sábado, 18 de noviembre de 2023

NATIONAL GEOGRAPHIC 114 (NATIONAL PRESENT) (Con ella llegó el escándalo: La maja desnuda de Goya)

 

 

 

Ya estoy aquí con otra sesión de (NATIONAL PRESENT)de la sección de NATIONAL GEOGRAPHIC.


Esta semana toca hablar "Con ella llegó el escándalo: La maja desnuda de Goya".Vamos hablar en general sobre el cuadro tan famoso de Goya que es "LA MAJA DESNUDA". más aspectos generales como se hizo,su historia y otras cosas.

 

Pues no me enrollo más y vamos al grano.

 

 

 Obra de arte obscena

 

Con ella llegó el escándalo: La maja desnuda de Goya

 


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La maja desnuda es una de las pinturas icónicas del Museo del Prado. Encargada por Manuel Godoy, a la sazón primer ministro de Carlos IV, a su incuestionable valor artístico se une una historia y un halo de misterio que hacen de ella una de las obras más conocidas de Francisco de Goya. El óleo permaneció en el gabinete privado de desnudos de Godoy a la vista de unos pocos elegidos y más adelante fue secuestrado durante casi 100 años por la inquisición por su temática "pornográfica"
 
Toda esta "oscuridad" entorno a La maja desnuda ha llevado a la formulación de hipótesis sobre quién es su protagonista, hasta llegar a identificarla con la mismísima duquesa de Alba, a quien se le atribuía un tórrido romance con el pintor. Certezas, incógnitas y leyendas que han acompañado a esta pintura los últimos dos siglos.
 
Dos majas


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Dos majas

La maja desnuda tiene una versión "recatada": La maja vestida. Mide a penas un par de centímetros cuadrados menos que su hermana menor, 94 x 188 cm, y fue pintada varios años más tarde, no se sabe exactamente cuándo. En 1808, ambas estaban colgadas de las paredes del gabinete reservado de Godoy. De la misma manera, en la actualidad, están expuestas en el Museo del Prado, donde se exhiben desde 1901.

 

Tiempos convulsos


Alamy Stock Photo / Cordon Press  2 / 13

 

Tiempos convulsos

A finales del siglo XVIII e inicios del XIX, la corte española era un vodevil. Desde 1788 ocupaba el trono Carlos IV, un rey bonachón e indeciso. Los distintos ministros estaban enfrentados sobre las políticas a seguir y el propio hijo del monarca, el futuro Fernando VII, conspiraba contra su padre para hacerse con el trono. Por si fuera poco, el triunfo de la Revolución francesa hizo temer a Carlos IV que su cabeza acabara igual que la de su primo francés, Luis XVI, en la cesta de la guillotina. Sobre estas líneas La familia de Carlos IV (1800), de Francisco de Goya, en la que el monarca, vestido de negro posa con su familia. Fernando es el tercero por la izquierda con chaqueta azul.

 

El príncipe de la Paz


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El príncipe de la Paz

Uno de los personajes principales en este sainete fue Manuel Godoy, nombrado primer ministro en 1792, con tan solo 25 años. Durante los siguientes 15 años, Carlos IV delegó toda la iniciativa política en Godoy, que acumuló títulos y honores, entre ellos los de Generalísimo, Príncipe de la Paz o Ministro Universal. El poderoso valido mantuvo la confianza del soberano a pesar de que sus políticas se ganaron la animadversión de gran parte de la corte (entre ellos el príncipe Fernando) y de la opinión popular. Arriba, vestido como capitán general en un retrato del propio Goya conmemorativo de la Guerra de las naranjas (1801), en la que tomó la ciudad de Olivenza.

 

Gabinete reservado


The Pictures Now Image Collection / Mary Evans Picture Library / Cordon Press  4 / 13

 

Gabinete reservado

Godoy era un personaje peculiar. Sus opositores difundieron el rumor de que su posición se debía a que mantenía un romance con la reina para desprestigiarlo. Fuera o no verdad, lo cierto es que Godoy era un mujeriego y no escondía sus conquistas a pesar de estar casado. Fue él quien encargó La maja desnuda a Goya para completar la colección de desnudos que colgaban de las paredes de su gabinete reservado, junto a a la Venus del espejo de Velázquez (sobre esas líneas) y un par de desnudos atribuidos a Tiziano.

 

Una Venus


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Una Venus

Godoy encargó la obra a Goya como una Venus. Los pocos privilegiados que contemplaron La maja desnuda en la su residencia hablan de la representación de esta divinidad. Esta era la manera, al menos desde el siglo XV de pintar el cuerpo femenino desnudo sin temor a que las imágenes fueran censuradas por obscenas y pecaminosas. Normalmente estas figuras femeninas se acompañaban de un Cupido o un perro (o ambos, como el caso de Venus y Cupido de Tiziano sobre estas líneas, de mediados del siglo XVI).

