La Selección masculina de waterpolo supera a la francesa, muy apoyada por el público local, y accede a cuartos de final invicta, contra Croacia.
El carácter de un equipo campeón. El enésimo aviso a navegantes en una fase de grupos perfecta, impoluta, para perseguir el objetivo que, desde hace meses, la Selección masculina de waterpolo va proclamando: después del oro en los Europeos y el bronce en los Mundiales, el combinado nacional quiere completar la triple corona de metales en los Juegos Olímpicos de París. Este lunes, por primera vez en La Défense tras abandonar el Centro Acuático de Saint Denis, un recinto enorme, algo extraño para el waterpolo, que magnificó los ánimos de la afición local, España se impuso a Francia (10-8), sin forzar, para llegar a los cuartos de final de forma invicta. Una alegría... sin premio.
Pese a hacer el trabajo de la mejor forma posible, en su primer cruce, España se verá las caras con Croacia. Los vigentes campeones del mundo, a diferencia de la Selección, pincharon en la última jornada contra Estados Unidos y, ahora, serán un ‘coco’ en el camino antes de lo esperado. Tras lo visto a lo largo de la fase de grupos, eso sí, y con el precedente de haber vencido a los croatas en ese oro europeo que se mencionaba, los de David Martín no le deben temer a nada ni a nadie. “Nos conocemos muy bien, creo que será un partidazo. Tendremos que estar muy concentrados y con la ilusión de poder jugar unos cuartos de este nivel en este escenario. Lo intentaremos con la confianza de que si hacemos las cosas bien, pues nos podemos llevar la victoria”, valoró el entrenador con los medios presentes, confiando en el nivel de sus chicos.
Contra Francia, lo demostraron una vez más. Además, en ese pabellón atronador (”¡Allez les bleus!”) que testearon por primera vez. Con los anfitriones sin opciones de pasar de grupos, y pese a querer agradar a los suyos, España pudo empezar a probar cositas de cara a lo que viene por delante. Y ratificó todo lo positivo que ya se había visto hasta el momento. Entre ellas, el increíble estado de forma de Alberto Munárriz, que empezó los Juegos en sexta y no ha bajado. El jugador del Barceloneta se fue con tres goles más en su cuenta particular, uno en cada uno de los tres primeros cuartos, y con otra exhibición de poderío. Álvaro Granados, Martín Famera, el incansable Felipe Perrone, Álvaro Granados, otro que está a un nivel excepcional, y Bernat Sanahuja completaron la nómina de goleadores para intimidar antes del primer asalto a vida o muerte.
Por si el ataque falla, además, en La Défense, “con los pelos de punta por el ambiente”, también volvió a sobresalir Unai Aguirre, que apagó las esperanzas de los franceses, correosos en los anteriores duelos contra España y, pese a todo, vivos hasta el final en este. Sin presión, y ante una Selección al trantrán, mordieron en ataque, sobre todo a través de su gran estrella, Thomas Vernoux, y ahí estuvo el portero catalán, que sacó una pelota imposible con el pie en el segundo cuarto. Para la galería. Cuando España aceleró, como de salida (3-0) y en el tramo final (el último cuarto empezó con un 7-7 en el marcador), España se marchó. Contra Croacia, las cosas serán distintas. Llega la hora de la verdad.
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