Seguimos con la sección de CULTURA Y ARTE esta semana el nuevo artículo es Aparece en España el eslabón entre las poblaciones de la Edad de Hielo, que gran hallazgo se ha conseguido con saber que el eslabón de la edad hielo fuera parte de España.
Aparece en España el eslabón entre las poblaciones de la Edad de Hielo
Restos fósiles de un individuo con 23.000 años de antigüedad conecta genéticamente a los humanos que vivieron antes y después del Último Máximo Glacial.
Dos nuevos estudios han presentado los resultados del mayor conjunto de datos genéticos estudiados de los cazadores-recolectores de la prehistoria europea. Estos datos muestran una visión muy detallada de la evolución, desplazamientos y conexiones de los distintos grupos nómadas que poblaron Eurasia. Además de abrir la puerta a futuros estudios gracias a una riquísima información, los científicos exponen nuevas evidencias que confirman el papel de la península ibérica como refugio para los seres humanos que vivieron el período más extremo de la Edad de Hielo.
Reconstrucción de un cazador-recolector de la cultura Gravetiense. Tom Bjoerklund.
La evolución humana, ese gran lío
La evolución del ser humano sigue siendo un rompecabezas. Con cada nuevo paso que damos se aprecia la enorme dificultad que tiene el estudio de un proceso sumamente complejo. Sin embargo, el empeño de científicos apoyados en las últimas innovaciones tecnológicas nos permite avanzar y contemplar panorámicas cada vez más detalladas acerca de uno de los grandes enigmas de la ciencia: ¿de dónde venimos?
Para profundizar en el conocimiento de nuestros antepasados contamos con dos nuevas publicaciones científicas que aportan importantes detalles. Vanessa Villalba-Mouco, del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva, en Alemania, ha encabezado al equipo de científicos cuyos resultados se han publicado en la revista “Nature Ecology & Evolution”. De sus conclusiones extraemos que hubo diferentes dinámicas en las zonas del sur de Europa que sirvieron de refugio durante la Edad de Hielo. Hasta ahora, los arqueólogos conocían las distintas culturas que han pasado por la prehistoria europea, pero la escasez de datos (sobre todo la falta de fósiles humanos) no permitía conocer más acerca de las migraciones e interacciones de los grupos que llevaban a cabo las manufacturas por las que se reconocen estas culturas. Situamos en Europa cuatro culturas con su industria lítica característica durante el Paleolítico Superior: Auriñaciense, Gravetiense, Solutrense y Magdaleniense. Los manuales de prehistoria cuentan que unos grupos fueron reemplazando a otros, pero los nuevos datos demuestran que hubo heterogeneidades dentro de una misma cultura, con poblaciones que compartían las mismas herramientas y, sin embargo, eran genéticamente distintas.
La península ibérica fue un refugio durante la Edad de Hielo
El poblamiento de Europa estuvo marcado por expansiones y contracciones de humanos según marcaban los eventos climáticos. Qué duda cabe que la historia de la Tierra influye sobremanera en la evolución e historia del ser humano. El Último Máximo Glacial, el período más frío durante la glaciación Würm (popularmente conocida como Edad de Hielo), se produjo hace entre 25 000 y 19 000 años. Enormes capas de hielo cubrieron todo el norte de Europa y las grandes cordilleras del centro y sur del continente, lo cual supuso, además de una situación de supervivencia extrema, una barrera para los desplazamientos humanos.
Villalba-Mouco y su equipo han encontrado los restos de un individuo en la Cueva del Malalmuerzo, en Granada, con una antigüedad de unos 23 000 años. El análisis genético del fósil ha permitido conocer mejor el papel de la península ibérica como refugio de las poblaciones paleolíticas pues, mientras que en otras zonas de Europa desaparecieron los habitantes, en el sur de la península aparece este individuo como enlace genético entre las primeras poblaciones de humanos modernos que llegaron al oeste de Europa y las que repoblaron el continente tras el período glacial. Una dinámica que solo se da con los restos encontrados en el sur de España y no así en otras zonas consideradas también refugios como la península italiana, donde los individuos de antes y los de después del Último Máximo Glacial tienen diferentes ancestros genéticos.
iStock.
Reescribiendo la prehistoria
Estos resultados forman parte de una investigación más amplia que se ha publicado a la vez. Cosme Posth y He Yu encabezan al equipo que se ha encargado de analizar:
“356 genomas antiguos de cazadores-recolectores, incluidos nuevos datos genómicos de 116 individuos de 14 países de Eurasia occidental y central, que abarcan hace entre 35.000 y 5.000 años”.
Los humanos modernos poblamos Europa hace unos 45 000 años. Pero todavía tenemos muchas lagunas acerca de la estructura, expansión y mezclas entre los distintos grupos de población. Este nuevo estudio genético publicado en la revista “Nature” evalúa esas relaciones desde los contactos entre neandertales y los primeros sapiens en llegar a Europa Occidental hasta la llegada del Neolítico con la expansión de la agricultura y la ganadería. Los resultados “reescriben la historia genética de nuestros antepasados”.
Estudios futuros tendrán el reto de hallar los procesos concretos que causaron los reemplazos genéticos de poblaciones enteras durante la Edad de Hielo. Mientras, los especialistas dejan claro que:
“El oeste y el sudoeste de Europa sirvieron como refugios climáticos para la persistencia de grupos humanos durante la fase más fría de la última Edad de Hielo, mientras que las poblaciones de la península italiana y la llanura de Europa del Este fueron alteradas genéticamente, desafiando el papel de estas regiones como refugios glaciales para los humanos”.
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Pirata Oscar
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