Volvemos con un par de artículos para la sección de GASTRONOMÍA para empezer cómo congelar pescado y marisco de forma de segura y la segunta parte las mejores recetas con café.
Congelar el pescado y el marisco ayuda a proteger estos alimentos contra el anisakis.
Una vez lo ponemos en el frigorífico, no se puede volver a congelar, como tampoco se puede descongelar e intentar congelar lo que no vayamos a cocinar
Son productos que se suelen congelar habitualmente, puesto que sus precios fluctúan mucho y eso hace que muchos compren cuando el precio es más bajo
Evitar que entre humedad o aire en el envoltorio será clave para que tanto el pescado como el marisco mantengan sus propiedades y su sabor
Hay muchas familias que son previsoras y que compran los alimentos de cenas y veladas especiales semanas e incluso meses antes de que se produzcan estos encuentros. Esto suele ocurrir con el pescado y el marisco, cuyos precios fluctúan bastante, especialmente en periodos como la Navidad.
En paralelo, cuando compramos productos que no son para consumir inmediatamente o en pocos días, el congelador se convierte en un gran aliado, puesto que permite mantener los alimentos en buenas condiciones y sin alterar su calidad ni sabor.
Además, también ayuda a proteger contra el anisakis, una enfermedad en el sistema digestivo provocada por la aparición de larvas de parásitos en el pescado. Para evitar estos riesgos y conservar perfectamente sus propiedades, te explicamos cómo congelar el pescado y el marisco de forma segura:
Congelar pescado y marisco
Como todos los alimentos, es imprescindible congelar el pescado y el marisco lo antes posible. Cuando hayas llegado de la pescadería o del supermercado, lo primero que hay que hacer es limpiarlo. Es algo que los pescaderos ya hacen, pero puede ocurrir que aún quede alguna escama (se quita poniendo el pescado bajo el grifo de agua) o alguna espina.
Si ya tienes algún plato en mente y quieres hacer el pescado en rodajas o lomos, es muy aconsejable trocearlo y no congelar piezas enteras. Debemos evitar tener que hacerlo después de que se descongele.
En referencia al envoltorio con el que se puede congelar el pescado y el marisco, hay varias opciones, entre las que están las bolsas de plástico para congelación, papel de aluminio, tuppers, bolsas con cierre zip o el propio papel que se usa en la pescadería para poner el pescado. El abanico puede ser más amplio, pero es fundamental que no haya mucho aire dentro del envoltorio del producto o que pueda entrar humedad o bien otros olores.
Tras este paso, toca ponerlo en el congelador para evitar que se rompa la cadena de frío, ya que en caso contrario se podría malbaratar el producto. Esto es lo que corresponde cuando este pescado o marisco no se vaya a comer en uno o dos días como mucho. La gran mayoría de los pescados se pueden congelar en crudo, pero en el caso de comprar ostras o percebes, es preferible no hacerlo. Su calidad no es la misma.
En cuanto a su colocación, cabe decir que siempre es mejor ponerlo en el primer cajón, que es la parte que suele estar más fría del congelador. Sobre la potencia a la que debe estar el electrodoméstico, es aconsejable subirla a lo máximo que se pueda durante 45 minutos para que no pierda temperatura. Si puede alcanzar los -15ºC, mejor.
Finalmente, es una buena opción anotar en un papel la fecha en la que el pescado y marisco han sido congelados y no dejar transcurrir más de allá de seis meses. Tampoco hay que olvidar que, una vez el pescado está en el frigorífico, no puede volver a congelarse, como tampoco se puede sacar cuatro rodajas, dejar que se descongelen, comer tres y volver a congelar la restante.
Descongelar pescado y marisco
Sin duda, el proceso de descongelar un alimento es igual de significativo que el de congelar, puesto que puede perder propiedades. Algunos pescados, como ahora el salmón, se pueden cocinar sin descongelar, pero es algo bastante excepcional.
Lo que hay que hacer es sacar el pescado y marisco un día antes de cocinarlo y no dejar que se descongele a temperatura ambiente, sino que este proceso se haga lentamente en el frigorífico. Se recomienda dejar pasar 24 horas.
Mejores recetas con café
Mejores recetas con café
El café es uno de esos ingredientes que levantan pasiones
Esta bebida se suele incorporar a una gran cantidad de recetas de repostería
No obstante, también sorprende y queda de maravilla en platos salados
El café es, para muchos, lo primero que toman al levantarse. Es el centro de las sobremesas y también de las quedadas con amistades. Algunos lo toman con leche, otros solo, de sobre o de máquina. Pero lo tomes como lo tomes, lo que es seguro es que pocas cosas unen tanto como esta bebida de sabor intenso y tostado.
