Empiezo algo nuevo que espero que sea interesante para la gente que me quiera leer.
Se me ocurrió la idea de hacer un blog nuevo, donde comentar aspectos de un lugar que es parte de mi vida. Que no se quede en el olvido. Con el tiempo le he añadido información de mi población y otras ciudades cercanas.
Cine, televisión, música y actualidad también tienen cabida en este espacio.
Seguro que de aquí saldrá algo bueno, en este pequeño rincón que abierto con toda mi ilusión.
NATIONAL GEOGRAPHIC 100 (NATIONAL PRESENT) (Dragones, la fascinante encarnación del mal en el arte)
Ya estoy aquí con otra sesión de (NATIONAL PRESENT)de la sección de NATIONAL GEOGRAPHIC.
Esta semana toca hablar "Dragones, la fascinante encarnación del mal en el arte".
Va a estar curioso la entrada de esta semana, podremos saber sobre más
sobre los dragones lo que se piensa sobre ellos en la historia.
Pues no me enrollo más y vamos al grano.
Dragones, la fascinante encarnación del mal en el arte
Desde sus orígenes, el hombre
ha proyectado sus temores y sus anhelos en criaturas mitológicas y seres
mágicos que han inspirado los más diversos relatos y leyendas. De todas
estas criaturas legendarias, sin duda la que más fascinación ha
ejercido sobre los artistas de todas las épocas ha sido el dragón. Este
ser aterrador de mirada penetrante, cuerpo escamado y que escupe fuego
por la boca, ha acompañado a la humanidad los últimos 6.000 años desde
el rincón más recóndito de China hasta los grandes estudios de
Hollywood. Ha sido tallado en figurillas de jade o en catedrales
medievales, pintado en lienzos al óleo o sobre porcelana fina y, en el
último siglo, ha invadido las pantallas de cine y de televisión gracias a
las películas y series de éxito mundial.
Ninguna criatura como el dragón ha
representado tan bien la maldad y la ruina en el imaginario de hombres y
mujeres, pero no siempre ha sido así, y dependiendo de la región y la
época, esta mirada puede ser muy diferente y está llena de matices.
The Granger Collection / Cordon Press
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El primer dragón
Las primeras representaciones de dragones pertenecen a la antigua
China y datan de hace más de 6.000 años, halladas en cerámicas y en
pequeños amuletos de jade, como el que aparece sobre estas líneas, de
finales del segundo milenio a.C.
Picture Alliance
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El cerdo-dragón
Entre estos primeros diseños encontramos una representación de lo que
los investigadores han denominado cerdo-dragón, una criatura alargada y
enroscada sobre sí misma con una cabeza semejante a la de un jabalí.
Estas primeras representaciones de cerdo-dragón se han encontrado en
yacimientos neolíticos de la cultura de Hongshan, en la actual Mongolia,
Interior. Arriba un fragmento de una de estas piezas fabrricado hacia
el año 3500 a.C.
The Granger Collection / Cordon Press
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Engendros milenarios
En las civilizaciones europeas y del Próximo Oriente también hay un
amplio repertorio de criaturas que pueden asociarse a la imagen del
dragón. En la antigua Babilonia, Marduk, la divinidad suprema tomaba
forma la forma de una temible figura medio dragón medio serpiente, con
una lengua bífida, cuerpo cubierto de escamas, patas delanteras de león y
traseras de águila. Es una de las figuras que decora la monumental
Puerta de Ishtar –sobre esas líneas– y tenía un nombre muy descriptivo: mushjushum, "serpiente aterradora".
Bridgeman
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Serpientes monstruosas
El mimetismo entre dragones y serpientes no es casual. La palabra dragón deriva del término griego drakon, literalmente serpiente, nombre a su vez emparentado con el verbo dérkomai, que significa mirar fijamente, característica de estos reptiles. En la mitología griega abundan los drakontes,
serpientes gigantes. Uno de estos episodios es el enfrenta a Hércules
con la hidra de Lerna, una gran serpiente acuática de nueve cabezas, a
la que el héroe vence y corta sus testas una a una, una lucha recreada
en la cerámica de figuras negras de mediados del primer milenio a.C.
sobre estas líneas.
Topham / Cordon Press
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El mal
Con el triunfo del cristianismo, estas criaturas –que hasta entonces
simbolizaban de alguna manera las fuerzas de la naturaleza, muchas veces
indomables y portadoras de desgracias– comienzan a ser asociadas con el
mal en general y proliferan en todo tipo de soportes. Arriba,
representados en la letra A capitular de un iluminado medieval el siglo
XII.
