sábado, 21 de octubre de 2023

Galardonados con los Premios Princesa de Asturias 2023











 

Meryl Streep

 

Premio Princesa de Asturias de las Artes 2023 

 

Con tres premios Oscar, ocho Globos de Oro, dos BAFTA y tres Emmy, tras más de cuarenta años de carrera como actriz, Meryl Streep está considerada como una de las mejores actrices contemporáneas.

 



Nacida en Summit (EE. UU.) el 22 de junio de 1949, Mary Louise Streep, conocida como Meryl Streep, comenzó sus estudios artísticos a los doce años con las clases de canto y ya en el instituto sumó las de interpretación. Graduada por el Vassar College (1971) y la Escuela de Arte Dramático de Yale (1975), Streep comenzó su carrera en los teatros neoyorquinos y actuó en varias producciones de Broadway, incluido el reestreno en 1977 del drama de Antón Chéjov El jardín de los cerezos.

Con tres premios Oscar, ocho Globos de Oro, dos BAFTA y tres Emmy, tras más de cuarenta años de carrera como actriz, Meryl Streep está considerada como una de las mejores actrices contemporáneas. Conocida sobre todo por sus papeles en el cine, ha destacado por su característica versatilidad, que se apoya, según la crítica, en una extraordinaria capacidad para interpretar una gran variedad de personajes y reproducir diferentes acentos. Posee el récord absoluto de nominaciones a los premios Oscar (21) y Globos de Oro (32) y es una de las dos actrices vivas que ha logrado el galardón de la academia estadounidense en tres ocasiones. La primera de ellas lo hizo como mejor actriz de reparto por Kramer vs Kramer (1979), con la que también se hizo con el Globo de Oro en la misma categoría. Al inicio de los años ochenta tuvo sus primeros papeles como protagonista, por los que fue especialmente reconocida: The French Lieutenant's Woman (La mujer del teniente francés, 1981), por el que recibió un BAFTA y un Globo de Oro, galardón que repitió con Sophie’s Choice (La decisión de Sophie, 1982), con la que, además, obtuvo su segundo Oscar. Películas como Out of Africa (Memorias de África, 1985) de S. Pollack, Ironweed (Tallo de hierro, 1987) y Evil Angels (Un grito en la oscuridad, 1988), por la que fue premiada en Cannes, son algunas de sus mejores interpretaciones de esa década. La filmografía con algunos de sus personajes más emblemáticos comprende The Bridges of Madison County (Los puentes de Madison, 1995), Marvin's Room (La habitación de Marvin, 1996), The Hours (Las horas, 2002), The Devil Wears Prada (El diablo se viste de Prada, 2006), The Doubt (La duda, 2008) –interpretación premiada por el Sindicato de Actores de Estados Unidos–, el musical Mamma mia! (2008) y The Iron Lady (La dama de hierro, 2011), en el papel de Margaret Thatcher, que le valió, además de un Globo de Oro y un BAFTA, su tercer Oscar. Florence Foster Jenkins (2016), The Post (Los archivos del Pentágono, 2017), Little Women (Mujercitas, 2019), Let Them All Talk (Déjales hablar, 2020) y Don't Look Up (No mires arriba, 2021) son algunos de sus últimos trabajos.

Filántropa y comprometida con la defensa de los derechos de la mujer y de la igualdad de género, ha sido miembro del consejo asesor de la organización Equality Now y en 2018 participó en el documental This Changes Everything, sobre la discriminación de género en Hollywood. Miembro de la Academia Estadounidense de las Artes y las Letras y Comendadora de la Orden de las Artes y las Letras de Francia, Streep ha recibido numerosos premios honoríficos como el César (Francia, 2003), el Donostia del Festival de San Sebastián (España, 2008), el Oso de Oro del Festival de Berlín (Alemania, 2012), el Stanley Kubrick Britannia (Reino Unido, 2015) y el Cecil B. DeMille (EE. UU., 2017), entre otros, y fue galardonada con las medallas Nacional de las Artes 2010 y Presidencial de la Libertad 2014.

 

 

Majestades,
Altezas Reales,
Distinguidos miembros del jurado del Premio Princesa de Asturias,
Estimados compañeros galardonados,
Señoras y señores,
¡Amigos!

Estoy muy feliz de estar aquí esta tarde, de figurar entre estos destacados galardonados, en esta hermosa sala donde, si escuchamos, puede que oigamos el eco de las voces de muchos de nuestros héroes del siglo XX y de este joven siglo nuestro. Es difícil para mí hacerme a la idea de que estoy aquí. Una parte de mí sospecha que, como he representado a personas extraordinarias toda mi vida, ¡ahora me toman por una de ellas!

Pero estoy realmente agradecida por este reconocimiento al arte de actuar –el trabajo de mi vida– cuya esencia sigue siendo un misterio incluso para mí. ¿Qué es lo que hacen realmente los actores? El intangible don de metamorfosis del actor es lo que hace que sea difícil cuantificarlo o medirlo. ¿Qué importancia tiene para nosotros? ¿Qué valor? Sé por mí misma, que cuando veo una actuación que me llama especialmente la atención, puede permanecer dentro de mí durante días, a veces décadas. Cuando siento el dolor o la alegría de otra persona, o me río de sus disparates, siento como si hubiera descubierto algo veraz, me siento más viva y conectada. ¿Conectada a qué, exactamente? A otras personas, a la experiencia de ser otra persona. ¿Cuál es la magia de esta conexión? La empatía es el corazón palpitante del don del actor. Es la corriente que nos conecta, a mí y a mi propio pulso, con el de un personaje de ficción. Puedo hacer que su corazón se acelere, o calmarlo, según lo requiere una escena.

Y mi sistema nervioso, conectado por simpatía al suyo, lleva esa corriente hacia usted que está sentado en su butaca, y hacia la mujer sentada a su lado, y hacia su amiga, también. Todos sentimos que nos está pasando al mismo tiempo. Por supuesto, es más fácil estar conectado emocionalmente con la vida de personas parecidas a nosotros.

