lunes, 16 de junio de 2025

Un día como militares navales grabando 'Marusía', la nueva serie de Telecinco: “Ojalá coincidir con la princesa Leonor”

 


Elenco completo de la serie 'Marusía. Vientos de Honor' Mediaset - Jaime Olmedo

 

  • Nos adentramos en el rodaje de 'Marusía. Vientos de Honor', la nueva serie de Mediaset España y Unicorn Content para el prime time de Telecinco que está inspirada en la vida y el día a día de los aspirantes y oficiales de la Escuela Naval Militar de Marín, donde se formó la princesa Leonor. Visitamos sus decorados reales y recreados, y charlamos con sus creadores, protagonistas y auténticos guardamarinas españoles

 

Con la reciente incorporación de la princesa Leonor a la formación militar -tras completar su primer año en la Academia General Militar de Zaragoza y dar el salto a la Escuela Naval Militar de Marín-, el interés mediático por las Fuerzas Armadas ha crecido notablemente. Este contexto ha sido el caldo de cultivo ideal para la puesta en marcha de Marusía: Vientos de Honor, la nueva y ambiciosa serie de Telecinco que ha decidido sumergirse en uno de los pilares menos explorados de la identidad española contemporánea: la vida en la Armada Española, vista desde dentro.

Producida por Mediaset en colaboración con Unicorn Content, la productora de Ana Rosa Quintana que sigue en la ficción tras el éxito de El Marqués; y también junto a la productora gallega CTV, la ficción es una creación de Ignacio del Moral (El Marqués), Begoña Álvarez (Desaparecidos) y Laura Belloso (El Internado), a partir de una idea que tuvo hace dos años Manuel Villanueva, el que fuera número 2 de Paolo Vasile como director de contenidos.

La ficción, que se presenta como un “drama clásico”, está ambientada en la vida y en el día a día de los aspirantes de la Escuela Naval Militar de Marín, el centro donde se forman los futuros oficiales de la Armada Española. La trama de la misma es sencilla a la par que atractiva: El nuevo curso comienza en la Escuela Naval marcado por la muerte de una alumna en el curso anterior. Oficialmente, se trata de un suicidio; extraoficialmente, muchas preguntas han quedado sin respuesta.

Teresa Ibarra (Lucía Jiménez), la recién nombrada comandante directora de la Escuela, no solo se enfrenta a las consecuencias del suceso, sino que además debe investigar sus causas. Para ello, se ve obligada a colaborar con el teniente coronel Jorge Carvajal (Alfonso Bassave), encargado de esclarecer los hechos, cuya presencia le hace revivir traumáticos recuerdos y enfrentarse a unos conflictos internos que creía haber dejado atrás. Estas interacciones con el teniente coronel la harán poner en jaque su matrimonio consolidado y feliz con el Capitán de Corbeta Gonzalo Galán (Miquel Fernández).

Paralelamente, Carmela (Paloma Stewart), Jahzara (Edith Martín-Val) y Renata (Carmen de la Vega), tres jóvenes procedentes de diferentes entornos sociales y con distintas motivaciones, ingresan en la Escuela dispuestas a labrarse un futuro en la Defensa Naval. Allí no solo se enfrentarán a las dificultades académicas y a la rígida jerarquía militar, sino también a una exigente instrucción, dirigida por el guardiamarina de cuarto curso que es su brigadier, Iván Navarro (Álex Medina), y a la presión psicológica que supone asumir valores y conductas muy diferentes a las de su vida anterior.

A todo ello se suman los conflictos derivados de sus complejas historias personales y sus fuertes personalidades. Más allá de los muros de la escuela, el pueblo de Marín y la comunidad pesquera de la Ría tendrán también presencia en las tramas. Y tanto dentro como fuera de la escuela, el mar será escenario y testigo de las historias y secretos de los personajes, unas veces como aliado generoso y otras como enemigo implacable.

Para ver cómo se construye la historia de lo que pasa dentro los muros de la Escuela Naval Militar de Marín, en la que durante años se han formado a los oficiales de la Armada española, y la que fue la 'casa' de la princesa Leonor antes de subirse el pasado mes de diciembre a bordo del buque escuela Juan Sebastián de Elcano, verTele se ha colado en sus instalaciones y ha sentido por un día los valores que los guardamarinas llevan tatuados en el ADN: Honor, Valor, Disciplina y Lealtad.

