Las actualizaciones informáticas son muy comunes, pero en España parece que ha pillado por sorpresa a los responsables
Este 15 de junio es la fecha señalada para que Internet Explorer, después de más de 25 años de servicio, se despida. Oficialmente a partir de hoy, el navegador dejará de contar con el soporte de sus desarrolladores.
Lo suyo ha sido crónica de una muerte anunciada, algo que en teoría no tendría que pillar de sorpresa a nadie, ya que Microsoft lleva años anunciándolo, aunque la estocada definitiva vino de manos del gerente general de Microsoft Edge Enterprise, Sean Lyndersay, cuando en mayo señaló que "el futuro del Internet Explorer en Windows 10 está en Microsoft Edge".
El problema es que en países como España, esta actualización, muy común en el ámbito informático, en el que un programa con cinco años de antigüedad ya es viejo, parece haber pillado por sorpresa.
En concreto, a día de hoy, muchos trámites de la Administración Pública siguen dependiendo de este navegador que ha pasado de moribundo a fallecido. Un software que dejará de recibir actualizaciones, parches y cualquier tipo de mejoras, incluso las que tienen que ver con la ciberseguridad. Un problema que afecta directamente a la Administración electrónica española.
"El fin de Internet Explorer y sus consecuencias se conocen desde hace al menos cinco años y llevamos años pidiendo que los desarrollos sean compatibles con el resto de navegadores", explican desde la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF).
"Las diferentes administraciones, en teoría, han tenido tiempo para adaptar sus programas y aplicaciones para trámites internos y aquellas que utilizan los ciudadanos en sus gestiones. Podría darse el caso, esperemos que no, que alguna administración no haya adaptado aún sus aplicaciones y de haber algún problema, entendemos que sería en las aplicaciones más antiguas y podría corregirse", explican.
Desde CSIF, aseguran que a partir de mañana, vigilarán que este proceso se culmine con normalidad tanto en el SEPE, como en la Seguridad Social, la Justicia, Administración local y autonómica, "sin que haya perjuicios para ciudadanos y la plantilla, que son los que al final siempre dan la cara cuando una persona se relaciona con la Administración".
Microsoft, consciente de que su decisión puede ocasionar muchas trabas, ha lanzado un 'salvavidas' a todas las empresas que no han realizado la transición a otros navegadores. En primer lugar, ha mantenido el canal de servicio a largo plazo (LTSC), en Windows 10, pensado para dispositivos como los aparatos de imágenes médicas, robots industriales o los ordenadores de a bordo de los aviones, que no necesitan actualizarse en los próximos años.
El problema es que esta solución está pensada para aparatos que realicen funciones altamente especializadas, no para ordenadores de uso administrativo, ya que además desactiva muchas funciones de dichas máquinas.
También ha habilitado un modo Internet Explorer (IE) en Edge, su sustituto natural. De esta forma, las mismas aplicaciones y sitios que funcionen solo en Internet Explorer 11, pueden abrirse en Microsoft Edge con este modo. De hecho, algunas empresas de nuestro país que trabajan desarrollando automatismos, pensados para integrarse en las administraciones, confirman que ya están desarrollando directamente para Edge en modo de compatibilidad con Internet Explorer.
La administración electrónica, al borde de la obsolescencia
"En mi empresa nos comunicaron ayer que muchas aplicaciones informáticas, a lo largo del verano, van a dejar de funcionar con Internet Explorer o al menos van a dejar de tener soporte. Por lo que fuerzan a nuestros clientes a pasarse a Edge en modo de compatibilidad con IE", explica G. Rodríguez, informático que lleva años automatizando procesos para diferentes empresas. "Muchísimas aplicaciones de la administración pública están desarrolladas en Java y solo son compatibles con Internet Explorer hoy por hoy", señala.
Según afirma Rodríguez, el problema es que cuando el usuario accede a una aplicación o alguna función de la página web, por ejemplo, de Hacienda, está 'llamando' a una aplicación web realizada habitualmente en Java, porque se diseñó hace bastantes años. Este lenguaje de programación es clave para el funcionamiento de la Administración pública y no funciona en otros navegadores.
"El problema es que la mayoría de los navegadores abandonaron Java porque demostró ser vulnerable. Sin embargo, sigue siendo imprescindible a la hora de realizar algunos de los trámites de la Administración", puntualiza Andrés Gómez, informático especializado en digitalización empresarial.
Algunos de estos trámites son la firma digital, que se desarrolló con applets de este lenguaje de programación, diseñados para incluirse en un documento Web HTML. Un sistema para el que no había alternativa hasta hace pocos años, sin embargo, al no actualizarse (o rediseñarse), el usuario sigue necesitando Internet Explorer para interactuar con la firma electrónica en Java.
Es cierto que se han impulsado algunas alternativas como los sistemas Cl@ve y, sobre todo, Autofirm@, pero aún no están implementadas en todos los portales, tanto autonómicos como nacionales. Tampoco en procesos internos, como confirman fuentes de Interior, que afirman que todavía cuentan con terminales que funcionan con Windows XP.
"Muchas de las aplicaciones que aún se utilizan y que incluso a día de hoy no cuentan con alternativas, se dejaron de actualizar porque las empresas que las desarrollan no trabajan ya con Internet Explorer, ya requiere de una configuración específica, mientras que para Chrome, Brave y Mozilla es la misma", señala Rodríguez.
Destacando que justamente Microsoft se pasa a Edge porque usa un motor Chromium, que tiene la misma compatibilidad que Google Chrome. "Se confió en que el estándar de Microsoft, de la época en la que se diseñaron los trámites digitales, iba a durar muchos años, pero no ha sido así. Se ha ido dejando el tema y probablemente ahora le toque a más de uno hacer horas extras para migrar a todo correr", ha subrayado por su parte Gómez.
Aunque según confirman fuentes consultadas de la Administración, desde sistemas, encargados del soporte y las incidencias informáticas, ya se está trabajando para actualizar estas páginas.
Sin embargo, aseguran que la migración, aunque los servidores sean nuevos, ha de realizarse despacio e ir testeando, puesto que son aplicaciones que pueden provocar, por ejemplo, que no se puedan formalizar contratos de trabajo.
"Los incidentes nos han ralentizado, hemos tenido que cambiar todo en cinco meses, de hecho, en algunos Ministerios ya es complicado encontrar algo más antiguo que 2019. El problema se encuentra en las webs anticuadas", insisten, refiriéndose a los ciberataques que sufrió SEPE el año pasado.
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