La muerte de la artista irlandesa que publicó diez álbumes de estudio a lo largo de su carrera, la ha avanzado 'The Irish Times' y la televisión nacional irlandesa RTE
La noticia de la muerte de Sinéad O'Connor, cantante dublinesa de 56 años, ha llegado en una tarde de verano, por segunda vez después de la falsa alarma de 2017, y ha dejado con ella dos alternativas, dos maneras de abordar su historia: desde la belleza o desde el dolor. La vía del dolor es farragosa: O'Connor ha sido durante las últimas tres décadas una persona zarandeada por un cuadro psiquiátrico complejísimo que la ha llevado a pelearse con aquellos que le querían, a exponerse al escarnio público, a entrar en guerras que nunca podría ganar y a asistir a tragedias absurdas como el suicidio de su hijo.
Es peligroso intentar sintetizar desde fuera cuál ha sido el problema de Sinéad O'Connor. ¿Un trastorno de la personalidad límite llevado hasta el extremo? Sus relatos de la infancia y la adolescencia se ajustaban a ese molde: eran retratos de un dolor muy íntimo que emponzoñó su entrada en la vida adulta. Los padres de O'Connor se separaron cuando ella tenía ocho años y Sinéad se fue a vivir con su padre, que, parecia una presencia más sólida que su madre. La cantante recordaba a su madre en esos años llorando sin consuelo, incapaz de reconstruir su vida, pero también inclinada a formas de crueldad aterradoras. En su otra casa, en cambio, su padre volvió a empezar y se casó por segunda vez con una mujer llamada Viola, cariñosa y creyente, y de cuya compañía disfrutaba Sinéad. Pero cada momento de gozo se convertía después en una puñalada de culpa. En la adolescencia, O'Connor gestionaba ese conflicto de la manera en que lo suelen hacer los niños perdidos: causaba problemas, buscaba el dolor, chocaba con el mundo, robaba en las tiendas... Escuchaba a Dylan y Pink Floyd, leía a Yeats, chocaba con su padre, al que, pese a todo, veía con compasión, se iniciaba en la sexualidad por el camino de la desesperación y se las buscaba para que la expulsasen del colegio...
Sinéad O'Connor - Nothing Compares 2U
(video oficial)
¿Hay belleza en historias así? El mundo ha idealizado la angustia adolescente desde el romanticismo y ¿cómo no ver a Sinéad O'Connor como un personaje romántico, dirigido a la autodestrucción y la soledad por ser una persona demasiado pura para el mundo? En ese guion del Bildungsroman romántico, siempre aparece el arte como una esperanza de redención.O'Connor nació con el don de cantar bien y una profesora la animó a seguir el camino de la música para enderezar así su camino. Empezó a cantar en bodas, y así, poniendo la voz Evergreen de Barbra Streisand, llamó la atención del baterista de In Tua Nua, una banda que por esos años pasaba por ser la protegida de U2. Con su tutela, la adolescente errática empezó una especie de oposición a la carrera de cantante de pop entre 1983 y 1985. Fueron los años de la inocencia.
En 1985, murió la madre de O'Connor. La noticia fue, en parte, un agujero negro y en parte una liberación. O'Connor se fue a vivir a Londres y consiguió un contrato para grabar su primer disco, The Lion and the Cobra, cuyo título venía de un salmo de la Biblia y hoy aclamado. Aquella música sonaba más o menos alternativa al estilo de la época: bailable, llena de sintetizadores y de puertas abiertas a la música negra y al pop antiguo. En aquella época, O'Connor ya se empeñaba en construir una figura pública caótica y autodestuctiva: defendía en las entrevistas los atentados del IRA Auténtico, se burlaba de U2 y llamaba la atención como una payasa, cuando, en realidad, era una persona ante el abismo.
El abismo fue el éxito. I Do Not Want What I Haven't Got, el segundo disco de O'Connor, llegó en 1990 con una perla dentro en la que era imposible no sentirse fascinado. La historia está mil veces contada: Nothing compares 2 U era una canción que Prince había compuesto como un regalo a un amor más o menos platónico y que pretendía mantener escondida. Sin embargo, Steve Fargnoli, un mánager que había trabajado con Prince y que tenía agravios pendientes con el músico, se las arregló para llevarse los derechos de la canción y la puso en la agenda de O'Connor.
Sinead O'Connor ripping Pope picture -
Fight the real enemy
I Do Not Want What I Haven't Got iba a ser un disco que narrase el divorcio de la cantante.Con Nothing compares 2 U, se convirtió en algo más amplio, más universal, un momento que habría de sintetizar el dolor de la pérdida con una crudeza conmovedora. «All the flowers that you planted, mama / In the back yard / All died when you went away» [Todas las flores que plantaste, Mamá/ en el patio de casa / todas murieron cuando te fuiste], cantaba O'Connor en un momento de furia de la canción, como para refutar su estribillo dulcísimo, y hasta esa casual mención a la madre que se había marchado parecía hecha para que la canción encajara perfectamente en la historia de O'Connor.
