martes, 8 de febrero de 2022

CULTURA Y ARTE 63 (Descubren una carnicería neandertal de hace 46.000 años durante las excavaciones en la Cueva de Prado Vargas)

 

Lo que traigo esta semana no pensaba yo los Neandertal tendria una carniceria pues se ha descubiero una de 46.000 años durante las excavaciones en la Cueva de Prado Vargas en Burgos que curioso.

Y la siguente noticia también de de excavaciones Hallan en Murcia una de las torres ibéricas más grandes de las localizadas hasta la fecha en España.

Que grandes noticias encontrar estas excavaciones y mas en España.


 

 

Descubren una carnicería neandertal de hace 46.000 años durante las excavaciones en la Cueva de Prado Vargas

 

 


 

 

Los arqueólogos han hallado más de 2.000 restos de animales y herramientas de piedra con las que poder despiezarlos

Excavaciones realizadas en la Cueva de Prado Vargas, al norte de la provincia de Burgos, han permitido hallar una carnicería neandertal de hace 46.000 años.

La excavación, que concluyó este jueves, se ha realizado en un nuevo sector del nivel 4 permite recuperar más de 2.000 restos que ahonda en la hipótesis de que los grupos de neandertales organizaban el espacio de la cueva según las actividades que en ella realizaron. Este yacimiento situado en la localidad de Cornejo (Merindad de Sotoscueva) forma parte del BIC y del Monumento Natural de Ojo Guareña.

El equipo codirigido por Marta Navazo Ruiz (profesora titular de Prehistoria de la Universidad de Burgos), Alfonso Benito Calvo (investigador del Centro Nacional en Evolución Humana) y Rodrigo Alonso Alcalde (responsable de Didáctica y Dinamización del Museo de la Evolución Humana y profesor Asociado de Prehistoria en la UBU) estuvo formado por 12 estudiantes de la UBU y de la Universidad de Zaragoza.

En 2019, en este yacimiento se descubrió un molar de leche perteneciente a un individuo de 8 años de la especie Homo neanderthalensis. Este diente, conocido con el nombre de Vera, es el resto humano más antiguo descubierto hasta la fecha en la zona de las Merindades, en el norte de la provincia de Burgos.


Durante la campaña de excavación de este mes de agosto los trabajos se han centrado en una zona nueva de la cueva denominada "sector hornacina". En total se han excavado 22 metros cuadrados pertenecientes al nivel 4. Este nivel tiene una cronología de 46.000 años y durante esta verano se han recuperado más de 2.000 restos, predominando los fósiles de animales sobre las herramientas de piedra y los fragmentos de carbones.

Los animales más representativos en este sector han sido los ciervos (Cervus elaphus) y jabalíes (Sus scrofa), seguidos de caballos (Equus ferus), rebecos, (Rupicapra rupicabra) y corzos (Capreolus capreolus).Los huesos aparecen fragmentados destacando los pertenecientes a las extremidades y en menor medida costillas, dientes y otros restos del esqueleto craneal. Destaca el hallazgo de un par de astas y cuatro candiles de ciervo, así como la presencia de varios falanges completas.

A diferencia de otros lugares de la cueva excavados previamente, los fragmentos del sector hornacina presentan un mayor tamaño. Por lo que se refiere a las herramientas líticas, la mayor parte de ellas son de sílex, seguidas de metavulcanitas y arenisca. 

Entre ellas se han descubierto percutores, perforadores, varias puntas, lascas con un tamaño medio de 5 cm, así como toda una serie de núcleos levallois y otros tantos discoides. Los percutores son cantos rodadados de río que fueron introducidos a la cavidad por los neandertales. 

 

Útiles para romper huesos

Estos cantos son herramientas polifuncionales que les sirvieron tanto para ser utilizados como martillos en la fabricación de herramientas, como para romper los huesos largos y de esta manera poder consumir la médula del interior de los mismos.

La concentración de más de veinte percutores en este área concreta de la cueva, así como el tamaño de los huesos y el estudio preliminar de las marcas de corte de los mismos, permite plantear la hipótesis que el sector hornacina fue utilizado por los neandertales de Prado Vargas para desarticular y trocear los restos de animales.

De esta forma los neandertales utilizaron esta zona de la cueva para preparar los alimentos que con posterioridad fueron consumidos en otros lugares de la cavidad.

La localización de este espacio dedicado al procesado cárnico en este sector del yacimiento evidencia el uso diferencial que los neandertales dieron a cada una de las áreas de la cueva.

De esta manera tenemos como estos grupos humanos usaron unas zonas de la cavidad, entre otras cosas, para fabricar las herramientas, otra para trocear los animales cazados y varios espacios diferentes para consumir estos restos troceados previamente en el sector hornacina. 

 

Vertebración cultural de la zona

La Cueva de Prado Vargas es una herramienta de vertebración cultural para el territorio de las Merindades. La excavación sistemática de la Cueva de Prado Vargas se retomó en el año 2016 y desde entonces ha continuado verano tras verano.

Paralelamente al trabajo de campo, el equipo de investigación ha organizado toda una serie de actividades que han permitido dar a conocer los avances y resultados del proyecto a los ciudadanos del las localidades circundantes.

El pasado sábado 14 de agosto se llevó a cabo una jornada de puertas abiertas a la excavación a la que acudieron 71 personas. El día anterior Marta Navazo impartió una conferencia sobre Prado Vargas en la localidad de Espinosa de los Monteros. Esta acción formó parte del programa de actividades desarrollado por el Grupo Espeleológico Edelweiss con motivo de la conmemoración de su 70 aniversario.

