domingo, 11 de junio de 2023

NATIONAL GEOGRAPHIC 109 (NATIONAL PRESENT) (Shakespeare, el genio de la literatura inglesa)

 

 

 

Ya estoy aquí con otra sesión de (NATIONAL PRESENT)de la sección de NATIONAL GEOGRAPHIC. 


Esta semana toca hablar "Shakespeare, el genio de la literatura inglesa".Vamos con un grande que Shaskespeare uno de los grandes en la literatura y todo su historia y sus obras.


Pues no me enrollo más y vamos al grano.

 

 

Shakespeare, el genio de la literatura inglesa

 

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Las comedias y tragedias que escribió para su compañía teatral lo hicieron célebre en su época y aún más para la posteridad, pero su vida está llena de incógnitas, como su posible catolicismo.

 

El más célebre autor de la historia de la literatura inglesa fue aplaudido, admirado e incluso "idolatrado" en vida por las decenas de miles de personas que asistieron a las representaciones de sus obras en Londres. Pero esa fama no impidió que la personalidad y la biografía misma de William Shakespeare quedaran envueltas en sombras. Poco se sabe, por ejemplo, de los inicios de su carrera.

Sí consta que nació el 23 de abril de 1564 en Stratford-upon-Avon, una pequeña ciudad de unos mil habitantes, situada 120 kilómetros al noroeste de Londres. Era hijo de John Shakespeare, un próspero negociante local, y de Mary Arden. Asistió al colegio de la ciudad, y a ello se deben los amplios conocimientos de la literatura latina y de retórica de que haría gala en sus escritos.

A los 18 años se casó con una joven de la localidad, Anne Hathaway, cuando ésta ya se hallaba embarazada; tendría con ella tres hijos. Un documento sitúa a Shakespeare en Stratford todavía en 1585. Pero luego siguen siete años, "los años perdidos", en los que se evapora totalmente su pista, hasta que reaparece en 1592 convertido en autor teatral de éxito en Londres.

Esos "años perdidos" han dado pie a muchas elucubraciones por parte de los biógrafos de Shakespeare; algunos han supuesto, por ejemplo, que hizo un viaje a Italia. También se ha discutido mucho otro aspecto de la juventud del dramaturgo: su supuesta adhesión al catolicismo. Por entonces, la monarquía inglesa de Isabel I había consumado la ruptura con el Papado, instaurando una Iglesia anglicana separada, y los ingleses que se mantenían fieles al catolicismo –llamados recusantes por su negativa a reconocer al rey inglés como cabeza de la Iglesia– sufrieron diversos tipos de acoso y persecución.

 

Este teatro, en Londres, fue reconstruido en 1997 a partir de una investigación sobre la estructura del edificio original de época de Shakespeare.

 

La conexión católica

Es muy probable que el padre de Shakespeare fuera un católico recusante, dado que se le impusieron fuertes multas por no asistir a los servicios religiosos anglicanos. En cuanto al joven William, ha sido identificado con un tal "William Shakeshafte" que figura en el servicio de un aristócrata católico del norte de Inglaterra, el conde de South-ampton, como preceptor de sus hijos. Si Shakespeare hubiese deseado oír misa o confesarse, hubiera podido hacerlo en esa casa, donde se daba cobijo a los sacerdotes católicos que llegaban en secreto a Inglaterra desde los seminarios europeos.

 

Otros estudiosos han señalado en las obras de Shakespeare posibles referencias a la doctrina católica

 

Un investigador reciente ha identificado también a Shakespeare con un tal Gulielmus Strofordiensis, mencionado en una lista de católicos ingleses que peregrinaron a Roma en la década de 1580. Otros estudiosos han señalado en las obras de Shakespeare posibles referencias a la doctrina católica (por ejemplo, al Purgatorio).Sin embargo, la tesis de que Shakespeare fue toda su vida un católico oculto resulta cuestionable y son muchos los estudiosos que opinan que fue un protestante sincero.