La otra parte del impacto Nothing compares 2 U estuvo en su imagen. La canción llegó en el momento justo en el que la MTV se volvió un fenómeno omnipresente en la cultura global.El vídeo de O'Connor la retrataba en los jardines del Château de Saint-Cloud, a las afueras de París, con la cabeza rapada, frágil y preciosa. O'Connor parecía una mezcla perfecta entre una punk y una nueva versión de Françoise Hardy y, a la vez, era diferente a cualquier imagen de una estrella de pop que el mundo hubiese visto hasta entonces. Y lloraba en el vídeo. La versión que dio en las entrevistas posteriores es que sus lágrimas fueron verdaderas.
Al mundo se le encogió el corazón ante aquella imagen.Tanto que ya no pudo perdonarle a O'Connor que no pudiese repetir ese momento de conmoción. Am I Not Your Girl?, su disco de 1992 fue una colección de standards cantados junto a una big band de poco interés. En la promoción del disco, O'Connor, abrumada por la presión y las expectativas incumplidas, empezó a tener un comportamiento errático. Un día rompió una fotografía del Papa Juan Pablo II en directo y se refirió a él comoAnticristo, y se convirtió en una paria. Después, se casó cuatro veces, tuvo cuatro hijos, se dijo lesbiana, se dijo musulmana... Llegó a ser agotador seguirle la pista.
Durante los siguientes 22 años, O'Connor publicó ocho discos más, esfuerzos un poco dispersos y mal escuchados por volver a enderezar su vida a través de la música: hizo reggae, música tradicional irlandesa y canciones confesionales como Reason with Me (2008), en la que O'Connor se retrataba de nuevo como una adolescente empeñada en tomar el mal camino; «Hola, / no me conoces, pero te robé el portátil, / y tu televisión y robé el rosario de abuela por 50 peniques». Había algo escalofriante en las performances del malestar que dio Sinéad O'Connor durante esos años: que había una parte de humor negro en medio de aquel afán por desconectase del mundo, por exhibir la tristeza y por hacerse daño a sí misma.
La cantante se había mudado a la capital del Reino Unido al principio de julio y trabajaba en nuevas canciones
El tribunal forense del sur de Londres ha informado de que efectuará una autopsia al cuerpo de Sinéad O'Connor para decidir si abre una investigación sobre el fallecimiento de la cantante irlandesa, quien fue hallada muerta este miércoles en la capital británica a los 56 años de edad.
Esta instancia judicial explicó hoy en un comunicado que no se ha proporcionado "causa médica alguna" sobre la muerte, si bien la Policía metropolitana (MET) ya ha indicado que "no se considera sospechosa".
"El forense, en consecuencia, ordenó que se realizará una autopsia", señala la nota del citado tribunal, que añadió que los resultados podrían demorarse "durante varias semanas". El texto agrega que "la decisión sobre si es necesaria una investigación se tomará cuando se conozcan estos resultados y se haya escuchado la posición de la familia".
Por su parte, la Policía Metropolitana de Londres ha publicado en un comunicado que por ahora no va a investigar la muerte de Sinéad O'Connor ya que no es sospechosa. En los próximos días, la institución elaborará un informe que recopile toda la información conocida sobre el fallecimiento del que ya ha dado a conocer algunos detalles: el aviso de la muerte llegó a sus agentes a las 11:18 horas del miércoles. Cuando los agentes llegaron, O'Connor "fue declarada muerta" ya que no respondía a ningún estímulo. Se desconoce quién avisó a la policía del deceso.
O'Connor se había instalado en Londres al principio de este mes, en un piso de la zona oeste de la ciudad. Durante sus últimas semanas, publicó imágenes de su nueva vivienda y se refirió a Londres como "su hogar". Durante este tiempo, la cantante explicó que estaba volviendo a escribir canciones y mostró el estudio de trabajo que había instalado en su piso.
El 17 de julio, el tono de sus mensajes cambio. En sus últimos mensajes en Twitter, la cantante pinchó canciones de duelo de Al Green y Curtis Mayfield y música tradicional tibetana y se refirió a la muerte de su hijo Shane, que se suicidó en enero de 2022.
La familia de O'Connor anunció el miércoles "el fallecimiento de nuestra querida Sinéad" y pidió "privacidad en este momento tan difícil", a través de un comunicado en el que no precisaron las circunstancias de la muerte.
En las últimas horas se han multiplicado los homenajes a la cantante irlandesa, que saltó al estrellato internacional en 1990 con su versión de la balada Nothing Compares 2 U.
TODA LA INFORMACIÓN LO HE
ENCONTRADO EN LA PÁGINA
WEB DE EL MUNDO Y VIDEOS
DEL CANAL OFICIAL DE EL
MUNDO EN YOUTUBE Y
VIDEOCLIPS DEL CANAL DE
DE SINÉAD OCONNOR Y
DISCODELIRIO TODOS EN YOUTUBE
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