PARÍS 2024 | VÓLEY PLAYA
Las españolas, de 22 años, desatan la locura en la emblemática sede tras superar a las neerlandesas Stam y Schoon. Se unen a Gavira y Herrera.
De Pablo Herrera y Adrián Gavira, 42 años y seis Juegos el primero, 36 y cuatro el segundo, a Daniela Álvarez y Tania Moreno, de 22 ambas y en su primera experiencia olímpica. Este lunes, la Torre Eiffel fue completamente española. Las chicas, con una remontada para el recuerdo, la hicieron tambalear. Como sus compañeros de selección, después de superar a las neeralndesas Katja Stam y Raisa Schoon (18-21, 21-19 y 15-13 en una hora exacta) ya están en cuartos de final, siendo las primeras españolas en alcanzar dicha cota. El vóley playa nacional, con récord histórico, llegaba a tierras francesas con tres parejas dispuestas a dar la sorpresa. De momento, dos, de la veteranía a la juventud, ya está a dos pasos de las medallas.
“No sé si ha sido el partido de nuestras vidas, quizás a nivel mío personal, técnicamente, tácticamente, no ha sido el más positivo, pero sí que hemos luchado por cumplir un sueño, por hacer historia y creo que eso ha sido lo que ha hecho especial esta victoria”, celebraba Tania con los medios presentes, entre ellos AS, con un hablar rápido que delataba que los nervios aún estaban en el cuerpo. “Es histórico y estamos aquí para seguir haciendo historia. No nos conformamos. Seguro que los chicos saben que tienen la misma oportunidad que nosotras para acercarnos a esas medallas. Tengo muy claro que ambos vamos a luchar por estar en el pódium. Es un gran día para España”, se sumaba su compañera de arena y vida, Daniela.
Las españolas juegan juntas desde los 15 años. Confían tanto en las posibilidades de su dupla que ambas cruzaron el charco para poder seguir de la mano mientras estudiaban, en la Universidad Cristiana de Texas (TCU). Su complicidad, de pasar “365 días al año la una al lado de la otra”, se nota en la pista. Sobre todo, cuando las cosas se ponen cuesta arriba, como ante la Dama de Hierro. En el tramo final del primer set, las neerlandesas, quintas en el Mundial del año pasado y también en el ranking (las españolas son decimosextas), impusieron su experiencia en la élite, con varios ataques que terminaron dinamitando una manga, hasta ese momento, muy igualada (se llegó al 17-17). En el segundo parcial, sin embargo, las cosas fueron muy distintas.
“¡España nunca se rinde!”
Todo cambió con un 18-14 a favor de Schoon y Stam, un muro de 192 centrímetros. A diferencia de lo ocurrido en el primer set, aprendiendo a una velocidad de vertigo, Tania y Daniela reaccionaron a lo grande. “¡España nunca se rinde!”, empezaron a cantar las gradas, pobladas de aficionados nacionales. Y ellas no se rindieron. “No estaba jugando suelta y en el estado de flow que me gustaría, pero Dani y yo tenemos buen historial con las remontadas, nunca dejamos de confiar y sabía que me estaba apoyando al 100%. Me ha dado mucha fuerza, no solo ella, sino que toda la afición española presente”, revelaba Tania, que abrazó a su compañera y se lanzó a por la épica. Primero, con seis puntos seguidos para encarrilar esa segunda manga. Luego, con un desempate que jugaron como un par de veteranas. Como si fueran Herrera y Gavira. El vóley playa sueña en grande.
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