 

 

 

Miquel Fernández, Lucía Jiménez y Alfonso Bassave rodaje 'Marusía' Mediaset - Jaime Olmedo

 

Colaboración y asesoramiento de la Armada Española

Marusía. Vientos de Honor se encuentra finalizando el rodaje de su primera temporada, compuesta por ocho capítulos, por distintas partes de Galicia. A pesar de que no se ha confirmado una fecha de estreno, se espera que llegue a Telecinco en 2026. Y es que desde la cadena querían apostar por un género de profesiones que ya les dio alegrías en sus épocas pasadas. “Llevábamos bastante tiempo queriendo hacer una serie profesional al estilo de Periodistas u Hospital Central, un género en desuso, pero que nos dio muchas alegrías en el pasado”, asegura Ghislain Barrois, director de la División de Cine, Ficción, Derechos y Distribución de Mediaset España; en el rodaje de la ficción.

De esta manera, la cadena y productora deciden ahondar en el universo de los oficiales de la Armada, un lugar donde nadie había puesto la mira desde Botón de ancla, la película dirigida por Miguel Lluch en 1961, y menos para contar el día a día de unos adolescentes marcados por unos valores y unas fuertes aspiraciones.

Y así es como nace Marusía. Vientos de Honor, la primera serie de televisión que asume el desafío de acercarse al entorno de la Armada Española, buscando, por un lado, “ofrecer una mirada que ayude a conocer mejor esta institución única y fascinante, sus valores, su funcionamiento, la manera de ver la vida de quienes forman parte de ella y su enorme capacidad de disciplina y sacrificio”, como presenta Mediaset; y por otro hacerlo a través de personajes “cercanos, familiares y singulares, y de una serie de historias que compaginan el rigor y el respeto con las necesarias dosis de drama, intriga y emoción que exige la ficción”, cuenta la cadena. Para ello, la Armada Española proporcionó asesoramiento con el objetivo de que la historia fuera lo más verosímil y realista posible.

El desafío era “delicado”, en palabras de Ghislain Barrois, pues el objetivo era encontrar el “equilibrio perfecto” entre “retratar la realidad de la Escuela” y “hacer una serie trepidante con muchas tramas, giros y una historia de amor”. “¿Qué sería de una serie española sin un poco de salseo? Si no, no habría serie”, apunta con humor Alfonso Bassave, confirmando el triángulo amoroso que se va a formar entre su personaje, el de Lucía Jiménez y el de Miquel Fernández. “Hay un pasado entre Teresa y mi personaje. Coincidieron en un secuestro en Somalia que les unió mucho, y ahora por cosas del destino vuelven a trabajar juntos”, avanza el actor.

 

 

 

Lucía Jiménez en el rodaje de 'Marusía' Mediaset - Jaime Olmedo

 

Más allá de la parte ficcionada, la productora ejecutiva y creadora Begoña Álvarez declara que la ayuda de la Armada ha sido “fundamental” para poder sacar el proyecto adelante con la exactitud precisa: “Sin su asesoramiento estaríamos haciendo otra serie que nada tendría que ver con esta”.

Desde los primeros borradores del guion, los creadores de la serie buscaron el máximo rigor. No querían caer en estereotipos ni recrear una imagen distante o deformada de la vida militar. En su lugar, optaron por lo difícil: contar una historia profundamente humana, ambientada en los entornos reales donde los marinos viven, sirven y se sacrifican. Para ello, la colaboración con el Ministerio de Defensa, y en particular con la Armada Española, fue determinante. No solo se permitió el acceso a instalaciones reales, sino que se puso a disposición de la producción asesores técnicos militares, quienes estuvieron presentes durante el rodaje para asegurar que cada maniobra, saludo, uniforme y procedimiento fuera retratado con autenticidad.

“Tienes que estar a la altura no solo a nivel físico, sino también a nivel protocolario, que es muy importante. Cómo se mueven, la jerga que usan, cómo se colocan en cada sitio... Yo me paso el día recta cada vez que rodamos en el despacho, acabo con un dolor de espalda...”, confiesa la actriz Lucía Jiménez.

Por otro lado, el equipo de vestuario trabajó en estrecha colaboración con asesores militares para asegurar que los uniformes, insignias y detalles fueran fieles a los que usan los verdaderos aspirantes de la Armada. La fidelidad visual se convirtió en una prioridad absoluta para el equipo artístico, que entendía la importancia simbólica de retratar con respeto a la institución.

 

Saludos militares al creer que eran oficiales de verdad

En esta línea, Jiménez cuenta la divertida anécdota de que los alumnos reales en la Escuela Naval la confundían con una oficial de verdad y no paraban de saludarla. “El primer día decía: '¿¡Qué!?', pero ellos ven un alto mando y están obligados a saludar”, detalla.

