viernes, 17 de febrero de 2023

Muere la actriz Raquel Welch a los 82 años: adiós a 'El Cuerpo', gran icono sexual de los 70

 

La intérprete protagonizó películas como 'Hace un millón de años', donde apareció con un bikini de pieles que la convirtió en mito erótico de Hollywood.

 


La actriz Raquel Welch en ‘Hace un millón de años’, de 1966. 

La actriz estadounidense Raquel Welch, recordada por películas como Hace un millón de años (1967) y por ser un icono sexual de las décadas de los sesenta y setenta, ha muerto este miércoles a los 82 años. La familia de la intérprete ha confirmado su fallecimiento al portal estadounidense TMZ, asegurando que la causa fue "una breve enfermedad" de la que no se han dado más detalles. Su belleza y potencial erótico fue aprovechado por la industria, que creó para ella uno de los apodos más machistas que se recuerdan en Hollywood: El Cuerpo.

Hija de un ingeniero boliviano que se mudó a Estados Unidos, Raquel Welch nació en Chicago en 1940 con el nombre de Jo-Raquel Tejada. A los 7 años empezó con clases de teatro —gran decepción de la infancia fue interpretar a un niño en su primera obra— y de ballet. Su camino en el mundo del entretenimiento comenzó de la mano de Elvis Presley con un pequeño papel de figurante en El trotamundos (1964) y más tarde obtendría trabajos con más peso en filmes como la aventura de ciencia ficción Viaje Fantástico (1966).

Tras soñar con debutar en la gran pantalla en una película de James Bond, el despegue definitivo de su carrera como actriz se produjo con la aventura prehistórica Hace un millón de años, remake del clásico de Hal Roach en el que un homínido es expulsado de su clan y debe vagar solo por su peligrosa (y fantasiosa) época. Fue el mayor éxito de taquilla de la compañía Hammer.

 

La actriz Raquel Welch, en una imagen de 2014.

 

La actriz Raquel Welch, en una imagen de 2014. Mario Anzuoni Reuters

La imagen de Welch, que daba vida a una mujer de las cavernas del Pleistoceno pero apenas participaba en un puñado de diálogos, y su icónico bikini afianzaron su estatus de sex-symbol en una cinta cuyo póster promocional pasó a la historia del cine. De hecho, la película se anunció con unas proclamas que hoy serían escandalosas: "¡Vea a Raquel Welch con el primer bikini de la humanidad!". Hollywood necesitaba un nuevo mito —Marilyn Monroe había muerto tres años antes— y ella rellenó ese vacío.

En una entrevista en 2017 con el diario Scottish Sunday Post, Welch reconoció que sus dos grandes éxitos de 1966 "marcaron una gran diferencia en mi carrera: de la noche a la mañana, me encontré en meollo. Antes de eso no era mucho más que una extra". También aseguró que no le importaba ser conocida por su bikini de pieles del filme de Don Chaffey. "A menudo me preguntan si me canso de hablar de ello. Pero la verdad es que no. Fue un acontecimiento importante en mi vida".

En su autobiografía, publicada en 2010, lamentaría que todo lo que hizo posteriormente quedó eclipsado por ese papel. De hecho, fue más admirada por su físico que por su talento dramático. Cuando la revista Playboy enumeró en 1998 a las cien estrellas femeninas más sexies, Raquel Welch ocupó el tercer lugar de la lista, solo por detrás de Marilyn Monroe y de Jayne Mansfield.

Entre la filmografía de la actriz, que participó en una treintena de películas y en series de televisión —Seinfield, por ejemplo— en una carrera que se extendió durante cinco décadas, también destacan títulos como La mujer de cemento (1968), junto a Frank Sinatra, o los wéstern Hannie Caulder (1971), donde encarnó a una viuda que venga la muerte de su marido; Bandolero! (1968), con James Stewart y Dean Martin; y 100 Rifles (1969) con Burt Reynolds y Fernando Lamas. En esta última cinta, además, protagonizó la primera escena de sexo interracial en la historia de Hollywood con el jugador de fútbol americano Jim Brown.

Otras de sus películas más conocidas fueron Myra Breckinridge (1970, Michael Sarne), basada en la novela homónima de Gore Vidal y en la que interpretó a una glamurosa mujer transgénero; y El fin de Sheila (1973, Herbert Ross), un thriller escrito por Stephen Sondheim y Anthony Perkins en el que un productor de cine viudo organiza en un yate una fiesta a la que invita a seis personas para desenmascarar un asesinato. En Un Fausto moderno (1967, Stanley Donen), hizo de Lujuria, uno de los siete pecados capitales.

 

Raquel Welch, en una escena de 'Hace un millón de años'.

 

Raquel Welch, en una escena de 'Hace un millón de años'.

Welch ganó el Globo de Oro a la Mejor actriz de comedia o musical por su papel como la modista torpe de la reina francesa en la superproducción Los tres mosqueteros, adaptación del clásico de aventuras de Alejandro Dumas dirigida por Richard Lester y rodada parcialmente en España. Durante la grabación de Destino sin rumbo (1982, David S. Ward), la actriz fue despedida por insistir en peinarse y maquillarse en casa. La denuncia que presentó contra los estudios Metro-Goldwyn-Mayer por incumplimiento de contrato le reportó una compensación de 15 millones de dólares.

