Berlin
El duelo entre La zona de interés y Anatomía de una caída empezó en el Festival de Cannes. Las dos películas competían en sección oficial y acabaron en el primer y segundo puesto. Mientras Justine Triet se catapultaba como la tercera mujer en ganar la Palma de Oro, el británico Jonathan Glazer se quedaba con el segundo puesto. Dos de las mejores películas de la temporada han vuelto a cruzarse en los Premios del Cine Europeo, unos galardones que tratan de reivindicar un cine de autor, que llegue a los espectadores y que ofrezcan un discurso sobre el mundo. El thirller judicial sobre la verdad y el discurso, Anatomía de una caída ha vuelto a derrotar a La zona de interés, una magnífica mirada al holocausto que es una reprimenda para el mundo actual. Cuatro premios ha logrado, entre ellos el de la mejor película europea del año.
También mejor dirección y mejor guion, en este caso, un premio compartido, pues lo ganaban Triet y Arthur Harari, pareja artística y sentimental, que firman una historia sobre matrimonio, sobre cómo contar la verdad, a través de un thriller judicial en el que Sandra Hüller interpreta a una escritora de autoficción acusada de matar a su marido. "Es la actriz perfecta para la complejidad de este personaje. La hice ser una víctima, es una mujer que quiere ser independiente, cualidades que hacen sospechosa a toda mujer. El juicio es como un teatro, donde todo el mundo la observa", decía Triet. Por cierto, que la película no será la que represente a Francia en los Oscar, pues el país eligió otra para ese periplo. La actriz alemana, que también estaba nominada por el filme de Glazer, ganaba el galardón por este papel de sospechosa, una mujer incómoda en una sociedad que la mira desafiante. Es el segundo premio que gana Hüller, que ya triunfó aquí con la comedia alemana Toni Erdmann. "Actuar es enfrentar lo que ocurre en cada momento", decía la actriz, que paralizaba a la audiencia pidiendo unos minutos de silencio para pedir juntos paz.
La Academia Europea tiene sede aquí en Berlín y la preside, desde hace un par de años la directora polaca Agnieszka Holland quien, por cierto, también era una de las finalistas de la noche por Green border, junto al italiano Matteo Garrone, por Yo Capitán, dos películas que hablan del mayor reto ahora mismo en Europa, el racismo y la pasividad de gobiernos y ciudadanos ante el fenómeno de la migración. La quinta era Fallen Leaves, el regreso de Aki Kaurismaki, donde el director finlandés vuelve a dar dignidad a sus personajes tristes de la clase obrera.
El cine español pisa fuerte en Europa
Pablo Berger lograba el premio a la mejor película de animación por Robot Dreams. "Que la industria nos trate igual. Ese es mi mantra", decía Berger sobre por qué la animación debe estar mejor considerada en el cine europeo. Hacía subir a la productora, la catalana Sandra Tapia y hacía gritar al público: "La animación no es un género", parafraseando a Guillermo del Toro. "Quiero dedicárselo a toda la industria de animación española", decía emocionado. "Y yo creo que todavía hay que insistir que la animación no solamente cuenta historias para niños, que está muy bien, sino que puede también contar historias para adultos, puedes hacer musicales y puedes hacer cosas que no se pueden hacer realmente ni imaginar", nos decía en la Cadena SER sobre su película, recién estrenada en cines y que va a tener un potente estreno internacional y que ya aparece en algunas de las quinielas para los Oscar. Robot dreams es la historia de amistad de un robot y un perro en el Nueva York de los ochenta.
Además de Berger, subía al escenario Isabel Coixet, "una fuerza de la naturaleza", como la definía la actriz Laia Costa, que ha trabado con la directora en Foodie Love y en Un amor, película todavía en cines. La directora catalana recogía uno de los premios de honor de la Academia del Cine Europeo por su contribución al cine europeo. "Lo que he aprendido en mis años de carrera es que detrás de la cámara no hay fronteras ni límites, ojalá el mundo real fuera así. Todos los cineastas en Europa a los que les han dicho que no", decía la directora y bromeaba con que la estatuilla de plata parecía un juguete sexual.
Dos premios más para el cine español ha sumado al marcador la película de Jota Bayona, La Sociedad de la nieve, que ahora mismo pugna por entrar entre las finalistas a los Oscar. Premio a los mejores efectos especiales, para Laura Pedro y Félix Bergés, y al mejor maquillaje y peluquería, para Ana y Belén Lopez-Puigcerver por recrear la tragedia de los Andes que ocurrió en 1972 y en la que sobrevivieron 29 pasajeros a un accidente de avión en la cordillera andina, en uno de los entornos más hostiles.
