Un doblete del jugador del Barça ante Japón mete a España en semifinales y en la lucha por las medallas. Abel Ruiz cerró el marcador. Marruecos, próximo rival de la Selección.
En Lyon, la misma ciudad en la que nació Antoine de Saint-Exupéry, autor eterno de El Principito, España coronó a Fermín López como su nuevo delfín, el heredero de los éxitos de la Selección, quien tras ganar la Eurocopa comanda a los chicos de Santi Denia en estos Juegos Olímpicos de París 2024 en los que España se ha metido de lleno en la lucha por las medallas. Un doblete del jugador del Barça encarriló la victoria de La Roja ante Japón (0-3) y permite a España jugar las semifinales en Marsella el próximo lunes ante Marruecos (18:00 horas).
Denia apostó por el mismo equipo que ganó a Uzbekistán en la primera jornada para derribar el muro japonés, imbatido hasta ayer en el torneo, después de que la mayoría de titulares descansaran ante Egipto. Un reposo del que a alguno le costó levantarse, como a Eric, que en el primer minuto ya había visto una amarilla. Se redimió pronto robando un balón en el 11′ en el medio del campo que, además de cortar una contra, acabó en los pies de Fermín en la frontal del área. El del Barça no lo dudó. Zurdazo cruzado a media altura y gol de España. El onubense rozó el segundo dos minutos después, pero llegó forzado al remate tras un centro de Sergio Gómez desde la izquierda.
Con el marcador a favor, los de Denia se relajaron demasiado pronto. Japón subió las líneas de presión y poco a poco fue metiendo a España en su área. El fuera de juego semiautomático libró a La Roja del empate en el 40′, cuando Hosoya aprovechó una falta de contundencia de Cubarsí para girarse en el área y batir a Arnau a la media vuelta. La puntera del japonés estaba unos milímetros por delante de la bota del defensa cuando recibió el balón, algo inapreciable para el ojo humano. Si el delantero hubiera llevado otra marca de zapatillas con menos punta, el partido se hubiera ido 1-1 al descanso. O si el propio Hosoya hubiera afinado algo más su puntería unos minutos después, ya en el añadido, cuando un cabezazo suyo en el área pequeña se acabó estrellando en el poste. Fueron los peores momentos para la Selección, a la que el pitido del árbitro marcando el final de la primera parte le sonó a campana de gloria.
Tras el descanso, el cielo de Lyon, donde había reinado el sol durante todo el día, se nubló y con el nuevo temporal la tormenta la desató Fermín. Abel Ruiz fue el primero en probar suerte desde lejos, pero su disparo se fue alto. Le siguió el azulgrana, también sin suerte desde la frontal. Baena también se quedó a las puertas del gol tras un gran pase interior de Fermín que el del Villarreal no supo culminar en el área. El gol de la tranquilidad parecía andar cada vez más cerca y Fermín, con dos caños incluidos, se iba creciendo con el paso de los minutos. La guinda a su actuación la pondría en el 74′ con un golazo de volea. Sergio Gómez sacó un córner desde la izquierda directo a la frontal, donde Fermín controló con el pecho y golpeó con la derecha a bote pronto. La pelota entró por la escuadra, imparable para Kokubo.
Quedaban diez minutos y hubo tiempo para el lucimiento de otros jugadores españoles en las dos áreas. Primero Arnau Tenas evitó un gol cantado de Hosoya y en el 84′ Abel Ruiz acabó con su sequía durante los JJ OO. El delantero del Girona aprovechó un error de Kokubo en un córner para rematar a placer el 0-3 y cerrar un partido que mete a España de lleno en la lucha por las medallas.
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