 

 

 

Capitán de Corbeta Eduardo Delgado y Begoña Álvarez, creadora y productora ejecutiva de 'Marusía' Mediaset - Jaime Olmedo

 

La intérprete agradece la ayuda de los oficiales para preparar su papel, el de comandante directora, siendo ella la primera mujer en la historia que alcanza esa graduación. “Es una responsabilidad llevar este cargo, y más siendo la primera mujer, por eso preguntaba todo. Pedro Cardona [actual comandante director de la Escuela Naval] es majísimo. Le avasallaba a preguntas sobre las cosas que hacía diariamente, cómo actuaba con la gente, qué es lo que hacía en el despacho. Aunque yo me apoyé más en su secretario, el Capitán de Corbeta Eduardo Delgado”.

“Hemos velado porque todo se hiciera lo más fiel posible a la realidad. Las terminologías o costumbres son algo que están cuidados por nuestra parte, y se han unido a esa exigencia de ser lo más puristas posibles”, agrega por su parte el Capitán.

 

Dos semanas como aspirantes militares para prepararse

En un movimiento audaz que marca un giro en su estrategia de ficción, Mediaset ha decidido arriesgar, sacudir las viejas fórmulas y apostar por rostros frescos, prácticamente vírgenes ante las cámaras del gran público. De este modo, los nombres elegidos para capitanear este nuevo rumbo en la trama juvenil son los de Carmen de la Vega y Paloma Stewart, dos actrices noveles que llegan pisando fuerte en la industria cinematográfica y que prometen sorprender.

Junto a ellas, Álex Medina y Edith Martín-Val, intérpretes con una trayectoria más consolidada en televisión, aunque este también es su primer gran proyecto. Todos ellos forman el cuarto protagonista: un elenco sin el brillo rutilante de las estrellas habituales, pero con el misterio del descubrimiento, de lo aún no contado.

“Aplaudo lo que ha hecho Mediaset porque ha apostado por un perfil de calidad. Son muy jóvenes, pero son muy trabajadores y tienen un nivel de entrega absoluto, están muy centrados y la generación de ahora viene con una formación increíble. Por lo que aplaudo esta decisión que ha llevado a cabo la cadena”, declara Lucía Jiménez sobre los protagonistas.

A diferencia del resto del elenco, estos cuatro jóvenes y los figurantes tuvieron una preparación militar meticulosa de dos semanas dentro de la Escuela Naval, como si fueran unos aspirantes de primer grado más. Cada uno fue entrenado en aspectos básicos del protocolo militar, marchas, formaciones, saludo reglamentario y comportamiento dentro de un entorno castrense.

 

 

 

Imagen de Álex Medina en el rodaje de la serie 'Marusía' Mediaset - Jaime Olmedo

 

El Capitán de Corbeta Eduardo Delgado fue el responsable de preparar a los actores y figurantes antes del inicio del rodaje a finales de marzo. “Cuando llegaron a la Escuela Naval Militar parecían recién llegados de otro planeta”, comenta entre risas. “Los tratamos como si fueran verdaderos cadetes, y poco a poco los fuimos metiendo en este mundo tan ajeno para ellos, desde el lenguaje que se utiliza hasta las reglas de comportamiento. Fue una auténtica inmersión, y espero que algo de nosotros se les haya quedado”.

Ha sido muy intenso, nos quedamos a dormir allí una noche, nos despertaron a las 6:40 horas de la mañana gritando que teníamos diez minutos para ducharnos, afeitarnos, ponernos el uniforme y estar abajo formando. Antes de desayunar tuvimos que ponernos a correr, y luego realizar todas las actividades que ellos hacían a lo largo del día para tener un primer contacto y luego poder desarrollarla en la serie lo mejor posible”, relata Álex Medina.

Para los estudiantes de primer grado, conocidos comúnmente como 'novatos', la adaptación es intensa desde el primer día. La rutina diaria está diseñada para forjar carácter, disciplina, fortaleza física y mental, valores esenciales en la formación de un futuro oficial naval. Desde el toque de diana, que suena antes del amanecer, los cadetes deben estar listos para afrontar una jornada exigente. No hay tiempo para la duda ni la lentitud: en la Escuela Militar Naval, todo se hace corriendo. Desde desplazarse entre aulas, comedores, campos de entrenamiento o formaciones, los estudiantes de primer grado deben moverse al trote o en carrera, sin excepción. Este ritmo constante no solo busca desarrollar resistencia física, sino también inculcar puntualidad, eficiencia y un sentido del deber inquebrantable.

“Me llamó bastante la atención que los chicos de primer grado van corriendo a todos lados, no caminan. Los ves correr de un lado para otro por toda la Escuela; y eso sin contar cuando tienen que hacer Palos (sanción disciplinaria que consiste en dar la vuelta corriendo a la rotonda donde se encuentra un Palo Mayor de un barco)”, señala Carmen de la Vega.

