Su nueva adaptación de Nosferatu ha debido de lidiar con las comparaciones de la obra maestra del cine mudo de Murnau de 1922, y con el notable remake que realizó Werner Herzog en 1979, y Robert Eggers ha logrado salir del desafío la mar de airoso. Buenas críticas y una recaudación de momento que alcanza los 156,3 millones de dólares a nivel mundial, más que suficiente ya para dar beneficios teniendo en cuenta que su producción costó 50.
Su nueva versión del clásico de Murnau era un deseo que acariciaba desde su debut en el largometraje con La bruja en 2015, y aunque su nombre sonaba para llegar a dirigir una nueva entrega de Dentro del laberinto, The Hollywood Reporter anuncia que su quinta película seguiría derroteros más próximos a los de sus propias visiones sobre grandes mitos del cine de terror que los de The Jim Henson Company.
Se trataría de Werwulf, retomando una historia de hombres lobo que se ambientaría en la Inglaterra del siglo XIII. El proyecto lo volvería a emparejar con el guonista Sjón, con quien ya trabajó en la épica vikinga El hombre del norte. Y teniendo en cuenta que la acción de El faro, coprotagonizada por Robert Pattinson y Willem Dafoe y rodada en blanco y negro, se situaba a principios del pasado siglo XX, queda de manifiesto que a Eggers lo que atrae no es tanto la actualidad sino viajar a épocas pasadas con sus películas.
Contando de nuevo con Focus Features en la producción y aliado con Universal para la distribución, también se ha fijado la más que posible fecha de estreno en las grandes pantallas de Werwulf, y visto que Nosferatu ha funcionado muy bien desde su llegada a los cines el mismo Día de Navidad, tanto en Estados Unidos como en España, entre otros países, esta sería de nuevo la fecha elegida, de momento confirmada para los cines estadounidenses, el 25 de diciembre... pero de 2026.
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MINUTOS EN LA SECCIÓN DE
CINE DE CINEMANÍA
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Pirata Oscar
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