hostiles fue su enorme creatividad

 

5. Creerse las propias mentiras, la clave del éxito de "Garbo"

Quizás no sea el espía más famoso de la historia, pero sí el que tuvo el papel más decisivo en la misión para la que fue contratado. Joan Pujol, conocido como "Garbo", fue un maestro del engaño durante la Segunda Guerra Mundial: se comprometió con los británicos hasta tal punto que convenció a los nazis de que el desembarco de Normandía no era más que una distracción, lo que les llevó a desviar sus tropas hacia otras zonas.

Su habilidad para construir una red falsa de espías y alimentar a los alemanes con información errónea le valió, sorprendentemente, la condecoración de ambos bandos. Así, Pujol demostró al mundo que la estrategia no siempre consiste en obtener información, sino en controlar la narrativa. O más bien, recordar bien las propias mentiras.

 

6. Confiar en el plan, la apuesta de Isser Harel

Isser Harel fue el director del Mosad, la agencia de inteligencia israelí, durante los primeros años de esta organización. De él se dice que ni su mujer era consciente de a qué se dedicaba. Sin embargo, ahora se sabe que su operación más famosa fue la captura de Adolf Eichmann, uno de los principales arquitectos del Holocausto, en Argentina en 1960.

Bajo su liderazgo, el Mosad se convirtió en una de las agencias de inteligencia más efectivas del mundo. Aunque ahora las misiones que esta emprende son distintas, en términos de espionaje, el personaje en cuestión nos enseña que la planificación meticulosa y la paciencia son esenciales para lograr objetivos de alto riesgo.

 

7. usar bien el talento, la baza de Josephine Baker

Pocos conocen la faceta de Josephine Baker como espía: la famosa bailarina y cantante estadounidense no solo conquistó los escenarios de París, sino que también trabajó como agente para la Resistencia Francesa durante la Segunda Guerra Mundial. De hecho, aprovechó su talento, su posición social y su acceso a las élites para recopilar información y ocultar mensajes secretos en sus partituras musicales. 

Como el resto de espías de la lista, Baker arriesgó su vida por la libertad. El esfuerzo, eso sí, le valió la condecoración por el gobierno francés después del conflicto. Y no solo eso: en 2021, cuando ya hacía 46 años de su muerte, su cuerpo fue trasladado al Panteón de París, convirtiéndose en la primera mujer negra en recibir este reconocimiento.

 

 

TODA LA INFORMACIÓN LO HE 

ENCONTRADO EN LA PÁGINA 

OFICIAL DE NATIONAL GEOGRAPHIC


 





 Pirata Oscar 

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