Por su parte, Paloma Stewart confiesa que lo que peor llevó fue aprender a desfilar con el fusil, ya que pesa unos nueve kilos: “Cuando les vemos desfilar por la televisión, dices '¡Ay, qué bonito!'. Pero porque no eres consciente de lo difícil que es hacer eso, y de lo muchísimo que pesa”, explica.

 

 

 

Edith Martínez, Carmen de la Vega y Paloma Stewart en el rodaje de 'Marusía' Mediaset - Jaime Olmedo

 

La princesa Leonor, “presente” en el rodaje

“Llama la atención el parecido que tienes con la princesa Leonor”, le comentan los periodistas a la joven actriz Paloma Stewart, quien se ruboriza al escuchar estas palabras. “Nos hubiera encantado coincidir en el rodaje con ella, es algo que siempre decíamos cuando nos enteramos de que estábamos en la serie. Nos mandamos vídeos de ella entre nosotras”, remarca. Pero eso no va a ser posible, ya que el rodaje comenzó el marzo y acaba en julio, justo cuando la princesa hará su esperado regreso, tras seis meses surcando los mares a bordo del buque escuela Juan Sebastián de Elcano.

El Capitán de Corbeta dice que durante la instrucción de su alteza ella ha sido “una más”. “Aquí no hay diferencia de clases. Los tratamos a todos por igual. De hecho, la veías yendo con el resto de sus compañeros y no sabías si era o no la princesa”.

 

El edificio Faraday, un personaje más en la historia

La magia del cine y la televisión nos llevó esta vez hasta Vigo, concretamente hasta dos lugares clave, la Escuela de Transmisiones y Electricidad de la Armada (ETEA), también conocido como edificio Faraday, y La Escuela Naval Militar de Marín.

La ETEA no fue simplemente un fondo arquitectónico o una localización funcional: fue tratada como un personaje más dentro de la ficción, con una presencia que aporta contexto, simbolismo y verosimilitud al relato. El guion de Marusía. Vientos de Honor sitúa parte de su trama en un centro de formación naval donde jóvenes provenientes de distintas partes del país inician su camino hacia una carrera marcada por el sacrificio, el compañerismo y el compromiso con el servicio.

La elección de esta escuela no fue casual. Fundada en el siglo XX y con una larga trayectoria de excelencia técnica y humana, la ETEA representa el cruce entre tradición y modernidad que la serie quiere retratar. Allí Inés Rodríguez, la directora de arte, desplegó toda su magia, y convirtió lo que era un auténtico edificio abandonado, convertido en una selva, en una recreación de la Escuela Naval. No sin antes pasar por caja, y es que la productora paga un alquiler mensual a la Universidad de Vigo (propietaria del inmueble) para poder usarlo.

“Nos alquilaron una selva. Cuando llegamos, esto parecía Jumanji, con la vegetación entrando por las ventanas, goteras en el tejado, cascotes por todas las esquinas...”, apunta Begoña Álvarez. “Estuve un tiempo estudiando la Escuela Naval, tuve acceso a todos los espacios para luego poder reconstruirlos aquí. Tardamos en levantar todo esto tres meses”, añade por su parte la directora de arte, quien hizo un magnífico trabajo al calcar las camaretas de los alumnos de primero a cuarto, los despachos de los oficiales, aulas de clase y casino; entre otras cosas.

 

 

 

Imagen del Palo Mayor en la Escuela Naval Militar Mediaset - Jaime Olmedo

 

La ambientación cautiva por su minuciosidad, rozando lo exquisito en su cuidado del detalle: desde la tipografía de los carteles hasta la elección precisa del mobiliario, todo parece extraído de una época detenida en el tiempo. Como guiño a la realidad, en una de las paredes de los despachos ficticios cuelga, solemne, el listado auténtico de los directores que alguna vez lideraron la Escuela Naval, recordándonos que la ficción, a veces, respira con el pulso de la historia.

Tras la pausa de la comida, y fuera de esos muros que aún guardan ecos de órdenes y marchas, una veintena de figurantes ataviados como aspirantes a oficial de la Armada española dan cuerpo a la escena con una precisión casi coreográfica. En el centro de la acción, Álex Medina metido en el papel de Iván Navarro, el brigadier de cuarto curso que pasa revista a los uniformes de los aspirantes de primero, se mueve con aplomo, sosteniendo el peso del momento como coprotagonista, mientras alrededor el equipo técnico se entrega con rigor y paciencia al arte de repetir y perfeccionar, hasta que el director, finalmente, detiene el tiempo con un simple “¡buena!”.

