Empiezo algo nuevo que espero que sea interesante para la gente que me quiera leer.
Se me ocurrió la idea de hacer un blog nuevo, donde comentar aspectos de un lugar que es parte de mi vida. Que no se quede en el olvido. Con el tiempo le he añadido información de mi población y otras ciudades cercanas.
Cine, televisión, música y actualidad también tienen cabida en este espacio.
Seguro que de aquí saldrá algo bueno, en este pequeño rincón que abierto con toda mi ilusión.
NATIONAL GEOGRAPHIC 114 (NATIONAL PRESENT) (Con ella llegó el escándalo: La maja desnuda de Goya)
Ya estoy aquí con otra sesión de (NATIONAL PRESENT)de la sección de NATIONAL GEOGRAPHIC.
Esta semana toca hablar "Con ella llegó el escándalo: La maja desnuda de Goya".Vamos hablar en general sobre el cuadro tan famoso de Goya que es "LA MAJA DESNUDA". más aspectos generales como se hizo,su historia y otras cosas.
Pues no me enrollo más y vamos al grano.
Obra de arte obscena
Con ella llegó el escándalo: La maja desnuda de Goya
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Ficha técnica
La maja desnuda
Autor: Francisco de Goya
Técnica: Óleo sobre lienzo (97 x 190 cm)
Fecha de creación: Hacia 1795
Ubicación: Museo del Prado, Madrid
La maja desnuda es una de las pinturas icónicas del Museo del
Prado. Encargada por Manuel Godoy, a la sazón primer ministro de Carlos
IV, a su incuestionable valor artístico se une una historia y un halo de
misterio que hacen de ella una de las obras más conocidas de Francisco
de Goya. El óleo permaneció en el gabinete privado de desnudos de Godoy a
la vista de unos pocos elegidos y más adelante fue secuestrado durante
casi 100 años por la inquisición por su temática "pornográfica"Toda esta "oscuridad" entorno a La maja desnuda
ha llevado a la formulación de hipótesis sobre quién es su
protagonista, hasta llegar a identificarla con la mismísima duquesa de
Alba, a quien se le atribuía un tórrido romance con el pintor. Certezas,
incógnitas y leyendas que han acompañado a esta pintura los últimos dos
siglos.
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Dos majas
La maja desnuda tiene una versión "recatada": La maja vestida. Mide
a penas un par de centímetros cuadrados menos que su hermana menor, 94 x
188 cm, y fue pintada varios años más tarde, no se sabe exactamente
cuándo. En 1808, ambas estaban colgadas de las paredes del gabinete
reservado de Godoy. De la misma manera, en la actualidad, están
expuestas en el Museo del Prado, donde se exhiben desde 1901.
Alamy Stock Photo / Cordon Press 2 / 13
Tiempos convulsos
A finales del siglo XVIII e inicios del XIX, la corte española era un
vodevil. Desde 1788 ocupaba el trono Carlos IV, un rey bonachón e
indeciso. Los distintos ministros estaban enfrentados sobre las
políticas a seguir y el propio hijo del monarca, el futuro Fernando VII,
conspiraba contra su padre para hacerse con el trono. Por si fuera
poco, el triunfo de la Revolución francesa hizo temer a Carlos IV que su
cabeza acabara igual que la de su primo francés, Luis XVI, en la cesta
de la guillotina. Sobre estas líneas La familia de Carlos IV
(1800), de Francisco de Goya, en la que el monarca, vestido de negro
posa con su familia. Fernando es el tercero por la izquierda con
chaqueta azul.
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El príncipe de la Paz
Uno de los personajes principales en este sainete fue Manuel Godoy,
nombrado primer ministro en 1792, con tan solo 25 años. Durante los
siguientes 15 años, Carlos IV delegó toda la iniciativa política en
Godoy, que acumuló títulos y honores, entre ellos los de Generalísimo,
Príncipe de la Paz o Ministro Universal. El poderoso valido mantuvo la
confianza del soberano a pesar de que sus políticas se ganaron la
animadversión de gran parte de la corte (entre ellos el príncipe
Fernando) y de la opinión popular. Arriba, vestido como capitán general
en un retrato del propio Goya conmemorativo de la Guerra de las naranjas
(1801), en la que tomó la ciudad de Olivenza.
The Pictures Now Image Collection / Mary Evans Picture Library / Cordon Press 4 / 13
Gabinete reservado
Godoy era un personaje peculiar. Sus opositores difundieron el rumor
de que su posición se debía a que mantenía un romance con la reina para
desprestigiarlo. Fuera o no verdad, lo cierto es que Godoy era un
mujeriego y no escondía sus conquistas a pesar de estar casado. Fue él
quien encargó La maja desnuda a Goya para completar la colección de desnudos que colgaban de las paredes de su gabinete reservado, junto a a la Venus del espejo de Velázquez (sobre esas líneas) y un par de desnudos atribuidos a Tiziano.
