

Badio (28 puntos) y Pradilla (29 de valoración) dejaron sin premio un buen arranque de partido del Tenerife.
El Valencia Basket jugará la tercera final de la Liga Endesa en toda su historia. Sufrió en la primera mitad en el Santiago Martín ante un Tenerife desatado pero sacó el rodillo taronja en el tercer cuarto para encarrilar su billete directo para la final (87-94). La Fonteta tendrá un último baile (o dos) a la altura, con la final de 2017 en el recuerdo. Soñar con un título de Liga en el último partido del recinto taronja, antes de la mudanza al Roig Arena, es gratis.
Esta vez Montero estuvo muy discreto pero el disfraz de superhéroe se lo puso Brancou Badio, firmando el mejor partido desde que está en Valencia. 28 puntos, muchos de ellos cruciales en el devenir del partido, y una defensa que acabó por extenuar a la estrella local, Marcelinho Huertas, le hicieron acaparar los flashes. Se los llevó todos pero otra vez Pradilla aguantó a los suyos cuando venían mal dadas y brilló en pleno aluvión de juego taronja. Sus números, de MVP: 19 puntos, 5 rebotes y 29 créditos de valoración. ¡Vaya playoff está haciendo el maño! Junto a ellos, la tercera pata del banco fue Josep Puerto: 13 puntos, con solo un fallo en tiros de campo en todo el partido, y sobre todo, 8 rebotes, el punto flaco del Valencia cuando el Tenerife volaba por la pista.
Los de Vidorreta se despiden de la Liga Endesa con un sobresaliente. Llegaron en el playoff hasta donde le dieron las fuerzas ante un rival de mucha envergadura y en la liga regular transitaron entre las tres primeras posiciones durante toda la temporada. Marcelinho, con 17 puntos y 8 asistencias, lo intentó hasta el final. El orgulloso aplauso del Santiago Martín, al final del partido, fue el mejor premio.
Pero no fue un partido fácil para el Valencia. Lo dijo Pedro Martínez nada más acabar el segundo encuentro. Y así sucedió. La energía cambió de bando en el primer cuarto. La Laguna Tenerife sabía que era ahora o nunca y salió con todo al tercer encuentro. Que Badio hiciera dos faltas en 1:15 también influyó. Con él al banquillo, parecieron irse las fuerzas taronjas y, pese a un inicio prometedor de Pradilla, el equipo aurinegro empezó a superar en todo al taronja. Sin rebote no hay paraíso para el Valencia y en el primer cuarto fue un monólogo local bajo los aros (12 capturas tinerfeñas por solo dos valencianas). Con Marcelinho como jefe de todo, los de Vidorreta compartieron el balón y metían desde todos los lados. Un ejercicio coral que contrastaba con la incomodidad visitante para anotar, sobre todo desde fuera (1 de 9 en triples en toda la primera mitad). Recibir 29 puntos en el primer cuarto no estaba en la libreta de nadie. Una canasta de Puerto mitigaba la renta insular al final del primer acto (29-20).
El Tenerife ya no iba a parar. Hasta donde le dieran las fuerzas. Pedro Martínez introdujo a Badio, ya no podía esperar más. Y el Valencia cambió. Aun así, dos triples seguidos de Fitipaldo puso la máxima ventaja local (39-25, min. 12) en todo el partido. El Valencia necesitaba recuperar su estilo. Lo logró con Badio (9 puntos en el segundo cuarto) pero la brecha aún era amplia. Un parcial de 2-9, con triple de Ojeleye incluido, redujo distancias. Al Tenerife ya le costaba anotar, Vidorreta se desgañitaba en la banda pidiendo faltas. Dos libres de Badio y otro robo del africano con mate al contrataque lo dejaron en 45-39 al descanso.
De ahí salió un Tenerife que parecía rebelarse, con cinco puntos seguidos, triple incluido de Scrubb (50-39, min. 21). Un espejismo. En ese mismo instante, el Valencia se transformó en los Bulls de los 90. Badio fue Jordan; Puerto, Scottie Pippen; y Pradilla, Rodman. El parcial hasta el final del tercer cuarto fue de 10-33. El senegalés las metía de todos los colores y lideraba la defensa, asfixiando a Marcelinho. Y el de Zaragoza estaba en todas partes. De Larrea también estaba fino en la dirección y Puerto, una roca en el rebote. El Valencia recuperaba su estilo a lo bestia. Mala cosa para el Tenerife.
Dos libres de Costello, al inicio del último acto, pusieron la máxima taronja en todo el partido (60-74, min. 31). Al Tenerife le quedaban 9 minutos de vida y se lo iba a dejar todo hasta el final. Pero cada vez que se acercaban y se veían con opciones de remontar, aparecía la sombra de Brancou Badio: sobre la bocina, de dos, de tres... El Tenerife boqueaba y aún se llegó a ilusionar otra vez tras una pérdida de Montero que acabó con dos puntos más falta a Marcelino. El brasileño falló el libre y al instante Puerto clavó un triple que fue el game over para el grupo de Vidorreta.
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