Durante este mes se han realizado dos talleres de arqueología en los cuales asistieron 24 niños. La actividad estrella de toda esta línea de actuación de divulgación científica es el programa de voluntariado de lavado de sedimentos arqueológicos provenientes de este yacimiento.

Esta actividad, organizada con la colaboración de la Casa del Parque del Monumento Natural de Ojo Guareña y la empresa Ráspano Ecoturismo, ha contado con la participación de 74 voluntarios que se han encargado de recuperar los restos de conejos, topillos y roedores que entraron en la cueva de Prado Vargas hace 46.000 años.

Desde su puesta en marcha, el proyecto de investigación en Cueva Prado Vargas cuenta con el apoyo económico y material de la Consejería de Cultura de la Junta de Castilla y León, Diputación Provincial de Burgos, el Ayuntamiento de la Merindad de Sotoscueva, las localidades de Cornejo y Quisicedo, Ceder Merindades, la Casa del Parque del Monumento Natural de Ojo Guareña, Ráspano Ecoturismo y la Fundación Palarq.

 

 

 

 

 

 

Hallan en Murcia una de las torres ibéricas más grandes de las localizadas hasta la fecha en España

 

 


 

El asentamiento tenía funciones de vigilancia y control de paso en un cruce de caminos naturales

Una excavación dirigida por el doctor en Prehistoria y Arqueología José Ángel Ocharán ha permitido hallar en Santomera (Murcia) una de las torres de defensa íberas más grandes de las encontradas en todo el país hasta la fecha. La investigación cuenta con la promoción de la Universidad de Murcia (UMU), el Ayuntamiento de Santomera y la asociación Patrimonio de esa localidad.

Durante la campaña arqueológica, llevada a cabo entre los meses de marzo y abril del presente año, se encontró una estructura cuadrangular de gran tamaño que ha sido identificada por los expertos como una torre de defensa íbera.

Hace décadas que se conocía este asentamiento como un 'oppidum' de reducido tamaño, es decir, un pequeño poblado en altura con funciones de vigilancia y de control de paso, ya que se encuentra en un lugar estratégico al estar en un cruce de caminos naturales. En concreto, está situado en el paso de la vía Complutum-Carthago Nova, un camino romano que enlazaba las ciudades de Cartagena con Alcalá de Henares (Madrid).

En los años 70 se realizó una primera excavación muy rudimentaria dirigida por Ana María Muñoz Amibilia, la ya fallecida historiadora y arqueóloga de la UMU. Después, el lugar fue expoliado por cazatesoros, se construyó una cantera y además fue utilizado de vertedero.








"Tras cinco décadas de abandono, el pueblo de Santomera tenía la necesidad de poner en valor su enclave más antiguo, así que tras la aprobación del proyecto se retomaron los trabajos en el poblado", ha comentado Ocharán.

El enclave se sitúa en la Sierra de Cobatillas la Vieja y es conocido por los lugareños como la 'sierra de Balumba', ya que allí residía una familia conocida como 'los balumbares'.

Fueron los santomeranos quienes decidieron con sus votos acondicionar este espacio después de que el Ayuntamiento lanzara un llamamiento con varias propuestas de presupuestos participativos. Este proyecto fue el más votado. 

Tras los trabajos realizados en la década de los 70 surgió una voz que reactivó el interés por este enclave, la de José Miguel García Cano, arqueólogo y profesor asociado de la UMU, quien apuntó que podría tratarse de un fortín ya que los muros exteriores de las casas se engrosaban, es decir, hacían las veces de muralla.

Esta hipótesis se confirmó al hallar una estructura cuadrangular de 8,25 por 8,25 metros. "Las medidas me resultaron muy llamativas porque eran exactas, se corresponden a 15 codos púnicos; es extraordinaria la forma en la que trataban las matemáticas exactas en el siglo III a.C, en las Segundas Guerras Púnicas", ha explicado Ocharán.

Esta estructura habría actuado de torre defensiva al tener un alzado de piedra y adobe con unos tirantes de sujeción a modo de refuerzo y, además, carecía de puertas. También se encontró un nivel de madera deshecha y carbonizada.

"Esto nos confirma que era una torre ibérica de defensa, ya que tenían alojadas en su exterior unas plataformas de madera por la que subían mediante escaleras para defenderse. Además, no encontramos apenas cerámica porque era un edificio que se usaba únicamente como defensa, no vivían en él", ha afirmado el investigador.

La Torre de la Sierra de Balumba podría ser una de las estructuras defensivas más grandes halladas hasta la fecha, ya que con las dimensiones de su base se estima que podría haber alcanzado los ocho metros de altura. A modo de ejemplo, la torre del poblado de Coimbra, en Barranco Ancho, en Jumilla, no sobrepasaba los tres metros.

El equipo encargado de esta excavación tiene muy presente que trabaja con "un valor patrimonial inestimable para la sociedad" y, por ello, han tenido la idea de ir adecuando el yacimiento para que sea visitable.

Al realizar su labor, los arqueólogos habitualmente establecen 'terreras' donde acumulan la tierra que desechan, pero en este caso decidieron situar ésta en el perímetro exterior, haciendo como una ronda por la que el visitante es guiado mientras pasea por el lugar.

En sucesivas campañas este yacimiento y los restos encontrados se musealizarán para hacerlos visitables, y está previsto que se cree un centro de atención provisto de un aparcamiento.

Además se recuperará el entorno con la vegetación antigua para dejar atrás el paisaje de escombros y canteras, las cuales, según el director de la excavación, destruyeron posiblemente la necrópolis del poblado. 

 

 

 

 

 

TODA LA INFORMACION LO HE ENCONTRADO EN LA PÁGINA OFICIAL DE Nius

 

 
 

   Pirata Oscar 

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