Christopher Nolan rodará por fin la secuela de una película que rechazó hace 21 años

 

Christopher Nolan en el set de 'El caballero oscuro'

 

Cinemanía

 

'La Odisea', el nuevo largometraje de Christopher Nolan, llegará a los cines de España el próximo año, dos décadas después de que al director británico le ofreciesen adaptar 'La Ilíada'. 

 

La historia del cine está salpicada de proyectos largamente perseguidos que, por fin, se hacen realidad. Quizá uno de los casos más singulares sea el de Megalópolis, película que Francis Ford Coppola tenía en mente desde que rodó Apocalpyse Now y, por tanto, hace varias décadas. La de Coppola es una historia con final feliz. La de Stanley Kubrick con su película sobre Napoleón no. En cambio, la de Christopher Nolan con La Odisea es, simplemente, una historia extraña.

La Odisea es uno de los largometrajes más esperados de 2026. Christopher Nolan ha llevado su cine, tan futurista, milenios hacia el pasado para adaptar los textos homéricos. No es la primera vez que la Antigua Grecia ronda el cine del londinense, algo que ya ocurrió hace dos décadas con una adaptación de La Ilíada y que Christopher Nolan rechazó para salvar a Batman.

 

Matt Damon en 'The Odyssey'

 

Universal

 

Christopher Nolan prefería los cómics

Hubo un tiempo en que Batman corría peligro de extinción. Batman y Robin había dejado maltrecho al hombre murciélago, por lo que, cuando se le ofreció a Christopher Nolan la posibilidad de resucitarlo, también se le estaba dando la ocasión de hacer justo lo contrario: es decir, enterrarlo para siempre. Y con él, un tipo de cine, de superhéroes, sin el cual no se entendería el día a día de los estudios en la actualidad.

A Nolan le gustaban los retos. Por eso, rechazó la oferta para dirigir una adaptación de La Ilíada, que acabaría yendo a parar a manos de Wolfgang Petersen y rebautizada como Troya. A los amantes del cine de palomitas, Troya se les antoja una película irrechazable. Es indudablemente entretenida, su dirección es más que correcta y los actores se entregan al máximo para que los textos homéricos cobren vida y se conviertan en auténtico blockbuster.

 

 

Brad Pitt en Troya

 

CINEMANÍA

 

Los helenistas, en cambio, no observan con tanto agrado a Troya, que se toma un centenar de libertades en su adaptación, algo que es muy probable que un obseso del rigor como Christopher Nolan no haga (veremos, de hecho, cómo se las arregla para incluir a Polifemo en su película sin recurrir al CGI). O, al menos, no hasta el punto de poner a una llama correteando por las calles de Troya miles de años antes de que estos animales cruzasen el Atlántico.

 

 

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