 

Camafeo de oro, diamantes y rubíes. 1595. Museo Victoria y Alberto, Londres

 

Los comienzos en el teatro

No se sabe tampoco cómo se convirtió Shakespeare en autor teatral. Sin duda, en su juventud tuvo muchas ocasiones de presenciar representaciones dramáticas, ya que las compañías itinerantes de actores visitaban a menudo Strat-ford-upon-Avon. Si efectivamente Shakespeare estuvo algún tiempo en el norte de Inglaterra, pudo ingresar en alguna de estas troupes, primero como actor y luego como autor. Otra posibilidad es que se trasladara a Londres en busca de algún miembro de la nobleza al que servir como poeta o secretario, y que allí, como hicieron muchos otros, viera en la escritura para los escenarios una nueva fuente de ingresos.

En esos años, el teatro se convirtió en una auténtica pasión para los londinenses. Se llegaron a crear nueve teatros comerciales, algunos con aforos notables, de hasta 3.000 personas; se calcula que cada semana iban al teatro 15.000 personas. Algunos de estos espectáculos eran de marcado carácter popular y se asemejaban a los mimos o farsas de feria. Las obras de Shakespeare, en cambio, tenían un registro más elevado, tanto literariamente como por el tipo de interpretación de los actores. En 1592 Shakespeare aparece mencionado como autor teatral, objeto incluso de críticas por los que envidian su éxito.

Pero su carrera despegó realmente dos años más tarde, cuando creó, junto a otros seis socios, una compañía teatral, los Lord Chamberlain’s Men, nombre que hace referencia a la protección que les prestaba el chambelán, jefe del personal del palacio real. Esa compañía, rebautizada en 1603 King’s Men, los Hombres del Rey, dominaría los escenarios londinenses durante un cuarto de siglo. Además de Shakespeare, figuraron en ella el actor cómico William Kemp y, sobre todo, Richard Burbage, genial actor que se encargó de los grandes papeles trágicos de Shakespeare, como Hamlet, Otelo o el Rey Lear.

 

Shakespeare escribía todas sus obras para la compañía, a un ritmo de dos por año, de las que se conservan 38

 

Para completar el reparto se solía contratar un número reducido de actores eventuales, así como a muchachos que interpretasen los papeles femeninos, ya que, en contraste con España, en Inglaterra las mujeres tenían prohibido actuar en los escenarios. Shakespeare escribía todas sus obras para la compañía, a un ritmo de dos por año (se conservan 38, aunque también colaboró en otras), y además desempeñaba algunos papeles secundarios en el escenario, como el del anciano padre de Hamlet.

 

Nace The Globe

Inicialmente la compañía daba sus funciones en un teatro llamado por antonomasia The Theatre, pero en 1598 el contrato de alquiler del local expiró. Ni cortos ni perezosos, Shakespeare y sus colegas desmontaron la estructura de madera del teatro y se la llevaron a otro local que habían encontrado en el Bankside, un barrio de Londres al sur del río Támesis, hoy llamado Southwark. En aquella época, Southwark estaba fuera de la ciudad propiamente dicha, y era una zona de diversión y "mala vida", con abundancia de burdeles y tabernas.

Un teatro casaba bien con ese ambiente. De hecho, sabemos que un empresario teatral de esos años, Philip Henslow, competidor de la compañía de Shakespeare, era, además de empresario teatral, propietario de un burdel, agente inmobiliario y dueño de una casa de empeños; además, en su teatro, el Rose, las funciones dramáticas se alternaban con las peleas de perros y osos, que apasionaban al pueblo de Londres.

El nuevo teatro de los Lord Chamberlain’s Men se llamó The Globe. Estaba cerca de donde hoy en día se alza el moderno Shakespeare’s Globe, teatro que busca, dentro de lo posible, reproducir la experiencia del público y de los actores de los siglos XVI y XVII. En el Globe original, ante una audiencia popular que pagaba un penique por la entrada y se agolpaba en el "gallinero" y en los palcos, entre tragos de cerveza y bocados a la comida que también podía comprarse, se representaron las obras inmortales de Shakespeare: Romeo y Julieta, en 1595; el Mercader de Venecia, hacia 1597 (la historia del judío Shylock tal vez se inspiró en un médico judío-portugués instalado en Londres, acusado falsamente de tramar el envenenamiento de la reina y ejecutado en 1594); Hamlet, en 1602; Macbeth, en 1606...