Pero siempre me he sentido impulsada también a comprender ese otro instinto, contraintuitivo, que nos lleva a interesarnos por los extraños; esa capacidad imaginativa que tenemos para seguir las historias de personas ajenas a nuestra tribu como si fueran nuestras. En mi trabajo, me han criticado por alejarme demasiado de mi propia “experiencia vivida”, por alejarme demasiado de mi propia “verdad” e identidad. Todos esos acentos, ¿ya saben?

¿Pero es una impostura? ¿Querer abrazar el mundo? ¿Querer vagar, preguntarse o tratar de ver a través de tantos ojos de distintos colores y experiencias? ¿Quién soy yo, una buena chica de clase media de Nueva Jersey, para atreverme a meterme en la piel de la primera mujer primera ministra del Reino Unido? ¿O de una superviviente polaca del Holocausto?¿O de la árbitra del buen gusto en el mundo de la moda? Un gran artista español, Pablo Picasso, dijo: “Imitar a los demás es necesario. Imitarse a uno mismo es patético”.

Y otra gran artista española, Penélope Cruz, dijo: “¡No puedes vivir tu vida mirándote a ti mismo desde el punto de vista de otra persona!”

Pues bien: persevero a pesar de los críticos... Porque creo que el trabajo de un actor es invadir, encarnar vidas que no son como la suya. Porque la parte más importante de nuestro trabajo es hacer que cada vida sea accesible y sentida por el público: que está sentado en un pequeño teatro de Málaga o por streaming en cualquier parte del mundo.

Una regla que se enseña a los actores en las escuelas de arte dramático es que no debes juzgar al personaje que estás interpretando. Juzgar te hace quedar fuera de sus vivencias. El compromiso que adquieres cuando te pones en su lugar es mirar el mundo desde el interior de su cabeza. ¡El público juzgará! Tú defiendes su causa lo mejor que puedes.

Cuando nacemos nos identificamos con los demás, sentimos empatía y una humanidad compartida porosa. Los bebés lloran sólo con ver las lágrimas de otra persona. Pero a medida que crecemos, nos ponemos a reprimir esos sentimientos y a suprimirlos para el resto de nuestras vidas; a suplantarlos a favor de la autoprotección o de una ideología, y a sospechar y desconfiar de los motivos de los demás. Así llegamos a este triste momento de la historia.

En la universidad, diseñé el vestuario para una producción de la obra atemporal de Lorca, La casa de Bernarda Alba. En ella, una de las hermanas, Martirio, grita: “Pero las cosas se repiten. Yo veo que todo es una terrible repetición.”

Lorca escribió su apasionado obra dos meses antes de su propio asesinato, en vísperas de otro cataclismo. Que pudiera ver desde tan alto, que mirara con tanta distancia los acontecimientos que tanto amenazaban su vida, es extraordinario. Que pudiera expresar, a través de Martirio, una sabiduría que no lo salvaría, pero que sería una advertencia para el futuro, es un regalo para nosotros. Actuar en una obra como esta es prestarles a los muertos una voz que los vivos pueden oír. Es el privilegio de un actor y es su deber.

El don de la empatía es algo que todos compartimos. La misteriosa capacidad de sentarnos juntos, extraños en un teatro o cine a oscuras, y experimentar los sentimientos de personas que no se parecen a nosotros ni suenan como nosotros, es una capacidad que todos deberíamos llevar dentro de nosotros al volver a la luz del día.

La empatía puede ser una forma radical de acercamiento y diplomacia, igualmente útil en otros ámbitos de actividad. En este nuestro mundo cada vez más hostil y volátil, espero que podamos hacer nuestra otra regla que se enseña a todos los actores: lo importante es escuchar.

Gracias por escucharme, y gracias de corazón por este gran honor. 

 


 


 



 


 

 

 

Nuccio Ordine  

 

 Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades 2023 


Filósofo, escritor y experto en teoría literaria, es reconocido mundialmente como uno de los mayores conocedores del pensamiento y la literatura renacentistas, y, concretamente, de la figura del humanista napolitano Giordano Bruno.


Nuccio Ordine (Diamante, Italia, 18 de julio de 1958 - Cosenza, Italia, 10 de junio de 2023) se licenció en Literatura Moderna en 1982 en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Calabria y en 1987 se doctoró en Ciencias Literarias: Retórica y Técnicas de la Interpretación. Fue profesor de Literatura Italiana del Departamento de Estudios Humanísticos de la universidad de su región natal y ha sido profesor invitado en universidades estadounidenses como las de Harvard, Yale y Nueva York, y europeas como la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales y la Escuela Normal Superior de París, además de en el Instituto Warburg de Londres, la Sociedad Max Planck (Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional 2013) de Berlín y la universidad alemana de Eichstätt-Ingolstadt.

Filósofo, escritor y experto en teoría literaria, era reconocido mundialmente como uno de los mayores conocedores del pensamiento y la literatura renacentistas, y, concretamente, de la figura del humanista napolitano Giordano Bruno. Uno de sus libros destacados en esta materia es La cabala dell’asino. Asinità e conoscenza in Giordano Bruno (1987). Es autor de numerosos ensayos sobre el cinquecento, y en el campo de la teoría y estética literarias, publicados en obras individuales y colectivas y en numerosos artículos. En sus libros L’utilità dell’inutile: Manifesto (La utilidad de lo inútil. Manifiesto, 2013), y Classici per la vita: Una piccola biblioteca ideale (Clásicos para la vida. Una pequeña biblioteca ideal, 2016), obras con las que logró llegar al gran público, reflexiona sobre la situación marginal de las humanidades en el mundo actual y las reivindica como disciplinas necesarias en la formación cívica del ser humano y en la creación de un pensamiento crítico fundamental para el desarrollo y el bienestar social. Férreo defensor de una educación alejada de la tendencia al pragmatismo, abogó por inculcar en los alumnos el placer por el conocimiento y la curiosidad por el saber. Según su visión, una amplia base de cultura general será la mejor herramienta para que los jóvenes puedan afrontar con éxito las variables del mercado laboral en un futuro. Ahonda en esta línea en su obra Gli uomini non sono isole. I classici ci aiutano a vivere (2018) (Los hombres no son islas. Los clásicos nos ayudan a vivir, 2022), en la que ofrece una propuesta de libros esenciales de la literatura mundial.

