Natación Artística | Singapur 2025
Sexta medalla de España, ahora en un dúo técnico mixto que acaba con tres dieces, a tan solo 2,7 puntos de la Rusia del pionero Maltsev y que se desquita del cuarto puesto en Doha 2024.
En este combinado español de la virtuosa impresión artística, de la armonía coral y del empuje masculino, no podía en modo alguno faltar una medalla mixta. Ya lo fue en realidad el bronce del equipo libre, con la presencia histórica de Dennis González. Pero faltaban los dúos. Llegará el viernes el que conforma el catalán con Iris Tió, pero antes, este miércoles, Dennis se zambullía con Mireia Hernández, su habitual ‘partenaire’ toda vez que ya se retiró Emma García, con quien logró la plata en Fukuoka 2023. Y en la final del dúo técnico mixto sumaron la sexta medalla de la natación artística española en los Mundiales de Singapur 2025, tercera en el caso de Dennis y segunda para Mireia. Y con tres dieces en el segundo de los elementos.
Como quiera que se trataba de una final directa, y al regresar Rusia en estos Mundiales a la competición internacional -como neutrales, eso sí- y no disponer por tanto de ránking, fue su pareja la que abrió el concurso, cuando en condiciones normales podría haberlo cerrado tranquilamente. Porque su rutina estaba a una altura excelentísima. No era para menos, pues junto a Mayya Gurbanberdieva saltaba al agua Aleksandr Maltsev, que no solo viene de lograr los oros en solo libre y técnico en Singapur, sino que a sus 30 años se trata del regreso de un pionero, plata en esta disciplina en Kazán 2015 -la primera vez que se nadó- y en Budapest 2017, y oro en Gwangju 2019, los últimos campeonatos del mundo antes del veto a su país por la invasión de Ucrania. Sus 233.2100 los mantuvieron en el sofá de los campeones de principio a fin.
Se situaron a su zaga los italianos Filippo Pelati y la veterana Lucrezia Ruggiero (228.0275), y también los británicos Isabelle Thorpe y Ranjuo Tomblin (228.0275), quienes presentaban la dificultad más alta de los 14 dúos participantes. Aunque la sorpresa la dieron los chinos, Sitong Guo y Muye Guo, quienes sorprendentemente quedaron muy descabalgados, con solo 216.5234 puntos y decididamente fuera del podio, fruto de una pobre impresión artística, y eso que venían de proclamarse subcampeones de la Superfinal de la Copa del Mundo, en junio, tan solo por detrás entonces de España.
Y llegó el turno precisamente de los españoles. Con el aval de haberse proclamado ya campeones de Europa y de la Superfinal de la Copa del Mundo, en la piscina del World Aquatics Championships Arena impusieron Mireia y Dennis la enorme marcha de España en este campeonato sobre la espina que ambos se clavaron en los Mundiales de Doha 2024, cuando quedaron cuartos por un error de ejecución después de que Mireia tuviera que reemplazar de urgencia a Emma por una lesión.
Y con un brillante ritmo de hip-hop que anteriormente habían utilizado como rutina libre, hicieron valer una vez más su inmensa creatividad, cumpliendo además a rajatabla con los elementos, a solo un punto de la pareja rusa, con una valoración de 230.4634 que les valía el segundo puesto provisional, por delante ya de Italia y de Gran Bretaña, a falta de los dos últimos dúos participantes. Lo aplaudían Gemma Mengual y Anna Vega, las entrenadoras, y también la madre de Dennis como espectadora en Singapur.
El discreto papel de Joana Jiménez y Diego Villalobos con México, con 218.8959, aseguraba la medalla a Mireia y Dennis. Pero todavía faltaba el color, el metal, y para eso debía cerrar la competición el dúo kazajo, campeón del mundo en Doha 2024. Con un eléctrico tango a la guitarra española concursaron Nargiza Bolatova y Eduard Kim, si bien cometieron un ‘base mark’ que les relegó a la séptima posición (199.8050). O lo que es lo mismo: confirmó la plata de España, a tan solo 2,7 puntos de Rusia.
“Una plata que sabe a oro”
“Estábamos trabajando por esa perfección”, aseguraba Dennis González con la medalla de plata colgada alrededor del cuello. “Lo hemos dado todo y así hemos sacado nuestra mejor versión, con tres dieces en el segundo salto”, señalaba. Y a su lado, asentía una Mireia Hernández que se explayaba: “Ha sido muy emocionante. Nos hemos tirado al agua con las ideas muy claras y con el único objetivo de disfrutar. Cuando esto sucede, la magia sale y todo fluye mucho más. Usamos mucha cabeza en las partes de técnica pero también mucho corazón para regalarle a todo el mundo”.
También las entrenadoras se explicaban a través de la RFEN. Gemma Mengual consideró que “lo han hecho espectacular, han conseguido lo que les pedimos, que nadaran con pasión, que disfrutaran de la competición”. “Creo que el oro no era imposible, aunque Rusia siempre es un rival muy duro y técnicamente son un dúo muy potente. Menos de una plata no la compraba”, manifestó.
“Ha estado muy cerca, qué penita”, exclamaba Anna Vega, aunque “una plata sabe a oro. Después de mucho tiempo sin ver a Rusia, no esperábamos nada, y podíamos soñar con quedar primeros del mundo, aunque esta plata es fantástica”. “Antes de salir a competir les hemos pedido que potenciaran sus cosas buenas. Es un dúo muy bueno interpretando la música dentro del agua y lo han bordado”, culminó.
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