La esperada colaboración entre Quentin Tarantino y David Fincher ha comenzado su rodaje estos días con vistas a un estreno en algún momento del 2026.
Con un título que llama poco al engaño como es The Continuing Adventures of Cliff Booth, esta secuela es en realidad una suerte de spin off del personaje que interpretó Pitt en Érase una vez en Hollywood, y se llevará a cabo bajo el auspicio de Netflix, actual casa del realizador de El club de la lucha, que se encargará de dar vida al guion de Tarantino. El rodaje ha dado comienzo estos días en Los Ángeles, inaugurando una expectación solo a la altura de La Odisea de Nolan.
No es para menos, ya que la película supondrá la reunión de dos de los grandes cineastas del cine norteamericano contemporáneo, que han decidido sumar fuerzas en una cinta que expandirá el universo de su predecesora y que en un principio parecía una elaborada broma de internet. Ver a dos figuras tan respetadas, y al mismo tiempo tan opuestas, embarcadas en el mismo proyecto hizo que más de un cinéfilo tuviera que pellizcarse dos veces después de haber constatado que, efectivamente, aquello iba muy pero que muy en serio.
Ciertos ecos de esa sensación resuenan todavía cuando echamos un vistazo a las primeras imágenes que nos llegan del set de rodaje de la secuela de la anterior película de Tarantino, la que ocupa el noveno lugar entre los títulos de su corta filmografía. Pitt regresa como Cliff Booth en una nueva historia, que tendrá lugar siete años después de los hechos narrados en la película de 2019, que contó con la presencia de figuras como Leonardo DiCaprio, Margot Robbie y Al Pacino.
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Brad Pitt regresa como Cliff Booth en la próxima película
"Las continuas aventuras de Cliff Booth".
¿Pensamientos honestos?
Si bien el de Knoxville no ha vuelto a ponerse tras las cámaras desde entonces, y pese a que no se cansa de decir a quien esté dispuesto a escucharle que la siguiente película sería la última de todas, no ha dejado de escribir en todo este tiempo, sacando a la luz una novela de la película y un libro sobre cine, y anunciando por si fuera poco que este mismo año pretende adentrarse en el mundo del teatro.
Entre tanto golpear teclas no es extraño que el también guionista haya querido desarrollar un poco más el personaje que casi consigue arrebatarle el protagonismo al Rick Dalton que encarnó DiCaprio. Entrañable y turbio a partes iguales, y con un pasado que quizás es mejor no desempolvar, el personaje de Booth estaba a caballo entre el guardaespaldas, el chófer y el hombre para todo, el leal escudero del protagonista de la función. Sin embargo, lejos de volver al pasado, parece que conoceremos más sobre él adelantándonos a los gloriosos años setenta.
"Debería ser divertidísimo"
"Esto es algo que Quentin escribió. No es realmente una secuela, sino un episodio del personaje de Érase una vez en Hollywood, pero entonces decidió que no quería dirigirlo en ese momento. Así que nuestro amigo en común, David Fincher, se encargó de hacerlo. Lo estamos haciendo para Netflix y empezamos a rodar en julio. Debería ser divertidísimo". Si tenemos en cuenta la predilección que siente Tarantino por contar historias sin atarse a estructuras formateadas, aquí puede ocurrir cualquier cosa.
Todo apunta, no obstante, a que el proyecto es en realidad una evolución del guion descartado de The Movie Critic, que durante un tiempo se vendió como la obra que daría carpetazo a la carrera de Tarantino y que aquí puede servir de excusa perfecta para zambullirse en otra década marcada es ascenso del nuevo Hollywood y, por qué no decirlo, la huida de Polanski, parte fundamental de la primera parte.
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Pirata Oscar
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