 

 


 

007 Ultimate Bond Girl

 

A pesar de que su carrera estuvo principalmente basada en su atractivo sexual, Welch se negó en repetidas ocasiones a aparecer desnuda en la gran pantalla. "Siempre odié sentirme tan expuesta y vulnerable", escribió en sus memorias. La actriz confesó que en Fiesta salvaje (1975), de James Ivory, fue presionada para grabar una escena de cama explícita. "He utilizado mi atractivo corporal y sexual en mi trabajo, pero siempre dentro de los límites", sentenció. "Reservo algunas cosas para mi vida privada, no están a la venta".

Su última película fue Instrucciones para ser un latin lover (2017), una comedia sobre un gigoló entrado en años. Welch dio vida al nuevo objetivo del protagonista: una abuela demasiado fascinante como par ser real. De hecho, la actriz reivindicó sus raíces latinas en esta última etapa de su carrera, protagonizando el melodrama mexicano American Family. Solo aprendió a halar español cumplidos los 60 años: su padre le había prohibido expresarse en este idioma cuando era pequeña.

 


 

Muere Raquel Welch, ícono de Hollywood

 

 

El cuerpo
 
Ha fallecido a los 82 años 
 

Raquel Welch: cuatro maridos, romances con Sancho Gracia y Elvis Presley y un padre boliviano que le prohibió hablar español


 

 
Raquel Welch, en los años 60.GTRES

Adiós a un mito. Raquel Welch ha fallecido a los 82 años tras una breve enfermedad. De momento, su representante no ha explicado el motivo. De ascendencia boliviana, Jo Raquel Tejada -su verdadero nombre- nació en Chicago, ciudad a la que migró su padre, Armando, para estudiar ingeniería aeronáutica. Su madre, Josephine Hall, era americana.

Como su progenitor renegaba de sus raíces por miedo a sufrir represalias por ser hispano prohibió a su primogénita hablar en español. De pequeña soñaba con ser actriz y para encauzar el camino se presentaba a concursos de belleza que normalmente solía ganar. Con el tiempo la apodaron "El Cuerpo". En el instituto conoció a su primer marido, James Welch, con quien se casó en 1959 y tuvieron dos hijos, Damon (63) y Tahnee (61).

 
 
 
 
 
La actriz, con 10 años.GTRES

Mientras llegaba su gran oportunidad en el cine ejerció como chica del tiempo en un canal local de San Diego, pero todo se complicó a raíz de su separación en 1962 ya que tuvo que mudarse a Dallas y malvivir con sus hijos con lo que le pagaban como camarera y modelo ocasional para Neiman Marcus. A su vuelta a Los Ángeles apareció en varias series de televisión -Embrujada, El virginiano- e intervino como extra en alguna película con Elvis Presley y Doris Day.

Por fin alcanzó el estrellato con Hace un millón de años (1966), papel rechazado previamente por Úrsula Andress (86) quien no tuvo reparos en aconsejar a los productores que contrataran a una joven belleza llamada Raquel. La visión de la suiza provocó que su compañera se convirtiera no solo en estrella, sino también en mito sexual gracias al eslogan publicitario "Vea a Raquel Welch con el primer bikini -de pieles- de la humanidad". Se rodó en las Canarias.

 
 
 
 
 
 
Su belleza fue uno de sus grandes reclamos.GTRES

Su belleza jamás pasó inadvertida, pero sí su carácter. Era una mujer fría, distante y en algunas ocasiones demasiado borde. En el recuerdo quedan bofetones a directores o el botellazo en la cabeza atizado a un fotógrafo tras aterrizar en Barajas. La actriz se dirigía a Almería para rodar 100 rifles (1969), donde fuera de cámara se encaprichó de Sancho Gracia, con quien tuvo un romance.

En aquel momento estaba casada con su segundo esposo, el productor Patrick Curtis, a quien también había sido infiel con Elvis Presley y Richard Burton, a quien describió en su autobiografía como "era un misil". Posteriormente se casó con el productor y director André Weinfeld (75) -su relación más larga que duró desde 1980 a 1990- y su último esposo fue el restaurador Richard Palmer (1999-2004). Entre matrimonio y matrimonio salió con Steve McQueen, Robert Evans o Alice Cooper.




 
 
La actriz, en una plaza de toros.GTRES

Le gustó arriesgar en ciertos momentos de su vida, como hizo al interpretar a una transexual en Myra Breckinridge (1970), junto a la legendaria estrella Mae West. Consciente de que su aspecto físico era el mayor reclamo en sus apariciones públicas, en los últimos años contrató a un estilista profesional porque estaba cansada de combinar vestidos, bolsos, zapatos y joyas. Solía decir que la moda es como la cocina, "me gusta comer, pero no cocinar".

En España tuvo a una fan empedernida, Bibiana Fernández (69), que desde su época estudiantil pegaba fotos de su estrella en una libreta porque de mayor quería ser como ella.

En los últimos años vivió prácticamente recluida en su mansión de Hollywood. Había aumentado bastante de peso, ya no le preocupaba la forma de vestir y en las pocas declaraciones que daba opinaba que "el sexo está sobrevalorado. No lo echo de menos. Una ventaja de envejecer es que dejas de ser un objeto sexual".


 

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 Pirata Oscar 

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