Ya estoy aquí con otra sesión de (NATIONAL PRESENT)de la sección de NATIONAL GEOGRAPHIC.
Esta semana toca hablar El antes y el después de la Alhambra, joya nazarí y guardiana de Granada . Toca profundizar mas sobre este gran monumento español que es parte de la historia de España y porque ha llegado tan lejos. Vamos a conocer más parte de su historia se viene algo muy interesante de leer.
Pues no me enrollo más y vamos al grano.
La Alhambra, el Generalife y el barrio del Albaicín son Patrimonio Mundial de la Unesco.
Palacio y fortaleza
Construida en un punto estratégico, la colina de Sabika, este complejo arquitectónico es testimonio de la historia de Granada: desde su fundación por los musulmanes en el siglo XIII hasta la actualidad.
Una postal caracteriza indudablemente a Granada: la de un atardecer reflejado en la altísima fachada de la Alhambra, que se ve decorada, en su fondo, por la belleza de la Sierra Nevada. La mano del hombre y la majestuosidad de la naturaleza en un mismo encuadre captado cada año por los ojos y las cámaras de más de 2,5 millones de personas.
Este palacio nazarí, cuya construcción comenzó en el siglo XIII, es mucho más que una joya arquitectónica: representa el apogeo y la decadencia de una civilización, el diálogo entre culturas y el paso del tiempo sobre la colina de Sabika. Pero antes de que la Alhambra alzara sus muros de color rojizo, el lugar había sido un punto estratégico en la historia de la ciudad.
Los romanos, de hecho, ya identificaron la posición privilegiada del terreno, y sobre él levantaron una pequeña fortificación. Más tarde, con la llegada de los visigodos y posteriormente de los musulmanes en el siglo VIII, la colina se convirtió en un bastión defensivo. ¿Cómo ha evolucionado su legado hasta convertirse en el emblema que conocemos hoy?
La Alhambra, un símbolo del poder de la corte nazarí
Fue en el año 1238 cuando el primer emir de la dinastía nazarí, Muhammad I ibn Nasr, otorgó al lugar la importancia monumental que hoy conocemos. En un contexto de fragmentación política, este personaje clave en la historia de Granada inició la construcción de una residencia-palacio que simbolizara el poder de su dinastía y protegiera su reino, que enfrentaba la creciente presión de los reinos cristianos.
La Alhambra en 1893.
El complejo, que se extiende por 740 metros de largo y 220 de ancho, alcanzó su máximo esplendor durante los siglos XIII y XIV, bajo los reinados de Yusuf I y Muhammad V. En este periodo, se consolidó como una obra arquitectónica único, con palacios y jardines que combinaban funcionalidad, estética y espiritualidad, tal y como te contamos en este fantástico episodio de Curiosidades de la Historia.
Y en este sentido, quizá el Patio de los Leones sea su rincón más emblemático y conocido: con su fuente central sostenida por figuras de mármol, simboliza la sofisticación del arte nazarí, que se caracteriza por la conjunción de la geometría, los motivos vegetales y la caligrafía árabe en un entorno que buscaba evocar el paraíso islámico. No obstante, la Alhambra no era solo un lugar de belleza, sino también una fortaleza: sus torres se levantaban como guardianas del reino, y su posición estratégica permitía vigilar la ciudad desde todos los ángulos.
Grabado de la Alhambra vista desde el Albaicín, 1907.
De 1492 a hoy: un palacio testigo de la historia de España
La caída del Reino Nazarí de Granada en 1492 marcó un punto de inflexión en el pasado de la Alhambra. Con la llegada de los Reyes Católicos, el edificio se transformó: por ejemplo, la Cruz sustituyó al Islam, y algunas estructuras originales fueron modificadas para adaptarse a las necesidades cristianas. Más tarde, el rey Carlos V ordenó construir un palacio renacentista en su centro, un gesto que en el momento fue percibido como una ruptura total con la armonía del diseño nazarí.
Sin embargo, lo más sorprendente de la historia de la Alhambra es que tal obra cayera en el olvido y el abandono entre los siglos XVII y XIX: sirvió como cuartel militar y sus muros sufrieron los estragos del tiempo, saqueos y falta de mantenimiento. No fue hasta el Romanticismo cuando la fascinación por el pasado árabe de España llevó a su redescubrimiento y al inicio de su proceso de recuperación.
Hoy, la conservación de la Alhambra sigue siendo un desafío monumental, pero también una responsabilidad compartida entre quienes la visitan y la estudian. Y es que, m��s allá de su valor arquitectónico, es un testimonio vivo de la convivencia, el conflicto y la riqueza de las civilizaciones que la habitaron.
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Pirata Oscar
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