Fue miembro honorario del Instituto de Filosofía de la Academia Rusa de las Ciencias, miembro de la Real Academia de Bélgica y miembro fundador de la Asociación Italiana de Teoría e Historia Comparada de la Literatura. Además, presidió el Centro Internazionale di Studi Telesiani, Bruniani e Campanelliani (Cosenza, Italia) y formó parte del consejo ejecutivo del Instituto Italiano de Estudios Filosóficos. Fue asesor de las publicaciones Albertiana y Journal de la Renaissance, y codirigía las colecciones Giordano Bruno y Biblioteca Italiana para la editorial Les Belles Lettres de París, y Sileni, Theatrum Sapientiae y Umbrae idearum para diversas editoriales de su país, además de otras colecciones en diferentes países, como Rusia, Rumanía o Brasil. Fue colaborador habitual del periódico Corriere della Sera. Además de los citados, en 2022 se editó en español su libro Tres coronas para un rey. La Empresa de Enrique III y sus misterios.

Doctor honoris causa por las universidades brasileñas de Río Grande del Sur, Caxias del Sur y Porto Alegre, la Universidad de Valparaíso (Chile), la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica), la Universidad Pontificia de Comillas (España) y Sello del Ateneo de la Universidad de Urbino (Italia), fue Gran Oficial de la Orden al Mérito de la República Italiana (2018), Caballero y Comandante de la Orden de las Palmas Académicas (2009 y 2014) y Caballero de la Orden de la Legión de Honor de Francia (2012). Fue distinguido con el Premio Siracusa Filosofía (Italia, 2007), el Premio Il Sogno di Piero de la Academia de Bellas Artes de Urbino (2015), el Premio Liberpress de Literatura (Gerona, España, 2019), el Premio Especial de la Fundación Carical (Italia, 2020) y el Premio Internacional de Humanismo y Renacimiento del Museo Liceo Egipcio (León, España, 2021), entre muchos otros. 

 

 

 

Hélène Carrère d'Encausse  

 

Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales 2023 


Licenciada en Ciencias Políticas en 1952 en el Instituto de Estudios Políticos de París (SciencePo), se doctoró en Historia en 1963 con una tesis sobre la revolución en Asia central, y en Letras y Humanidades en 1976 con un trabajo acerca de los bolcheviques y la nación. Docente de Historia en la Universidad París 1, en 1969 se incorporó como profesora e investigadora a SciencePo, donde dirigió el departamento de Estudios Soviéticos del Centro de Investigaciones Internacionales y desarrolló gran parte de su carrera. Fue profesora en el Colegio de Europa en Brujas y visitante en varias universidades de fuera de Francia. Como historiadora, Carrère d'Encausse es una referencia internacional en estudios eslavos, especialista en la extinta Unión Soviética (URSS) y Rusia. 

 


Hélène Zourabichvili (París, 6 de julio de 1929 - 5 de agosto de 2023), pasó a ser Carrère d'Encausse tras su matrimonio, de padre georgiano y madre de origen ruso-alemán, creció en una familia emigrante con antepasados aristócratas de la que aprendió la historia, literatura y lengua rusas. Posteriormente optó por la nacionalidad francesa. Licenciada en Ciencias Políticas en 1952 en el Instituto de Estudios Políticos de París (SciencePo), se doctoró en Historia en 1963 con una tesis sobre la revolución en Asia central, y en Letras y Humanidades en 1976 con un trabajo acerca de los bolcheviques y la nación. Docente de Historia en la Universidad París 1, en 1969 se incorporó como profesora e investigadora a SciencePo, donde dirigió el departamento de Estudios Soviéticos del Centro de Investigaciones Internacionales y desarrolló gran parte de su carrera. Fue profesora en el Colegio de Europa en Brujas y visitante en varias universidades de fuera de Francia.

En el ámbito político, perteneció a la Agrupación por la República de Francia, conservadora, y fue elegida en 1994 diputada del Parlamento Europeo, en el que formó parte, entre otras, de las delegaciones para las relaciones con Rusia (hasta 1997) y de la Comisión Parlamentaria de Cooperación UE-Rusa (1997-1999). Eurodiputada hasta 1999, fue en ese período la vicepresidenta de la Comisión de Asuntos Exteriores, Seguridad y Política de Defensa. Presidió la Comisión de Archivos Diplomáticos del Gobierno francés, fue miembro electo de la Academia Francesa (1990 - 2023) y ocupó el cargo de secretario perpetuo de esta institución desde 1999 hasta 2023, primera mujer en hacerlo.

Como historiadora, Carrère d'Encausse es una referencia internacional en estudios eslavos, especialista en la extinta Unión Soviética (URSS) y Rusia. Asimismo, era experta en Asia central. La publicación de L'Empire éclaté (1978), obra en la que pronosticó con más de una década de antelación la disolución de la URSS, supuso un hito en su carrera. Por ese trabajo recibió el premio Aujourd'hui (Francia, 1978), y está considerado por los expertos su contribución más innovadora a la historia de la Unión Soviética. Autora de Des siècles d'immortalité: L'Académie française, 1635– … (2011), al frente de la Academia Francesa se ha pronunciado contra la denominada escritura inclusiva y una cuota de género para el ingreso en la institución. Ha escrito más de una treintena de títulos, entre ellos están La Russie inachevée (2000, Rusia inacabada en 2001), premio Nouveau Cercle Interallié (Francia, 2000), y Six années qui ont changé le monde 1985-1991 (2015, 2016 en español), calificado como la primera gran obra histórica sobre el tema. Es autora de numerosas biografías históricas: Nicolas II (1996), premio des Ambassadeurs (Francia, 1997), Lénine (1998, 1999 en español), Catherine II (2002), Alexandre II (2008), Les Romanov (2013) y Le général de Gaulle et la Russie (2017). Alexandra Kollontaï (2021) y la historia diplomática La Russie et la France (2019, La muralla rusa en 2021) están entre sus últimos trabajos.

