El español gana de nuevo al ruso y repite título en el torneo estadounidense después de poder con todo y con todos en una semana y media memorable.
Contra todo y contra todos, Carlos Alcaraz revalidó este domingo su título en Indian Wells (no la conseguía nadie desde Novak Djokovic en 2016) con una nueva victoria contra Daniil Medvedev (7-6 (5) y 6-1 en 1h42), a quien ganó también en la final del año pasado. Con 20 años, el español puso broche de oro a uno de los mejores torneos de su carrera. Porque llegaba después de sufrir un esguince de tobillo en Río de Janeiro sin haber podido entrenarse apenas antes del comienzo. Y ni la ya famosa invasión de abejas del jueves, ni la lluvia que entorpeció las semifinales del sábado pudieron con Carlitos. Tampoco cuatro rivales, Marozsan, Auger-Aliassime, Zverev y Sinner, con los que tenía perdido el cara a cara. Ni Medvedev, que le había apeado del US Open en la penúltima ronda el año pasado. Lo dicho, torneazo.
“Ganar este torneo significa mucho para mí, porque la semana previa al comienzo tenía muchas dudas sobre mi tobillo. Recuerdo mi primer entrenamiento aquí, fueron 30 minutos sin moverme. El primero con jugadores a exigencia alta fue muy duro para mí, porque veía que no podía jugar a mi mejor nivel. No me sentía bien, pero en la primera ronda empecé a sentirme mejor. Y cada partido iba a mejor. Así que estoy muy feliz por ganar este título de nuevo. Contento por haberme sobrepuesto a los problemas. Ganar un Masters 1.000 siempre es un orgullo”, dijo el prodigio de El Palmar, poco antes de levantar su quinto trofeo en la categoría, uno más que su entrenador, Juan Carlos Ferrero, solo por detrás en el tenis español del gran Rafa Nadal (36). En total, suma ya 13 títulos. Este es el primero que cosecha desde Wimbledon 2023, para acabar con la exagerada inquietud que se había extendido por unos pocos meses de sequía.
Indian Wells es un evento que le va como anillo al dedo al número dos del mundo, puesto que aseguro de manera brillante al eliminar a Sinner. Allí fue semifinalista en 2022 y ahora es bicampeón. Y eso que en esta ocasión el último partido empezó mal para él, con muchos errores no forzados y un preocupante 0-3 para Medvedev. A partir de ahí, fue minimizando los fallos, sobre todo con el revés, y dio paso a su imaginación desbordante para elegir los golpes y descolocar al ruso de 28 años y número cuatro del mundo, uno de los jugadores más estables y competitivos de la última década.
De los nervios al disfrute
Alcaraz apartó la tensión y empezó a disfrutar. El desempate de la primera manga lo jugó de maravilla y después fue muy superior a un Medvedev que perdió completamente la fe en sus posibilidades, un tanto mustio por la falta de apoyo de unos seguidores estadounidenses claramente cautivados por el encanto del murciano.
“Esto me da mucha confianza. Tenía muchas dudas antes del torneo, pero en cada partido he ganado seguridad. Ganar encuentros y torneos ayuda un montón. Obviamente, un Masters 1.000 es muy difícil de ganar y esto me da un extra de para Miami y lo que viene. Es increíble levantar el trofeo de nuevo”, resumió Carlitos, que podrá disfrutar poco de su éxito, porque la semana que viene volverá a competir en otro certamen de máxima exigencia y como cabeza de serie número uno, en ausencia de Djokovic. Es lo que le corresponde por su temprana grandeza. Y que siga así.
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