Los mejillones son un alimento sabroso y alto en proteínas que se puede consumir de muchas maneras.
Los mejillones son un producto económico que se puede cocinar de muchas maneras
Estos moluscos se deben conservar en la nevera, envueltos en un paño húmedo y consumir en uno o dos días
Para limpiar correctamente los mejillones, debemos pasarlos por agua dos veces y eliminar los restos orgánicos
Los mejillones son moluscos que viven en grandes comunidades y se adhieren a las rocas mediante los filamentos del biso. Son un alimento sabroso y alto en proteínas que se puede consumir de muchas maneras, como al vapor, a la marinera, en paellas, fideuás y muchas otras.
Este tipo de molusco es económico y fácil de cocinar, pero antes se debe lavar para eliminar los restos de arena y suciedad que tiene adheridos. El proceso para limpiarlos correctamente es muy sencillo y, en NIUS, te lo contamos.
La mejor opción para consumir mejillones es comprarlos frescos, porque así conservan todas sus propiedades, aunque también se venden envasados al vacío o congelados. Si compramos mejillones frescos, debemos conservarlos en la nevera, envueltos en un paño húmedo. Además, se tiene que consumir en uno o dos días.
Pasos para limpiar mejillones
- Lo primero que debemos hacer es colocar los moluscos en un escurridor y pasarles agua fría.
- Debemos ir removiendo suavemente para que el agua llegue a todos los mejillones.
- Posteriormente, cogemos unas tijeras de cocina y cortamos las barbas del mejillón con cuidado para no cortar la carne.
- Para limpiar las conchas, podemos coger un cuchillo y raspar suavemente. Así eliminaremos los restos orgánicos que están adheridos. Si tenemos dificultades, podemos usar un guante o estropajo metálico.
- Finalmente, volvemos a pasar los mejillones por agua fría para acabar de eliminar las partículas no deseadas.
- Después de limpiarlos, debemos comprobar que los mejillones abiertos están en buen estado. Para ello, podemos golpear estos mejillones suavemente con la encimera o un cuchillo. Si se cierran, quiere decir que están vivos y, por lo tanto, podemos comerlos sin problemas.
Por otro lado, debemos asegurarnos de tirar los mejillones que estén rotos y los que huelan mal, porque podrían estar en mal estado. También cabe recordar que, una vez cocinados, aquellos mejillones que se queden cerrados no se pueden consumir.
TODA LA INFORMACION LO HE ENCONTRADO EN LA PÁGINA OFICIAL DE Nius
Pirata Oscar
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