Doctora honoris causa por las universidades de Bucarest, Católica de Lovaina, Laval y de Montreal, entre otras, Carrère d'Encausse era miembro extranjero de las academias rusas de las Artes (honorario) y de Ciencias que le otorgó la Medalla de Oro Lomonósov (2008). Perteneció a las academias rumana y de Atenas, era miembro asociado emérito de la Real Academia de Bélgica y de honor extranjero de la Nacional de Ciencias de Georgia. Comendador de la Orden de las Artes y las Letras y Gran Cruz de la Legión de Honor del Gobierno francés, recibió también, entre otras distinciones, las órdenes rusas de Honor y de la Amistad de los Pueblos, el Premio Fe y Lealtad de la Fundación San Andrés (Rusia, 2000) y la Gran Medalla de Oro de la Sociedad de Fomento del Progreso (Francia, 2020).

 

 

 

Eliud Kipchoge 

 

Premio Princesa de Asturias de los Deportes 2023 

 

Apodado el Filósofo por su destreza estratégica en las carreras y su capacidad de concentración, Kipchoge es el actual campeón olímpico de maratón y ha ostentado el récord mundial de la disciplina hasta octubre de 2023, con una marca de 2:01:09, establecida en el Maratón de Berlín en 2022, con la que rebajó en treinta segundos la fijada hasta ese momento por él mismo en esta competición en 2018. 

 

 

 

Majestades, Altezas Reales, Distinguidos premiados, Señoras y señores:

Recibir este premio esta noche me llena de honor, ya que es un reconocimiento a aquello en lo que he creído profundamente a lo largo de mi vida profesional. Para algunos, correr es simplemente un acto de movimiento físico, pero desde que comencé a correr cuando era niño en Kapsabet, Kenia, supe que correr significaba algo mucho más grande que eso.

¿Saben? correr no es sólo movimiento físico. Correr es un vehículo que tiene el poder de unirnos. Correr une a personas de todos los ámbitos de la vida, permitiendo que distintas culturas y trayectorias se unan para correr. Esa es una de las cosas que hace que correr un maratón sea tan especial. Y no me refiero sólo a mí personalmente: el que está intentando ganar la carrera. Me refiero a los otros cuarenta mil corredores que corren la carrera conmigo y, sobre todo, a los miles de personas en las calles animándolos.

Cuando corres, no importa tus orígenes. No importa el color de tu piel. Esas personas te animarán a lo largo de la carrera porque, en ese momento, nos reunimos todos para celebrar el acto de correr. Correr es testimonio de que todos somos uno. Correr un maratón es una celebración. Un momento en el que te aplauden por las infinitas horas de dedicación, disciplina y pasión que has invertido en tu entrenamiento hasta alcanzar ese momento. Seas un atleta profesional como yo, el dueño de un negocio o un padre soltero. Todos hemos tenido que encontrar tiempo en una agenda apretada para perseguir un sueño.

Por eso siempre digo que debemos hacer de nuestro mundo un mundo que corre. Porque un mundo que corre es un mundo feliz. Y un mundo feliz es un mundo en paz. Existe un fuerte paralelismo entre correr y nuestra vida cotidiana, donde, para ser felices, debemos centrarnos en nuestra salud mental y superar los desafíos que se nos presentan antes de alcanzar, por fin, la proverbial línea de meta. Porque déjenme compartir una cosa con ustedes esta noche: alguien que termina un maratón, es capaz de lograr cualquier cosa en la vida.

Puedo decir aquí hoy que soy un hombre muy afortunado por tener una carrera profesional que me ha aportado tantos momentos señalados, medallas de oro olímpicas y récords mundiales... una carrera que, además, ha inspirado a tanta gente en todo el mundo. Es una trayectoria dilatada que testifica un ascenso lento y constante hasta la cima. Creo que no se puede apresurar el éxito; requiere una actitud firme tanto en los deportes como en la vida. Para llegar a la cima se necesita mucha disciplina, innumerables horas de duro trabajo en momentos en el que resulta más fácil parar y descansar. Exige creer en uno mismo –claro que un poco de talento ayuda–, pero sobre todo requiere un equipo fuerte a tu alrededor. Uno no puede tener éxito solo. Nos necesitamos unos a otros, tanto en la vida como en los deportes.

La gente suele preguntarme cómo celebro mis éxitos. Puedo asegurarles que no soy alguien que salga de fiesta hasta altas horas de la noche con champán después de ganar una carrera. Me gusta volver a mi campo de entrenamiento en Kenia y plantar un árbol. Mis compañeros de equipo y yo establecimos la tradición de plantar un árbol para celebrar nuestros éxitos por el camino. Ya que, una vez alcanzada la meta, el momento de gloria es fugaz. Pero la alegría que produce el crecimiento de un árbol dura muchas vidas.

Como deportistas, entrenamos en el bosque. Necesitamos el bosque ya que es bueno para nuestra salud y para poder respirar bien. Quiero que el mundo respire bien y no se puede respirar sin los bosques. Por eso tengo una misión. Creo que todos tenemos un futuro fructífero por delante, pero es un futuro que todos debemos cultivar con cuidado. Para contribuir a esta misión, establecimos hace unos años la Fundación Eliud Kipchoge, donde nos centramos en dos cosas: el medio ambiente y la educación. Debemos centrarnos en inculcar prácticas de sostenibilidad acertadas que permitan cuidar nuestro planeta.