 

 

Imagen del rodaje de 'Marusía' Mediaset - Jaime Olmedo

 

La Escuela Naval Militar convertida en un set de rodaje

Si un 50% de las escenas fueron filmadas en la Escuela de Transmisiones y Electricidad de la Armada (ETEA), un 25% lo fueron en numerosas localizaciones de las Rías Baixas: Marín y Vigo, sobre todo, pero también Cangas, Moaña, Redondela, Tui, Pazos de Borbén, A Lama; y el otro 25% se ha llevado a cabo Escuela Naval Militar de Marín, cuna de generaciones de oficiales marineros desde 1943.

La productora no ha escatimado en autenticidad. La Escuela, que normalmente acoge a los futuros oficiales de la Marina, se ha adaptado con un respeto casi litúrgico a la filmación, y viceversa. En vez de alterar, el equipo ha optado por convivir con el ritmo marcial de la institución. Así, entre uniformes reales y salvas de cortesía, los actores ensayan bajo la misma atenta mirada con la que los alférez de navío estudian la doctrina naval.

“Cuando nos planteamos hacer una serie que rindiera homenaje al espíritu naval español, supimos que teníamos que filmar aquí algunas escenas, y ellos nos han abierto las puertas de su casa encantados”, recalca Begoña Álvarez. Allí principalmente se han rodado exteriores: izadas de bandera, recibimiento de los nuevos alumnos, entrenamientos físicos al amanecer, desfiles o formaciones en fila. Pero también algunos interiores como el gran comedor o las aulas de simuladores de navegación.

Cuando entramos por la Puerta de Carlos I ya se pueden sentir los valores que la representan: Honor, Valor, Disciplina y Lealtad. A pesar de encontrarnos todavía en pleno curso escolar, la Escuela está completamente vacía, todos sus alumnos están en la mar realizando sus prácticas. Tienen que regresar antes del día 16 de julio, el día del Carmen, su gran acontecimiento anual, donde se visten de gala.

 

 

 

Escuela Naval Militar de Marín Mediaset - Jaime Olmedo

 

Lucía Jiménez nos confiesa que, al pisar por primera vez la Escuela Naval de Marín, lo que más la sobrecogió fue la atmósfera casi sacra que envuelve el lugar: “El respeto allí se respira como en un templo. Es como cruzar el umbral del Duomo de Florencia. Para ellos, es un santuario. Todo se honra, todo se cuida”. Y añade, con admiración, que quienes allí se forman “son personas excepcionales, entregadas por completo a España, como si lo llevaran inscrito en la sangre”.

Dentro de los muros de la Escuela Naval, la vida se rige por una disciplina férrea y rigurosa. Los horarios son implacables, la pulcritud es un deber constante, y la jerarquía, una ley sagrada que se acata sin protesta. Pero no se trata únicamente de una formación militar: allí se forja un conocimiento vasto y profundo.

Los cadetes regresan no solo con el temple del soldado, sino también con el saber del ingeniero. Dominan materias técnicas, náuticas, astronómicas y físicas. Se entrenan con tecnología de vanguardia -simuladores de última generación, entornos de inmersión virtual- y disponen de embarcaciones para el aprendizaje práctico. Al cabo de cinco exigentes años, de sus puertas emerge una élite: hombres y mujeres templados por el esfuerzo, brillantes por su saber, listos para asumir el timón del futuro.

Para la mayoría de los actores el conocer, trabajar y convivir con muchos de los aspirantes y oficiales como los Capitanes de Corbeta Eduardo Delgado o Francisco Gil ha hecho que les cambie su visión acerca de las instituciones militares. “Todo el mundo piensa que son como robots, con mucha autoridad, que crecen con el compromiso de luchar por España, y eso en parte es verdad. Pero detrás de todo ello, son personas, seres humanos como cualquier otros, con sus vidas y sus problemas. Se me han caído muchos prejuicios”, aclara Carmen de la Vega, entre otras.

 

 

 

Barcos de Escuela Naval Militar Mediaset - Jaime Olmedo

 

Para ver el resultado del trabajo de todos estos departamentos habrá que esperar a 2026, cuando Mediaset de la mano de Unicorn Content nos permita experimentar la sensación de meternos en la vida de la Armada española a través de Marusía. Vientos de Honor, una serie para el prime time de Telecinco que, a priori, tiene todos los ingredientes para convertirse en un éxito

 

 

TODA LA INFORMACIÓN LO HE

ENCONTRADO EN UN ARTÍCULO 

DE VERTELE


        


 











   Pirata Oscar   

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