Durante la madrugada del sábado 29 al domingo 30 de octubre, cuando las agujas del reloj marquen las 3:00, habrá que volver a las 2:00.
El final del verano se acerca y el 23 de septiembre el equinoccio dará la bienvenida al otoño. Y con ello también se aproxima el cambio al horario de invierno en España, que, como cada año, tendrá lugar el último domingo de octubre.
De esta forma, el cambio de hora tendrá lugar el domingo 30 octubre, en concreto a las 3:00 (hora peninsular) de la madrugada del sábado 29 al 30 de octubre. En ese momento, el horario se retrasará una hora y cuando las agujas del reloj marquen las 3:00, habrá que volver a las 2:00.
En consecuencia, durante la noche del 29 al 30 de octubre se dormirá una hora más. Cabe recordar, que en cuanto a la luz natural, a partir de ese día amanecerá a una hora más temprana y también atardecerá antes.
El motivo por el que se cambia la hora
El objetivo de efectuar un cambio de hora en dos ocasiones cada año es ajustar la jornada laboral con las horas de luz diarias para así aprovechar más la luz natural y conseguir un ahorro energético.
Esta medida está recogida en un texto normativo que regula el cambio de hora en todos los países que conforman la Unión Europea: la Directiva 2000/84/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 19 de enero de 2001.
Un futuro incierto
Sin embargo, el cambio de hora se encuentra desde hace algunos años en entredicho. De hecho, la Comisión Europea realizó una encuesta en 2018 sobre esta cuestión en la que la mayoría de los participantes se mostraron en contra de mantener el cambio de hora.
Posteriormente, en el año 2019, el Parlamento Europeo respaldó poner fin a esta situación a partir de marzo de 2021, con una resolución que permitía a cada país elegir si quería mantener el horario de verano o el de invierno, pero finalmente la iniciativa no salió adelante.
Por otro lado, el propio Ministerio para la Transición Energética aseguró en el año 2019 que “no existen informes actualizados ni experiencias contrastadas” que “permitan aseverar que el cambio de hora lleve asociados ahorros energéticos”, más allá de las estimaciones de ahorro en iluminación de 300 millones de euros que IDAE realizó “hace algunos años”.
El departamento que dirige Teresa Ribera señaló entonces que “las nuevas exigencias de eficiencia energética en iluminación, edificación y en los sistemas de climatización, han modificado significativamente los datos que originalmente se utilizaron para calcular los ahorros energéticos”.
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