Además de tomarse como bebida, el café también puede convertirse en el ingrediente principal de multitud de recetas, tanto dulces como saladas. Ejemplo de ello es el mítico tiramisú, pero también hay otras preparaciones como el flan de café o el pollo al café.
En NIUS te traemos cinco preparaciones esenciales para el recetario de cualquier amante del café.
1. Tiramisú
El tiramisú puede presentar múltiples variaciones de contenido y forma (Pexels).
El tiramisú es un clásico de los postres con café. Y a pesar de ello, sigue siendo irresistible para la mayoría de paladares y uno de los dulces estrella de gran cantidad de restaurantes. Existen multitud de variaciones del tiramisú, pero en NIUS te traemos la receta tradicional para que tú mismo puedes hacer tus propias modificaciones.
- Ingredientes: 500 gramos de queso mascarpone, 2 huevos, 20 bizcochos de soletilla, 350 mililitros de café, 80 gramos de azúcar, cacao en polvo para decorar.
- Paso a paso: monta las claras de huevo a punto de nieve y reserva. A continuación, bate las yemas con el azúcar hasta que blanqueen, incorpora el mascarpone y remueve. Después, incorpora las claras montadas y mezcla suavemente hasta que los ingredientes se integren. Moja los bizcochos en café y crea una capa con ellos en un molde cuadrado o rectangular. Después, añade una capa de la mezcla de mascarpone, vuelve a colocar una capa de bizcochos mojados en café y repite hasta finalizar con una capa de mascarpone. Espolvorea cacao en polvo y deja reposar en la nevera hasta el día siguiente.
2. Flan de café
El flan es uno de los postres de toda la vida y uno de los que menos calorías aporta al consumirlo. Sin embargo, el flan tradicional también ha evolucionado y cuenta con versiones diferentes, como este que incorpora café y hace que la receta sea, si cabe, todavía más deliciosa.
- Ingredientes: 4 huevos, 200 mililitros de café, 300 mililitros de leche o bebida vegetal, 100 gramos de azúcar. Para el caramelo: 50 gramos de azúcar y 2 cucharadas de agua.
- Paso a paso: prepara el caramelo fundiendo el azúcar en agua en una cazuela. Una vez hecho, ponlo en el fondo de los moldes. Bate los huevos, el café, la leche y el azúcar hasta que no queden grumos. Reparte la mezcla en las flaneras y ponlos en una bandeja cubierta de agua para que se hagan al baño maría. Mételos en el horno a 180 grados durante unos 45 minutos.
3. Café dalgona
Hace unos meses, el café dalgona se convirtió en todo un fenómeno de Internet. Se trata de un café extremadamente espumoso que tanto puede disfrutarse frío como caliente.
- Ingredientes: 4 cucharadas de café soluble, 4 cucharadas de azúcar, 4 cucharadas de agua caliente y leche o bebida vegetal.
- Paso a paso: Bate el café soluble, el azúcar y el agua hasta que espese. Llena dos vasos con hielos (si lo quieres frío) y leche o bebida vegetal. Corona la preparación con la crema de café y sirve inmediatamente.
4. Salsa de café
Aunque no es tan habitual, el café también puede emplearse en recetas saladas. En esta ocasión se convierte en la base de una apetitosa salsa con la que acompañar platos principales como carne roja, pollo y pescado.
- Ingredientes: 4 cucharadas de mantequilla, media taza de café, 30 gramos de azúcar, 236 mililitros de nata para montar, dos cucharadas de ron y 2 cucharadas de canela.
- Paso a paso: en una olla a fuego medio agrega la mantequilla, el azúcar y la canela y remueve hasta que se incorporen todos los ingredientes. Añade el café y deja cocinar durante cinco minutos. Finalmente, agrega la nata y el ron y deja al fuego hasta que espese.
5. Muslos de pollo al café
Como ya hemos visto con la anterior receta, el sabor del café combina a la perfección con carnes como la de pollo. Esta receta es muy fácil de preparar y además, te aseguras de sorprender a tus comensales.
- Ingredientes: 6 muslos de pollo, 1 cebolla, 250 mililitros de caldo de ave, una taza de café, harina, aceite de oliva, sal y pimienta.
- Paso a paso: sazona y enharina los muslos de pollo. Fríelos en la sartén hasta que estén hechos y dorados. Añade la cebolla picada y deja cocer hasta que se dore. Añade el caldo de ave y cocina a fuego fuerte. Cuando el pollo comience a pegarse al fondo de la cazuela, añade la taza de café y dale un último hervor.
Nos vemos pronto dentro de 15 días con otra nueva entrada de GASTRONOMÍA.
TODA LA INFORMACION LO HE ENCONTRADO EN LA PÁGINA OFICIAL DE Nius
Pirata Oscar
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