El premio al descubrimiento, ese que ensalza las óperas primas europeas, ha sido para la británica Molly Manning Walker por How to have sex, una película sobre el consentimiento que se ambienta en uno de esas ciudades de vacaciones para que los adolescentes desfasen con alcohol, drogas y sexo. Una película que estuvo en Cannes y que tiene mucha presencia en los premios del cine británico independiente, y que dejaba fuera a la candidata española, 20.000 especies de abejas, de Estíbaliz Urresola.
Béla Tarr, homenaje a la leyenda del cine europeo
El legendario director húngaro, autor de películas como Sátántangó o El caballo de Turin ha sido reconocido por la Academia de Cine Europeo con su galardón honorífico. Dice que ya no rodará más, pues todo lo que tenía que contar lo ha contado en películas que han quedado en la memoria de todo cinéfilo. A sus 68 años sigue dirigiendo una escuela de cine donde forma a nuevas generaciones de cineastas, enseñándoles curiosidad y ganas de romper moldes en el cine europeo. Entre sus alumnas, por cierto, destaca la cineasta española, Pilar Palomero. "La gente joven me pide consejo para estar en la industria. Yo no tengo consejos. Solo que sean ellos mismo y que manden a tomar por saco a la industria del cine. Si no tienen dinero, que no se preocupen, pueden rodar con el teléfono, el ordenador o internet. Lo más importante es que sean libres. Todos tenemos que vivir libres", decía en su discurso.
Nacido en Hungría, Béla Tarr inició sus primeros experimentos cinematográficos como aficionado a la edad de 16 años. Su debut cinematográfico se produjo en 1979 con Family Nest, y se convirtió en un cineasta de culto con Sátántangó, basada en la novela de László Krasznahorkai, presentada en la sección Forum de la Berlinale en 1994, donde ganó el Premio Caligari. Es el sexto cineasta que recibe este reconocimiento; los anteriores fueron Manoel de Oliveira, Michel Piccoli, Sir Michael Caine, Andrzej Wajda y Costa-Gavras.
El otro homenaje de la noche ha sido para la actriz británica Vanessa Redgrave, una de las ausentes de la noche. La protagonista de Isadora o Blow up es un icono del cine mundial a quien la academia ha querido premiar. " Me siento muy honrada de que mi hija me haya dado este premio, por muchas razones, pero sobre todo porque gracias a su padre, Tony Richardson, que se enamoró de mi, empecé a entender algo sobre el cine, sobre actuar. No me dio grandes papeles, pero sí grandes películas. Gracias Europa, que ha producido extraordinarias películas en los últimos años", decía la actriz por Zoom, junto a su hija, que le entrega virtualmente el premio en una emocionante estampa. Todo en una gala larguísima, de más de tres horas, sin ritmo y donde ha faltado el activismo y el brío de otras ediciones donde se defendía mucho más el cine de autor y el cine independiente y donde ha pasado de puntillas la guerra en Gaza o en Ucrania, tan solo una mención al inicio de la gala y en la parte no televisada.
Todos los ganadores de los Premios del Cine europeo
Mejor película: Anatomía de una caída
Mejor director: Justine Triet por Anatomía de una caída
Mejor guion: Justine Triet y Arthur Harari por Anatomía de una caída
Mejor actriz: Sandra Hüller por Anatomía de una caída
Mejor actor: Mads Mikkelsen por La tierra prometida
Mejor película de animación: Robot dreams, Pablo Berger
Mejor descubrimiento: How to have sex, Molly Manning Walker
Mejor documental: Smoke sauna sisterhood, Anna Hints
Mejor película para el público joven: Scrapper de Charlotte Reagan
Mejor cortometraje: Total Refusal, Susanna Flock, Robin Klengel
Mejor fotografía: Rasmus Videbæk por La tierra prometida
Mejor música: Markus Binder por Club Zero
Mejor montaje: Laurent Sénéchal por Anatomía de una caída
Mejor vestuario: Kicki Ilander por La tierra prometida
Mejor diseño de producción: Emita Frigato por La Chimera
Mejor sonido: Johnnie Burn, Tarn Willers por La zona de interés
Mejores efectos especiales: Laura Pedro y Félix Bergés por La sociedad de la nieve
Mejor maquillaje: Ana y Belén Lopez-Puigcerver por La sociedad de la nieve
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