Picture Alliance
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Leviatán
La tradición cristiana fue transformando poco a poco a poco los drakonis,
monstruos serpentiformes, en los dragones que todos conocemos. El
Leviatán bíblico, del hebreo serpiente enrollada, un monstruo marino que
la biblia define como "serpiente veloz, serpiente tortuosa". En el
Apocalipsis aparece el fuego, un elemento fijado en el imaginario
popular sobre el dragón que se desarrolló a partir de Edad Media: "De su
boca salen hachones de fuego; centellas de fuego proceden. De sus
narices sale humo, como de una olla o caldero que hierve. Su aliento
enciende los carbones, y de su boca sale llama". Arriba el Leviatán
engullendo pecadores en la puerta del Jucio Final de la catedral de
Amiens.
The Granger Collection / Cordon Press
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Una hidra cristiana
El Apocalipsis está repleto de drakonis. Como el dragón rojo
de siete cabezas que recuerda poderosamente a la hidra griega. Una
criatura que arrasó los astros con su cola y se enfrentó al arcángel
Miguel. Sobre estas líneas, representado en un manuscrito iluminado del
año 950.
Bridgeman
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Una criatura que muta
Poco a poco esta criatura que había nacido de la imaginación oriental
como una bestia marina, una serpiente alargada y gigante se va
transformando y adquiriendo nuevos atributos en los imaginativos
bestiarios cristianos medievales en los que adoptó fisonomías de
felinos, cánidos y aves. Sobre estas líneas, un genio y un monstruo
alado de una biblia del siglo XV.
The Granger Collection / Cordon Press
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Dragones medievales
El perfil de dragón que se impondría en la Edad Media es obra de San
Isidoro de Sevilla, según este erudito era la más grande delas
serpientes, moraba en cavernas, volaba y tenía crestas. Arriba dragones
fabulosos de Yuan vistos por Marco Polo en el siglo XIII. Miniatura del
siglo XV.
The Granger Collection / Cordon Press
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Lucha entre el Bien y el Mal
El triunfo de esta criatura en la Edad Media se debió a que
ejemplificaba muy bien la lucha entre el bien y el mal en unas
sociedades masivamente analfabetas. Para los simples campesinos o
comerciantes de toda Europa, era una imagen reconocible y fácilmente
interpretable. Su representación proliferó por los iluminados. Esta
letra R capitular recrea la lucha entre un virtuoso caballero y la
maligna criatura.
Picture Alliance
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Valerosos caballeros
De esta manera, no es de extrañar que surgieran multitud de leyendas y
narraciones de luchas de valerosos caballeros (que en la Edad Media
simbolizaban la virtud) contra malignos dragones que llevaban a la ruina
a diversas poblaciones por todo el mundo. La imagen que abre este
artículo representa una de ellas la del arcángel Miguel venciendo al
terrible dragón del Apocalipsis. El báculo sobre estas líneas describe
la misma escena.
Hemis.fr
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La aguja más bella
Una de las representaciones más impactantes de esta lucha entre
SanMiguel y el dragón se encuentra en la abadía del Mont Saint Michel.
No existía en la Edad Media, fue creada a finales del siglo XIX durante
los trabajos de restauración encabezados por Eugène Viollet Leduc
(responsable también de la recuperación de Notre Dame de París). Mide
3'5 m y pesa 820 kilos, pero lo más impresionante es su ubicación,
culmina la aguja de la imponente torre central del templo y se eleva a
170 metros sobre el mar. La estatua del arcángel derrotando al dragón
del Apocalisis pesa 820 kilos de peso y mide 3.5 metros de alto.
Picture Alliance
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El dragón más mítico
Pero sin duda, la lucha del caballero contra el dragón por excelencia
es la de San Jorge. El san Jorge histórico fue un soldado de Capadocia
al servicio del emperador romano Diocleciano (siglo III d.C.) que murió
mártir por no querer renunciar a su fe cristiana. Más adelante surgiría
la leyenda según la cual en vida había abatido a una bestia y liberado
de su yugo a una ciudad o a todo un reino, por la cual fue canonizado.
En la Edad Media, esa bestia se convertiría en un dragón y la atractiva
historia lo convirtió en el santo protector de caballeros y soldados.
Sobre estas líneas, la interpretación de la leyenda que hizo Pedro Pablo
Rubens en el siglo XVII, una escena dramática, con la lanza del
caballero rota en las fauces de la bestia –cuyos ojos están inyectados
en sangre– que trata de arrancársela. Detrás de ellos, la princesa, de
una belleza rolliza tan del gusto rubensiano, con la oveja que iba a ser
sacrificada junto a ella.
iStock
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El dragón deconstruido
Mucho antes que Ferrán Adrià revolucionara el mundo de la cocina,
Antoni GAudí ya había "inventado" la deconstrucción en el mundo
arquitectónico. La fachada de la Casa Batlló de Barcelona es una
oroiginalísima recreación de la leyenda de San Jorge (patrón de
Cataluña) con una piel escamada atravesada por la espada del caballero y
en cuyas fauces pueden verse en los balcones del edificio las calaveras
de los desdichados predecesores del victorioso san Jorge y la rosa que
nace de sus entrañas.
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