Quiero tender la mano para ayudar a salvar y hacer crecer los bosques en todo el mundo. La educación es el otro asunto importante y es clave para un buen desarrollo del mundo. Me he comprometido a ayudar a programas educativos dentro de Kenia, pero la educación concierne al mundo entero y me gustaría ir más allá. Los invito a unirse a nuestra misión y a ayudar a llevar el conocimiento adecuado sobre estos temas a nuestros jóvenes en Kenia y en todo el mundo.

Permítanme acabar esta noche compartiendo mi mantra: Ningún ser humano está limitado.

Porque solo podremos alcanzar la grandeza si creemos plenamente que no hay nada que nos detenga. No hay límites; es nuestra mente la que nos lo hace creer de forma engañosa. Les insto, por lo tanto, a que miren al mundo así; a que vean el mundo sin límites y a que vean todo lo que es posible. También les invito a que empiecen a correr, no importa cuán lejos ni cuán rápido. Entonces, empezarán a sentir lo que yo siento.

Un mundo que corre es un mundo feliz. Un mundo que corre es un mundo unido.

Gracias. 

 






 

Haruki Murakami

   

Premio Princesa de Asturias de las Letras 2023

 

Convertido en autor de culto y traducido a más de cuarenta idiomas, Murakami es, según los especialistas, un escritor inquietante, con una prosa en la que se aprecian influencias de autores como Dostoievski, Dickens, Capote o Vargas Llosa (Premio Príncipe de Asturias de las Letras 1986) 

 


 

Escritor y traductor, Haruki Murakami nació en Kioto (Japón) el 12 de enero de 1949. Licenciado en Literatura por la Universidad Waseda y amante de la novela negra, durante los inicios de su carrera literaria regentó un club de jazz, siendo la música un elemento decisivo que recorre toda su obra, en la que confluyen el mundo cotidiano del Japón moderno y las referencias a la cultura pop.

Convertido en autor de culto y traducido a más de cuarenta idiomas, Murakami es, según los especialistas, un escritor inquietante, con una prosa en la que se aprecian influencias de autores como Dostoievski, Dickens, Capote o Vargas Llosa (Premio Príncipe de Asturias de las Letras 1986). El tono intimista, en ocasiones surrealista y con rasgos de inverosimilitud y humor, no evita, sino que se enfrenta a los más graves problemas sociales y a la lucha por la defensa de los valores humanos esenciales, insistiendo en el ansia de amor y en el sentimiento de soledad de sus personajes, que sobreviven entre lo real y lo onírico, entre la certeza y la incertidumbre constantes. Su primera novela, Kaze no uta wo kike (1979) (Escucha la canción del viento, 2015), galardonada con el Gunzou Literature Prize para escritores noveles, dio origen a la conocida como Trilogía de la rata, que seguiría con 1973-nen no pinbōru (1980) (Pinball 1973, 2015) y Hitsuji wo meguru bōken (1982) (La caza del carnero salvaje, 1992), y por la que Murakami fue galardonado con el Premio Noma para nuevos escritores. Es también autor de Sekai no owari to hādoboirudo wandārando (1985) (El fin del mundo y un despiadado país de las maravillas, 2009), Dansu dansu dansu (1988) (Baila, baila, baila, 2012), Kokkyō no minami, taiyō no nishi (1992) (Al sur de la frontera, al oeste del sol, 2003) y las colecciones de relatos Zō no shōmetsu (1993) (El elefante desaparece, 2016), Kami no kodomo-tachi ha mina odoru (2000) (Después del terremoto, 2013), Mekurayanagi to nemuru onna (2006) (Sauce ciego, mujer dormida, 2008), Onna no inai otokotachi (2014) (Hombres sin mujeres, 2015) e Ichininsho tansu (2020) (Primera persona del singular, 2021). En 1987 alcanzó el éxito editorial con Noruwei no mori, título tomado de la canción de los Beatles Norwegian Wood, con el que vendió en su país diez millones de ejemplares y que fue traducido a 36 idiomas. En España fue publicado en 2005 como Tokio Blues. En 1991 se trasladó a Estados Unidos, donde ejerció como profesor en las universidades de Princeton y Taft. Escribió Nejimaki-dori kuronikuru (1995) (Crónica del pájaro que da cuerda al mundo, 2001). Ese mismo año, tras el terremoto de Kobe y el ataque con gas sarín perpetrado en el metro de Tokio, regresó a Japón para entrevistar a las víctimas y a los miembros de la secta religiosa Aum Shinrikyō, responsable del atentado. Fruto de esas conversaciones es la obra de no ficción Andāguraundo (1998) (Underground, 2014), galardonada con el Kuwabara Takeo Academic Award (Japón). Desde entonces, ha publicado Supūtoniku no koibito (1999) (Sputnik, mi amor, 2002), Umibe no Kafuka (2002) (Kafka en la orilla, 2006) y Afutā Dāku (2004) (After Dark, 2008). Con la recopilación de relatos Sauce ciego, mujer dormida obtuvo el Premio Internacional de Relatos Cortos Frank O’Connor (Irlanda). Entre sus últimas novelas se encuentran Ichi-kyu-hachi-yon (2009) (1Q84, 2011), Shikisai wo motanai Tazaki Tsukuru to, Kare no Junrei no Toshi (Los años de peregrinación del chico sin color, 2013) y Kishidancho Goroshi (2017) (La muerte del comendador, 2018 y 2019). Aún no traducida al español, este año 2023 ha publicado en Japón «La ciudad y sus muros inciertos». Ha traducido a Raymond Carver, Francis Scott Fitzgerald, Truman Capote, J. D. Salinger y John Irving.

Premio Yomiuri (Japón, 1996) y Premio Mundial de Fantasía (EE. UU., 2006) ha recibido también, entre otros, el Asahi Prize (Japón, 2006), el Franz Kafka (República Checa, 2006), el Premio Jerusalén (Israel, 2009), el XXIII Premio Internacional de Cataluña (España, 2011) y el Hans Christian Andersen de Literatura (Dinamarca, 2016). Ha sido distinguido con la Orden de las Artes y las Letras del Gobierno español (2009). 

