Un estudio de los CDC de Estados Unidos revela que el riesgo de morir por covid es siete veces mayor entre los no vacunados
La investigación ha recopilado datos de casi medio millón de personas, un 28% de ellos sin vacunar
Se contagiaron de covid un 30% de los no vacunados y solo un 8% de los sí inmunizados
Se ha repetido hasta la saciedad, se han publicado estudios confirmándolo, se está demostrando en las cifras de muerte y hospitalización de España, pero ahora una macro investigación lo vuelve a corroborar: las vacunas contra la covid están salvando vidas. Los equivalentes al centro de alertas y emergencias sanitarias en Estados Unidos, los CDC (Centers for Disease Control), han analizado las infecciones de 482.464 personas, separándolas entre vacunadas y no vacunadas.
Y han concluido que las personas sin vacunar que se contagiaban de covid tienen aproximadamente el doble de probabilidades de tener que ir a urgencias o ser hospitalizadas que las personas vacunadas. Pero hay más. Se ha vigilado a ese medio millón de personas entre julio y septiembre de 2021, y:
- La infección por SARS-CoV-2 se produjo entre 4.146 de 137.616 personas no vacunadas (30,1 por 1.000 personas).
- 3.009 de 344.848 personas completamente vacunadas (8,7 por 1.000) se contagiaron de covid.
Es decir, que la incidencia fue mayor entre las personas no vacunadas que entre las personas vacunadas en todos los estratos demográficos.
De los contagiados, ingresan más los no vacunados
De esta forma, parece que a pesar de que no fueron diseñadas para evitar contagios, las vacunas contra la covid sí que están disminuyendo la transmisión entre vacunados. Los porcentajes son aún más llamativos cuando el estudio compara las probabilidades de ser ingresado, o incluso de morir, por covid:
- Las personas no vacunadas tenían más del doble de probabilidades de ser hospitalizadas (9,0%) que las personas vacunadas (8,1% y 3,9%, respectivamente).
- La tasa bruta de mortalidad también fue mayor entre los pacientes no vacunados (0,43 por 1000) que entre los pacientes completamente vacunados (0,06 por 1000). De hecho, se produjeron 59 muertes en pacientes no vacunados y 22 entre pacientes completamente vacunados.
Es decir, que la tasa bruta de mortalidad entre las personas no vacunadas fue siete veces mayor que entre las personas totalmente vacunadas.
Por vacunas
La incidencia global fue 30,1 por 1000 personas no vacunadas y 8,7 por 1000 personas vacunadas, es decir, tres veces mayor entre las personas sin inmunizar. Y el estudio ha profundizado en la tasa de contagios según el suero recibido.
La mayoría (66,5%) de las personas vacunadas recibió Pfizer-BioNTech, el 27,8% recibió Moderna y el 5,8% recibió Janssen. Y hay diferencias en cuanto a la probabilidad de infectarse: La mayor incidencia ocurrió entre los receptores de la vacuna Janssen (15,3 por 1.000), seguidos de Pfizer-BioNTech (9,1); la incidencia más baja fue entre los beneficiarios de Moderna (6,5).
La edad, determinante para ingresar y morir entre los vacunados
El estudio señala también que la edad sigue siendo determinante en cuanto a la posibilidad de acabar ingresado, si estás vacunado: 72% de las hospitalizaciones entre las personas completamente vacunadas ocurrieron en personas de 65 años o más, el 89% de las personas vacunadas que fueron hospitalizadas tenían al menos una afección médica subyacente, el 15% requirió ingreso en la UCI y 21 (21%) pacientes fallecieron.
Por el contrario, las hospitalizaciones entre las personas no vacunadas se distribuyeron de manera más uniforme entre los grupos de edad: el 33% correspondió a personas de más de 65 años, el 63% tenía al menos una afección médica subyacente, el 27% requirió ingreso en la UCI y 58 (17%) murió. La mediana de edad al momento de la muerte fue de 78 años entre los pacientes completamente vacunados y de 68 años entre los pacientes no vacunados.
El SARS-CoV-2 ha infectado a aproximadamente 46 millones de personas en los Estados Unidos y ha causado aproximadamente 759.000 muertes. En todo el país aproximadamente el 68% de la población ha recibido al menos una dosis de vacunas contra la covid, y aproximadamente el 59% de la población está completamente vacunada.
La protección de la vacuna en las mucosas, que es por donde entra el virus, va perdiendo efecto con el tiempo. La vacuna “no evita la transmisión, sobre todo pasado ya un tiempo en que se pierden las moléculas efectoras (anticuerpos) en mucosa respiratoria”, explica Gómez Rial. Pero también pone en marcha esa inmunidad celular, que genera memoria del virus y que “reduce la multiplicación viral, dado que el virus no puede ya "campar a sus anchas". Si el virus no se multiplica en nuestro organismo, no llegamos a enfermar.
Esto último se puede aplicar a la población general, en la que infectarse estando vacunado no será un problema. Pero no ocurre lo mismo cuando hablamos de las personas más mayores, de 80 o 90 años, que además tengan varias patologías. Lo explicaba este jueves el biólogo de la AEMPS Agustín Portela. La memoria inmunológica está ahí, pero el organismo tarda entre "7 o 10 días" en reaccionar, y en algunas personas ese tiempo puede ser mayor. "El virus tiene esos días para ir a sus anchas", y una tercera dosis puede dificultar que la covid llegue a desarrollarse.
Pero, de forma general, ¿por qué sería necesaria esa tercera dosis? No se trata de que, sin ella, tengamos el mismo riesgo de ir al hospital o morir que teníamos antes. No. Las vacunas ya han demostrado su elevada eficacia frente a esto. Se trata, sobre todo, de frenar los contagios, esa transmisión del virus que las vacunas no evitan. Lo deja claro el divulgador científico Gorka Orive en otro tuit.
Las vacunas no evitan el contagio, pero lo reducen
Las vacunas no evitan el contagio, pero sí lo reducen mucho. Una persona vacunada no es tan contagiosa como una no vacunada. ¿Por qué? Lo explican muy bien estos dos inmunólogos estadounidenses en este artículo, difundido por el virólogo australiano Ian Mackay.
TODA LA INFORMACION LO HE ENCONTRADO EN LA PÁGINA OFICIAL DE Nius
Pirata Oscar
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