Dos acciones de estrategia convertidas por Harmanpreet Singh dieron la vuelta al tanto inicial de Miralles en el choque por el bronce. España muere a las puertas de su quinto podio masculino.
La ilusión se convirtió en hazaña, con el triunfo ante Belgica en cuartos. La hazaña dio paso al jarro de agua fría de las semifinales. Pero se mantenía la esperanza. Y la Selección masculina de hockey hierba acabó por quebrar todos sus anhelos, por morir en la orilla, para entrar en la historia con la peor de las posiciones en unos Juegos Olímpicos: cuarta. A un pasito del podio. De una medalla que habían ido madurando pero que ha acabado degustando la India, que repite el bronce de Tokio 2020. Los penalti córner impidieron emular aquella tercera posición de Moscú 1960.
Un pelotazo fortuito en la cara de Gurjant Singh, cuya integridad física inquietó durante unos instantes, fue lo más destacado de un primer cuarto de respeto mutuo, de tanteo, en un partido donde había tanto a ganar como que perder. La India, con un juego totalmente opuesto al que desplegó Países Bajos para apear a España de la final, más pausado, contemporizando, tuvo una llegada que Sukhjeet Singh envió fuera. Y José María Basterra se topó con Sreejesh Parattu Raveendran.
Ese mismo guardameta de nombre interminable nada pudo hacer al inicio del segundo periodo, en el minuto 18, cuando Gerard Clapés fue objeto de un penalti stroke que Marc Miralles, el capitán, envió al fondo de la portería con toda el alma.
Espoleó el 0-1 a los RedSticks, que se soltaron, dominaron, agazaparon a su rival, que pudo marcharse al descanso con una renta mayor. Porque los asiáticos tuvieron alguna oportunidad, como la de Hardik Singh ante un providencial Luis Calzado, pero más claras fueron la asistencia de Gerard Clapés que se paseó ante la portería y un disparo de Borja Lacalle al poste. Se cumplió a rajatabla aquello de que quien perdona lo acaba pagando, y a tan solo 14 segundos para la media parte aprovechaba un penalti córner Harmanpreet Singh para empatar el partido.
La dio a la salida y la dio a la entrada, concretamente del tercer periodo, el considerado mejor jugador del mundo los años 2021 y 2022. De nuevo en un penalti córner, de nuevo Harmanpreet Singh, avanzaba a los tres minutos de la reanudación a la India, que se venía arriba en busca de la sentencia.
Casi tan noqueada quedaba España como lo estuvo Jordi Bonastre al impactarle la bola en una pierna, lo que precipitó su sustitución. Aun así, llegó a anotar Joaquín Menini el 2-2, en un penalti córner, pero lo anularon entre el árbitro y el Video Umpire porque previamente había tocado la bola en el cuerpo de Alejandro Alonso.
Lucharon los de Max Caldas con todas sus fuerzas por revertir la situación, y casi encontraron la merecida recompensa en un penalti córner forzado por Eduard de Ignacio-Simó que Marc Recasens enviaba fuera cuando parecía que se colaba. Se lo replicó Sukhjeet Singh en el siguiente ataque, cruzando en exceso el disparo. Aunque, para suspense, el del tiro de Marc Reyné que se marchó a cámara lenta a la izquierda de Sreejesh Parattu Raveendran.
Siguió remando España y apretando, al quitar incluso a Luis Calzado a falta de tres minutos para tener un jugador de campo más, y forzando cuatro penalti córner en el último minuto, el segundo de los cuales salvó su portero. Pero todo intento fue infructuoso ante una defensa rival totalmente ordenada y sin fisuras. Así que repite esta amarga cuarta plaza de Tokio 1964 y de Atenas 2004. Que, asimismo, es su mejor resultado en los cuatro últimos Juegos -octava en Tokio 2020, quinta en Rio 2016, sexta en Londres 2012-, desde la plata de Pekín 2008. Antes, la ganó en Moscú 1980 y Atlanta 1996.
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