 

 

Iniciativa Medicamentos para Enfermedades Desatendidas  

 

Premio Princesa de Asturias de Cooperación Internacional 2023 

 

La Iniciativa Medicamentos para Enfermedades Desatendidas (DNDi, por sus siglas en inglés) es una organización sin ánimo de lucro cuyo objetivo principal es descubrir y desarrollar tratamientos para enfermedades consideradas «olvidadas» o desatendidas, y para otras relacionadas con la pobreza y el subdesarrollo

 


La Iniciativa Medicamentos para Enfermedades Desatendidas (DNDi, por sus siglas en inglés) es una organización sin ánimo de lucro cuyo objetivo principal es descubrir y desarrollar tratamientos para enfermedades consideradas «olvidadas» o desatendidas, y para otras relacionadas con la pobreza y el subdesarrollo. Fue creada en 2003 por el empeño de siete instituciones públicas y privadas: Médicos sin Fronteras, el Consejo Indio de Investigación Médica, el Instituto de Investigación Médica de Kenia, la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz) de Brasil, el Ministerio de Salud de Malasia, el Instituto Pasteur (Francia) y el Programa Especial para la Investigación y Entrenamiento en Enfermedades Desatendidas de la Organización Mundial de la Salud. Además de su sede central mantiene otras ocho en todo el mundo. Marie-Paule Kieny es su presidenta y, desde 2022, Luis Pizarro es su director ejecutivo. La iniciativa recibe financiación de entidades públicas y privadas. A lo largo de su historia ha recibido fondos de la Unión Europea (Premio Princesa de Asturias de la Concordia 2017), la Organización Mundial de la Salud (Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional 2009), la Fundación Bill y Melinda Gates (Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional 2006), la Fundación Carlos Slim y la Fundación «La Caixa», entre muchos otros. Según datos de la organización, una de cada cinco personas en todo el mundo (quinientos millones de ellas niños) sufre al menos una enfermedad desatendida. Su poca incidencia con respecto a otro tipo de dolencias provoca que el desarrollo de medicamentos o tratamientos para ellas no resulte rentable en términos económicos. La estrategia de DNDi se basa en abordar el problema a través de colaboraciones con actores implicados en el sector sanitario que permitan la creación de tratamientos para esas enfermedades y el acceso a ellos de forma asequible. Con las compañías farmacéuticas crea proyectos de investigación, desarrollo y distribución de fármacos; acuerda proyectos de copatrocinio de estudios clínicos y trabajo conjunto con ministerios de salud e instituciones públicas; y colabora con centros de conocimiento e investigación de todo el mundo (universidades, institutos, etc.) para llegar hasta las comunidades y pacientes afectados, cuya participación resulta clave para alcanzar el llamado «último metro» del proceso.

Más de doscientos socios en más de cuarenta países forman parte de esta red que ha logrado desarrollar hasta el momento doce tratamientos para seis enfermedades. Las patologías en las que centra su trabajo DNDi actualmente son la ceguera de los ríos o filariasis, la enfermedad del sueño, la enfermedad de Chagas, la leishmaniasis cutánea y visceral, la hepatitis C, la malaria, la meningitis criptocócica, el dengue, el VIH, el micetoma y, en los últimos años, la COVID-19. Acomete un promedio de veinte estudios clínicos cada año y mantiene nueve proyectos de I+D en fase III y en proceso de registro. Su Plan Estratégico para el periodo 2021-2028 tiene como objetivo la obtención de entre quince y dieciocho tratamientos y entre ocho y diez medicamentos nuevos, fomentar soluciones inclusivas y sostenibles (implementando, por ejemplo, la mitad de ensayos clínicos de fase I en países endémicos), colaborar con más de cincuenta socios estratégicos para construir coaliciones con impacto político eficaz y evaluar la viabilidad y definir prioridades para el desarrollo de tratamientos entre enfermedades candidatas a la inclusión en el portafolio de la DNDi, incluyendo dengue, mordedura de serpientes y esquistosomiasis. La DNDi ha recibido el Premio Fronteras del Conocimiento de la Fundación BBVA (España, 2013). Bernard Pécoul, fundador y exdirector de DNDi, recogió en 2022 el Prince Mahidol Award (Tailandia) que se le había concedido en 2020. 

 

 

Intervención del Excelentísimo. Sr. D. Luis Pizarro, Director ejecutivo de Iniciativa Medicamentos para Enfermedades Desatendidas

 

Majestades,
altezas reales,
distinguidos miembros del jurado,
excelentísimos premiados,
ilustrísimas autoridades,
damas y caballeros... 

 

... para ser sincero, en un mundo ideal, no debería estar hoy aquí con ustedes... Y claro, en un mundo ideal, ningún paciente sería ignorado y DNDi no tendría razón de ser.

Sin embargo, son millones. Millones de enfermos y enfermas, desatendidos, olvidados, invisibles, afectados por enfermedades muchas veces mortales para las cuales no existen medicamentos que puedan curarlos. Son demasiado pobres para que sus enfermedades interesen en este lado del mundo.

Como Amasi, una joven sudanesa de 18 años, infectada con micetoma, una enfermedad que destruye los tejidos y que muchos niños de su aldea contraen al caminar descalzos sobre espinas infectadas. La amputación suele ser la única solución. Amasi estaba en silla de ruedas, no respondía bien a los cuidados y hoy... no tenemos más noticas de ella.

Podría hablarles también de Bimal, un trabajador indio que vive con el VIH y una enfermedad llamada leishmaniasis. En España la conocemos porque es una enfermedad de los perros, pero en muchos países afecta a las personas. Bimal ya no puede trabajar debido a su enfermedad, lo que ha sumido a su familia en la miseria y ha obligado a su hijo de 14 años a dejar la escuela para encontrar una ocupación y alimentar a sus padres y hermanos.

Estos son solo ejemplos entre muchos otros, de enfermedades que cada día matan, desfiguran y arruinan, no solo a los enfermos, sino también a sus comunidades y seres queridos.