 

Inexperto en desnudos


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Una venus humana

De entre las Venus que el grabador Pedro González de Sepúlveda describió en el "gavinete interior" de Godoy en 1800 estaba "una desnuda de Goya". Aunque el grabador no vio en ella "ni gracia en el colorido", se trataba de una obra arriesgada. La Venus de Goya tiene una mirada y una sonrisa pecaminosa que interpela directamente al espectador y está recostada sobre un canapé sin que su divinidad se refleje junto a un perro o un Cupido, como las de Tiziano o Velázquez. 

 

Una Venus humana


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Inexperto en desnudos

Este desnudo femenino es una verdadera rareza en la carrera de Goya. Para la historiadora del arte Jeannine Baticle "es probablemente por eso por lo que el desnudo de La maja no es muy sensual". Esta inexperiencia en el dibujo del cuerpo femenino desnudo contrasta con la factura del canapé y las sábanas sobre las que está recostada. La maja desnuda es uno de los últimos ejemplos del estilo dieciochesco de Goya, que a finales de siglo iniciaría un cambio profundo en sus obras. Una pintura de pinceladas barrocas, pero en la que ya se intuyen rasgos precursores del Impresionismo que tardaría casi un siglo todavía en llegar, como el drapeado de los cojines.

 

Hermana "menor"


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Hermana "menor"

Esta evolución artística puede apreciarse al comparar los trazos "acabados" de La maja desnuda con las pinceladas más sueltas y libres que emplearía para realizar La maja vestida, más próximo al de Los fusilamientos (1814), que tanto gustó a los pintores impresionistas. 

 


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Gran parte de la mística que rodea a La maja desnuda (y a la vestida) es la incógnita sobre la identidad de la modelo que se atrevió a posar de esta guisa para el artista. Desde el siglo XIX, se abrió paso la leyenda de que se trataba de Cayetana Álvarez de Toledo, duquesa de Alba, junto a la leyenda de los amores de Goya con la aristócrata. Pero no es muy poco probable que una dama de la posición de la noble se prestara a participar en una situación tan indecorosa.

 


The Granger Collection / Cordon Press  10 / 13

 

Una mujer joven

El hecho de que los amores entre Goya y la duquesa no sea más que una historia sin fundamento y que la mujer retratada por Goya parezca muy joven mientras que Cayetana rondaba la cuarentena en el momento en el que el pintor realizó el desnudo hacen que esta atribución esté descartada por completo. Así, en busca de la misteriosa modelo, se ha querido ver a Pepita Tudó, amante de Godoy, que por entonces no llegaba a los veinte años. Arriba, La duquesa de Alba retratada por Francisco Goya en 1795.

 


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Pose indecorosa

De cualquier forma, gran parte delos expertos se inclinan porque el pintor se basó en una anónima mujer o en otro retrato, ya que el estilo y la fisonomía de las majas no coinciden con la técnica de Goya al pintar retratos del natural. Posar de esta guisa no era apropiado para una dama. Incluso vestida, se veía una actitud provocativa en la pose y la mirada.

 


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Secuestrada

En 1815, la ­Inquisición interrogó a Goya para saber quién era la dama y de quién provenía el encargo, pero no se conoce su respuesta. Ese mismo año, una vez Fernando VII en el trono y defenestrado Godoy, el Tribunal de la  Inquisición reclamó las pinturas de "una mujer desnuda sobre una cama [...] y la mujer vestida de maja sobre una cama también del citado Goya", que pasaron casi 100 años en la Academia de san Fernando, escondidas del gran público hasta que entraron a formar parte del catálogo del Museo del Prado en 1901, donde todavía se exhiben.

 


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Las majas

Fue precisamente el Tribunal de la Inquisición el que "bautizó" las obras. Hasta ese momento las dos retratadas eran llamadas "Venus", "mujeres", e inclso "gitanas". Gracias a la descripción de la maja vestida como una mujer que ataviada con la ropa a la moda de las clases populares de la época, esta obra comenzó a conocerse como La maja vestida y, por analogía, su reverso desnudo fue llamado "La maja desnuda", a pesar de que no llevaba atuendo que la identificase. 

 

 

TODA LA INFORMACIÓN LO HE 

ENCONTRADO EN LA PÁGINA 

OFICIAL DE NATIONAL GEOGRAPHIC


 




 Pirata Oscar 

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