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Una Venus
Godoy encargó la obra a Goya como una Venus. Los pocos privilegiados que contemplaron La maja desnuda
en la su residencia hablan de la representación de esta divinidad. Esta
era la manera, al menos desde el siglo XV de pintar el cuerpo femenino
desnudo sin temor a que las imágenes fueran censuradas por obscenas y
pecaminosas. Normalmente estas figuras femeninas se acompañaban de un
Cupido o un perro (o ambos, como el caso de Venus y Cupido de Tiziano sobre estas líneas, de mediados del siglo XVI).
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Una venus humana
De entre las Venus que el grabador Pedro González de Sepúlveda
describió en el "gavinete interior" de Godoy en 1800 estaba "una desnuda
de Goya". Aunque el grabador no vio en ella "ni gracia en el colorido",
se trataba de una obra arriesgada. La Venus de Goya tiene una mirada y
una sonrisa pecaminosa que interpela directamente al espectador y está
recostada sobre un canapé sin que su divinidad se refleje junto a un
perro o un Cupido, como las de Tiziano o Velázquez.
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Inexperto en desnudos
Este desnudo femenino es una verdadera rareza en la carrera de Goya.
Para la historiadora del arte Jeannine Baticle "es probablemente por eso
por lo que el desnudo de La maja no es muy sensual". Esta
inexperiencia en el dibujo del cuerpo femenino desnudo contrasta con la
factura del canapé y las sábanas sobre las que está recostada. La maja desnuda es
uno de los últimos ejemplos del estilo dieciochesco de Goya, que a
finales de siglo iniciaría un cambio profundo en sus obras. Una pintura
de pinceladas barrocas, pero en la que ya se intuyen rasgos precursores
del Impresionismo que tardaría casi un siglo todavía en llegar, como el
drapeado de los cojines.
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Hermana "menor"
Esta evolución artística puede apreciarse al comparar los trazos
"acabados" de La maja desnuda con las pinceladas más sueltas y libres
que emplearía para realizar La maja vestida, más próximo al de Los fusilamientos (1814), que tanto gustó a los pintores impresionistas.
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Gran parte de la mística que rodea a La maja desnuda (y a la vestida)
es la incógnita sobre la identidad de la modelo que se atrevió a posar
de esta guisa para el artista. Desde el siglo XIX, se abrió paso la
leyenda de que se trataba de Cayetana Álvarez de Toledo, duquesa de
Alba, junto a la leyenda de los amores de Goya con la aristócrata. Pero
no es muy poco probable que una dama de la posición de la noble se
prestara a participar en una situación tan indecorosa.
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Una mujer joven
El hecho de que los amores entre Goya y la duquesa no sea más que una
historia sin fundamento y que la mujer retratada por Goya parezca muy
joven mientras que Cayetana rondaba la cuarentena en el momento en el
que el pintor realizó el desnudo hacen que esta atribución esté
descartada por completo. Así, en busca de la misteriosa modelo, se ha
querido ver a Pepita Tudó, amante de Godoy, que por entonces no llegaba a
los veinte años. Arriba, La duquesa de Alba retratada por Francisco Goya en 1795.
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Pose indecorosa
De cualquier forma, gran parte delos expertos se inclinan porque el
pintor se basó en una anónima mujer o en otro retrato, ya que el estilo y
la fisonomía de las majas no coinciden con la técnica de Goya al pintar
retratos del natural. Posar de esta guisa no era apropiado para una
dama. Incluso vestida, se veía una actitud provocativa en la pose y la
mirada.
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Secuestrada
En 1815, la Inquisición interrogó a Goya para saber quién era la
dama y de quién provenía el encargo, pero no se conoce su respuesta. Ese
mismo año, una vez Fernando VII en el trono y defenestrado Godoy, el
Tribunal de la Inquisición reclamó las pinturas de "una mujer desnuda
sobre una cama [...] y la mujer vestida de maja sobre una cama también
del citado Goya", que pasaron casi 100 años en la Academia de san
Fernando, escondidas del gran público hasta que entraron a formar parte
del catálogo del Museo del Prado en 1901, donde todavía se exhiben.
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Las majas
Fue precisamente el Tribunal de la Inquisición el que "bautizó" las
obras. Hasta ese momento las dos retratadas eran llamadas "Venus",
"mujeres", e inclso "gitanas". Gracias a la descripción de la maja
vestida como una mujer que ataviada con la ropa a la moda de las clases
populares de la época, esta obra comenzó a conocerse como La maja
vestida y, por analogía, su reverso desnudo fue llamado "La maja
desnuda", a pesar de que no llevaba atuendo que la identificase.
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