Las enfermedades desatendidas afectan, y son cifras de la OMS, a una de cada cinco personas en nuestro planeta. ¡Son mil seiscientos millones de personas que sufren de alguna de ellas cada año!

Muchas de ellas aparecen en nuevas regiones, especialmente debido al cambio climático y a los movimientos de población. En España, por ejemplo, existen hoy pacientes con la enfermedad de Chagas o casos cada vez más importantes de dengue.

La enfermedad de Chagas será pronto, una de las principales causas de trasplante cardíaco en España. Los tratamientos existentes no son satisfactorios y solo 1% de los infectados los reciben.

Sin embargo, esta situación inaceptable no es una fatalidad. Hoy tenemos la opción de no seguir ignorando a estos pacientes.

¡Es verdad! ¡Miren la pandemia de COVID-19! Esta epidemia nos ha mostrado las hazañas que la ciencia puede lograr, con un poco de voluntad política: ¡en menos de un año se inventaron vacunas para una enfermedad que ni siquiera existía años atrás!

Si nuestros pacientes se ven privados de los avances de la investigación médica es porque nacieron en el lugar equivocado.

Son ignorados por la investigación farmacéutica tradicional porque son demasiado pobres para constituir un mercado lucrativo y son desatendidos por los decidores políticos porque no tienen voz que se oiga, porque la pobreza los margina en las fronteras de nuestra sociedad.

Pero no estoy aquí para darles una lección de moralidad. Vengo, por el contrario, con un mensaje de esperanza.

Trabajando estrechamente con socios en todo el mundo y en especial en los países afectados, nuestra organización ha logrado desarrollar 12 nuevos tratamientos para los pacientes olvidados.

No es una exageración decirlo: ¡todos juntos hemos salvado millones de vidas!

Juntos, estamos demostrando que un modelo de investigación y desarrollo sin fines de lucro, basado en las necesidades de los pacientes, es posible.

Por eso quisiera agradecer de todo corazón a la Fundación Princesa de Asturias por este premio, que representa un gran altavoz para hablarles de este problema. Nos reconforta saber que los asuntos de salud mundial son cruciales para el Jurado y sus Majestades, que ya han reconocido con este premio a instituciones como la OMS. De todo corazón, gracias.

Permítanme concluir con una linda historia, la historia de Brinol, un niño congoleño de 12 años. En abril pasado, a Brinol le diagnosticaron la enfermedad del sueño.

Es una enfermedad terrible que, si no es tratada, termina ineludiblemente con la muerte. Hace 20 años, cuando nació DNDi, el tratamiento disponible implicaba inyecciones de un medicamento a base de arsénico que eran tan tóxicas que mataban a uno de cada 20 pacientes.

En DNDi, con todos nuestros socios, desarrollamos una pastilla simple, segura y efectiva. Brinol la tomó durante 10 días en su hogar. Hoy Brinol está sano, feliz, curado de la enfermedad y soñando con ser mecánico como su padre.

Mas allá del caso de Brinol, gracias a la introducción de este tratamiento simple, hoy podemos considerar la posibilidad de eliminar definitivamente la enfermedad del sueño en todo el planeta.

He venido a Oviedo, a esta hermosa tierra asturiana, para decirles que hoy, en 2023, gracias a los avances de la ciencia, al trabajo de nuestros equipos y socios, gracias a la atención que ustedes nos dan con este premio, podemos, todos juntos, acabar con las enfermedades desatendidas.

Gracias a todos. 

 

 

Jeffrey Gordon, E. Peter Greenberg y Bonnie L. Bassler  

 

Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2023 

  

Jeffrey Gordon ha sido el pionero en el estudio del microbioma humano, el conjunto de microorganismos que habitan nuestro intestino (decenas de billones: varias veces más que el total de nuestras propias células) y su influencia en la salud humana, no solo en la nutrición, la digestión y el metabolismo (diabetes, obesidad, malnutrición) sino también en el desarrollo neurológico e inmunitario de niños y jóvenes.

Bonnie L. Bassler y E. Peter Greenberg son pioneros en el estudio de la comunicación entre bacterias mediante la emisión de ciertas sustancias, y de cómo la formación de grandes grupos genera un comportamiento diferente al que tienen cuando están aisladas. Es lo que se denomina quorum sensing (término acuñado por Greenberg en un artículo científico de 1994). 
 
 
 

 

Jeffrey Gordon ha sido el pionero en el estudio del microbioma humano, el conjunto de microorganismos que habitan nuestro intestino (decenas de billones: varias veces más que el total de nuestras propias células) y su influencia en la salud humana, no solo en la nutrición, la digestión y el metabolismo (diabetes, obesidad, malnutrición) sino también en el desarrollo neurológico e inmunitario de niños y jóvenes. Gordon utilizó ratones transgénicos para demostrar que la diferenciación de las células epiteliales intestinales estaba condicionada por señales ambientales y que Bacteroides thetaiotaomicron, es responsable de la producción de polisacáridos en las células del intestino. Demostró así la importancia de las relaciones de intercambio de nutrientes entre la microbiota y el huésped. Impulsó el Proyecto Microbioma Humano, que ha permitido cifrar en unas 10 000 las especies que forman la microbiota y secuenciar el genoma de más de un centenar de ellas hasta ahora. Más tarde se centró en el papel del microbioma en el desarrollo de enfermedades como la obesidad y la diabetes, ofreciendo un nuevo enfoque en el tratamiento de la malnutrición en niños y sus consecuencias en el desarrollo, que depende no solo de la dieta sino también de la adquisición de un microbioma sano. Por ello, propone los trasplantes de microbiota como un tratamiento innovador para mejorar el estatus nutricional de las poblaciones.

