PARÍS 2024 | NATACIÓN ARTÍSTICA
El equipo de Mayuko Fujiki, tercero en la rutina acrobática tras su segunda plaza en la técnica y cuarta en libre, se cuelga el bronce, la primera presea desde Londres 2012.
La tarde culminante de la natación artística por equipos en París 2024 comenzó con Ona Carbonell y concluyó con una exultante Anna Tarrés celebrando el oro de China. Ni el más sarcástico o despiadado guionista hubiera trazado un hilo con tanta finura.
Porque la primera en concursar fue la Australia de Paula Klamburg, que estudió Diseño con Ona. Obviamente al mando de Estados Unidos compareció Andrea Fuentes, su ‘partenaire’ en el dúo con que fueron plata olímpica. Y, entre medias, brilló la España de Mayuko Fujiki, antaño ayudante, ahora seleccionadora. Si algo tienen en común todos estos nombres -batallas al margen- es Pekín 2008 y Londres 2012. La época dorada de la sincronizada española. La nueva generación, de Meritxell Mas, la saltadora de 29 años, a su tocaya Meritxell Ferré, la acróbata de 17, al fin ha vuelto a subir al podio, 12 años después.
Para cuando entró en concurso España, en quinto lugar de diez participantes pese a que su posición provisional era tercera -Estados Unidos y China sí actuaron penúltima y última, respectivamente-, el ambiente ya se había caldeado con la eléctrica actuación de Francia y su cancán que convirtió el Centro Acuático de Saint Denis en un divertido Moulin Rouge, que les deparó a las anfitrionas una de las grandes notas de la tarde: 268.8001. Porque si algo tiene esta rutina acrobática, debutante en unos Juegos y que las españolas exhibieron por vez primera en los Mundiales de Doha, el pasado febrero, es que por su espectacularidad gusta incluso al más profano.
Y ahí estaban. Meritxell Ferré, Marina García, Lilou Lluís, Meritxell Mas, Alisa Ozhogina, Paula Ramírez, Iris Tió y Blanca Toledano, con Sara Saldaña como suplente, dispuestas a maravillar en lo que se había convertido en una final, tras su segundo puesto en el ejercicio técnico y el cuarto en el libre. A 79 puntos de la inalcanzable China. A nueve de Estados Unidos. Y cinco por delante de Japón. Presentando un grado de dificultad que, entre las aspirantes, solo superaban las chinas. Y entrando con toda la garra del preludio ‘O fortuna’ de Carmina Burana, combinádolo con el urbano ‘Lose Yourself’ del rapero Eminem. Con Mayuko Fujiki aplaudiendo a rabiar. Y con las nadadoras fundiéndose en un abrazo nada más acabar, dentro del agua, sabedoras de su magnífica puesta en escena.
267.1200 puntos se llevó España por su sensacional rutina, con las siete acrobacias obligadas, sin ‘base marks’, para una nota de 900 en total. Y a la espera de lo que hiciera Japón, sacando calculadora para que no sacara más de 272 puntos y así poder mantener ese podio virtual. Las niponas, a pesar de su notable ejercicio, no lograron pasar de 252.7533, aun sin penalizaciones pero con una nota de elementos muy baja.
Las españolas seguían primeras en la clasificación provisional, delante de Francia y de las niponas, y tan solo faltaban por aparecer México, que necesitaba sumar más de 300 puntos para superarlas (em 263 se quedó), unos Estados Unidos expertos en acrobacias gracias a Fuentes y a su marido, el exgimnasta olimpico Víctor Cano (271.3166 puntos para un total de 914), y una China actualmente de otro planeta, que ha asumido el papel histórico de la hoy sancionada Rusia: 996 fue su estratosférica nota final.
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