Esta semana en GASTRONOMÍA vamos con consejos para conseguir la mejor miel 5 cosas que tienes que tener en cuenta para comprar miel de calidad: todo lo que debes encontrar en la etiqueta (y lo que no).
Para esta semana creo que traigo un artículo muy interesante y saber mejor reconocer la mejor miel para consumir.
- Para encontrar una miel de calidad que se adapte a nuestras exigencias, lo más importante es fijarnos bien en la etiqueta.
Hay mieles y mieles, y elegir la más adecuada para obtener todos sus beneficios nutricionales no es tarea fácil. España es el país con mayor número de colmenas censadas en la Unión Europea. Aunque en este país se produce suficiente miel como para permitir el autoabastecimiento, el 85% de la miel que se consume en España proviene del extranjero.
Si buscas una miel con sabor, natural y quieres apostar por el producto de cercanía, hay algunos trucos para identificar la miel española y de calidad. La iniciativa ¿Quién es el jefe? La marca de los consumidores, ha reunido algunas de las claves para encontrar en nuestro supermercado la mejor miel para nuestra salud y para nuestro entorno.
1. Fíjate en su procedencia
Cuando adquirimos un producto, una de las primeras cosas que debemos hacer es intentar descubrir el lugar del que procede, de modo que averigüemos si es un producto de cercanía y conozcamos mejor su calidad.
A la hora de comprar un bote de miel, busca etiquetas que indiquen claramente el origen de la miel (España, Extremadura, Toledo, Tiedra, etc.) y que lleven una etiqueta (DOP, ETG, IGP, ecológica) o las palabras "cosechada y envasada por el apicultor".
En España existen cinco mieles reconocidas con la etiqueta de Denominación de Origen Protegida. Estas son la D.O.P. de la miel de Granada, la miel de La Alcarria, la miel de Liébana, la miel de Tenerife y la denominación de origen de la miel de Villuercas-Ibor.
2. Elige miel cruda
Durante el proceso de pasteurización, las altas temperaturas destruyen las enzimas y las vitaminas que se encuentran en la miel. La miel cruda no ha sido manipulada, calentada ni procesada, así que mantendrá los beneficios que este 'oro líquido' contiene de forma natural. Así que fíjate en la etiqueta del tarro y busca descripciones como "cruda", "sin pasteurizar" o "mínimamente filtrada".
3. Busca mieles monoflorales
Una de las principales ventajas de la miel es que ofrece los beneficios de la variedad de flor de la que está hecha. Sin embargo, cuando un tarro de miel contiene múltiples variedades de flores, ninguna de ellas puede revelar realmente todos sus beneficios.
Además, en función de su origen floral, cada miel ofrece una textura, un color y un sabor únicos que merecen ser degustados tal cual, sin diluirse con decenas de otras mieles. Por eso, es aconsejable optar por las llamadas mieles monoflorales, es decir, las elaboradas con al menos el 80% de una sola variedad floral.
4. Elige la miel según las plantas utilizadas en su composición
Según las plantas que se hayan utilizado a la hora de su composición, cada miel tendrá poderes terapéuticos diferentes. Por ejemplo, la miel de castaño se recomienda para la prevención de enfermedades cardiovasculares. Otras, como la miel de lavanda, son conocidas por su acción antiséptica y curativa, mientras que algunas como la de tomillo pueden ayudar a paliar malestares como la tos o el asma. Por su parte, la miel de abeto ayuda a combatir infecciones respiratorias y problemas renales.
Así pues, las virtudes de la miel según su composición es un factor muy interesante a tener en cuenta a la hora de elegirla. Averigua qué plantas están indicadas para aliviar los síntomas que padeces (digestión, sueño, circulación sanguínea, dolores de cabeza, etc.) y elige una miel de esta planta, ¡si es que tiene miel!
5. Si puedes elegir, busca un envase de vidrio
Los dos factores que condicionan la conservación de la miel son la humedad relativa y la temperatura. Este producto debe conservarse a una temperatura de 20º y una humedad no superior al 60%. El vidrio protege mejor a la miel de la humedad, no se oxida, aguanta mejor los cambios de temperatura y, gracias a su cierre hermético, la protege de la visita de insectos. Además, el vidrio es 100% reciclable y se puede reutilizar tantas veces como se quiera sin perder calidad.
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