Bonnie L. Bassler y E. Peter Greenberg son pioneros en el estudio de la comunicación entre bacterias mediante la emisión de ciertas sustancias, y de cómo la formación de grandes grupos genera un comportamiento diferente al que tienen cuando están aisladas. Es lo que se denomina quorum sensing (término acuñado por Greenberg en un artículo científico de 1994). A partir de algunas publicaciones previas del fenómeno, Bassler y Greenberg, por separado, contribuyeron a entenderlo y demostrar su mecanismo. Cada especie bacteriana tiene una molécula propia (un idioma) que secretan y que reconocen solo las de su especie, de manera que saben cuándo hay otras alrededor y tienden a formar una comunidad (el quorum) que regula la expresión de algunos genes. En la década de los ochenta, Greenberg descubrió que la bacteria bioluminiscente Vibrio fischeri solo producía luz cuando formaba grandes grupos y que sus miembros se coordinaban mediante una señal química. Bassler estudió, a partir de 1990, el fenómeno en la bacteria Vibrio harveyi y desentrañó los mecanismos moleculares del quorum sensing. También descubrió que las bacterias pueden emitir y recibir otras sustancias para comunicarse entre diferentes especies y que hay una universal («el esperanto de las lenguas bacterianas» en sus propias palabras). La comunicación bacteriana es importante como parte de la microbiota de nuestro organismo y por su papel en las infecciones, en las que hay una etapa de baja actividad hasta que se forma un grupo numeroso, como si esperaran a acumular fuerzas, y entonces realizan un ataque masivo al organismo. A partir de ese fenómeno, se están desarrollando moléculas antagonistas de esas sustancias para interferir en la comunicación como una posible vía antimicrobiana para bacterias resistentes a los antibióticos, cuya eficacia en ratones ya ha sido demostrada en laboratorio. 

 

Jeffrey Gordon

 
 

Mary's Meals  

 

Premio Princesa de Asturias de la Concordia 2023 

 

Mary's Meals es una organización sin ánimo de lucro con sede en la localidad escocesa de Dalmally, cuyo principal objetivo es suministrar una comida diaria a niños en edad escolar en su centro educativo. 

 


Mary's Meals es una organización sin ánimo de lucro con sede en la localidad escocesa de Dalmally, cuyo principal objetivo es suministrar una comida diaria a niños en edad escolar en su centro educativo, en dieciocho de los países más pobres del mundo. Fundada en 2002 por Magnus MacFarlane-Barrow, sus orígenes se remontan a 1992, cuando la guerra de Bosnia generó en Magnus y en su hermano Fergus la necesidad de ayudar a la gente afectada por el conflicto, para lo cual organizaron una campaña de recogida de ayuda de todo tipo, que pocas semanas más tarde llevaron personalmente a Bosnia. Las donaciones seguían llegando y Magnus decidió fundar la organización benéfica Scottish International Relief (SIR). Pocos años más tarde, en 2002, una campaña de lucha contra la hambruna en Malaui llevó a Magnus MacFarlane-Barrow a reorientar la misión de la organización con el objetivo de proporcionar una comida diaria en la escuela a los niños con hambruna crónica, y a refundar la entidad bajo su denominación actual: Mary's Meals. Cada día del calendario escolar, Mary's Meals proporciona una comida de calidad a muchos de los niños más desfavorecidos del mundo. En estos momentos el impacto de su ayuda alcanza a 2 429 182 niños cada día lectivo en los países en los que la ONG desarrolla su trabajo. Para conseguir este objetivo su fundador y actual director ejecutivo, Magnus MacFarlane-Barrow, ideó un sistema que permite una reducción máxima de costes, que consigue que con solo 22 € al año se pueda alimentar a un niño cada día que asiste a la escuela. Las comidas son cocinadas y repartidas en su centro escolar por personal voluntario de la comunidad beneficiada. Cada niño tiene su recipiente para poder comer, ya que es la forma de comprobar que pertenece a una escuela de la organización y que asiste diariamente a clase. Para poder recibir la comida, los niños deben ir a clase. Esta es la técnica utilizada por Mary's Meals para mejorar el nivel académico y las tasas de escolarización en los países en los que está presente. En todos los centros los estudios son gratuitos, lo que representa una doble ayuda para las familias: escolarizan a sus menores y a su vez los alimentan con una comida nutritiva que, en muchos casos, se trata del único sustento del día. Asimismo, Mary's Meals utiliza productos locales para la elaboración de las comidas que sirve, que a su vez son reforzadas con complejos vitamínicos, para asegurar un mínimo nutricional.

Actualmente, Mary's Meals está presente en dieciocho países: Kenia, Liberia, Sudán del Sur, Tailandia, Zambia, Zimbabue, Siria, Yemen, Níger, Etiopía, Líbano, Benín, Myanmar, Ecuador, Haití, India, Madagascar y Malaui; en este último desarrolla el mayor programa de comidas en colegios, con el que alcanza a más de 1 080 800 niños cada día lectivo. Asimismo, la ONG ha prestado ayuda en situaciones de emergencia como las vividas tras el terremoto de Haití en 2010, el tifón de Filipinas en 2011 o la hambruna y la escasez de alimentos que afectaron a varios millones de personas en Kenia y Sudán del Sur en 2014. Desde 2017 proporciona comida a cerca de 5040 niños de diecisiete escuelas en la ciudad siria de Alepo y en 2018 empezó a dar comidas a casi trescientos niños encarcelados en Madagascar.

Magnus MacFarlane-Barrow ha recibido diversos reconocimientos por la labor de su organización: fue incluido en 2010 en la lista de los diez héroes de la década por la cadena CNN, en la de las cien personalidades más influyentes de 2015 según la revista Time y recibió en 2016 la Medalla Livingstone de la Royal Scottish Geographical Society, por su contribución al trabajo humanitario con un claro alcance geográfico.

 


 

 

Premios Princesa de Asturias 2023

 
 
 

 

Discurso de Su Alteza Real la Princesa de Asturias, 

Premios Princesa de Asturias 2023

 


Discurso de SS.MM. el Rey de España, 

Ceremonia de los Premios Princesa de Asturias 2023

 
 
 
 

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