 

Los frutos del éxito

Como negocio, el Globe fue una empresa muy rentable. Así lo indica el que Shakespeare pudiera comprar en 1597, por 120 libras, una residencia imponente en su pueblo natal de Stratford, con abundante espacio en torno a la casa, donde quizá pensaba vivir como un gran señor. Luego compró otras fincas urbanas y rurales.

En 1613, el Globe (hecho de madera y con tejado de paja) fue destruido por un incendio, provocado por la chispa de una descarga fingida de artillería en el escenario; pero el edificio fue reconstruido enseguida. Además, la compañía de Shakespeare gestionaba ya otro teatro, el Blackfriars, de aforo menor (unas 600 plazas) pero cubierto y con mayores medios escénicos. Por esta razón, las entradas más baratas para el Blackfriars eran hasta seis veces más caras que las del Globe, y era mucho más rentable que este último.

Aunque se ha afirmado que por entonces Shakespeare se había retirado, nada indica que con apenas 50 años se sintiera ya viejo o enfermo y por ello volviera a Stratford. Lo seguro es que murió en su ciudad natal, el 23 de abril de 1616, seguramente por un ataque de fiebres tifoideas. Su tumba se encuentra en una iglesia de Stratford, encabezada por un epígrafe que maldice a cualquiera que mueva sus huesos.





La fascinación de Shakespeare por la muerte y otras curiosidades sobre su obra



Shakespeare


William Shakespeare inventó más de 1700 palabras y expresiones inglesas, escribió la obra de teatro más representada del mundo y eligió un epitafio para su tumba que alimentó la creencia de que está enterrado con sus textos inéditos. Además, murió pocas horas después que Miguel de Cervantes y fue duramente criticado por Lev Tolstói.


En su célebre ensayo Shakespeare, la invención de lo humano, el crítico literario Harold Bloom afirma que William Shakespeare "inventó la naturaleza humana tal y como la conocemos actualmente". Con sus más de 36 obras de teatro y múltiples poemas, el autor inglés transformó los arquetipos que, hasta entonces, habían existido en la literatura para convertirlos en personajes llenos de matices, contradicciones e historias complejas: mujeres y hombres individualizados, capaces de cambiar.

Han pasado ya cuatrocientos años de la publicación del First Folio, la primera edición completa de las obras de Shakespeare, y su literatura sigue resonando en el interior de lectores y lectoras de todo el mundo, tal y como lo hizo en su tiempo. Cautivados por su fascinación por la muerte, sus tragedias románticas, sus historias de personajes fantasiosos y sus interpretaciones históricas, el público continúa aplaudiendo al autor que retrató el alma y la condición humana como no lo ha hecho ningún otro. 

A continuación, explicamos algunos de los datos más interesantes y menos conocidos de la vida y obra del escritor, también conocido como 'el bardo de Avon'. 

 

La publicación del First Folio salvó la obra de Shakespeare

En 1623, siete años después de que William Shakespeare muriera, dos amigos y actores de su compañía teatral, John Hminges y Henry Condell, editaron y publicaron la primera compilación de la obra dramática del escritor, conocida como el First Folio. Gracias a la publicación de este volumen se conservó gran parte de la literatura de Shakespeare que, de no haber sido recogida e impresa en aquel momento, se podría haber perdido para siempre.

La primera edición del First Folio constó de 750 copias de las cuales solo un tercio han llegado a nuestros días (la mayoría, de forma incompleta). El volumen incluía las 36 obras teatrales tradicionalmente atribuidas a Shakespeare, divididas en Tragedias, Comedias y obras Históricas. Desafortunadamente, en el First Folio no se publicaron ni los sonetos, ni los poemas líricos, ni las obras Pericles, Los dos nobles parientes y Eduardo III

 

First Folio

 

Portada del First Folio de William Shakespeare, 1623.

CC
 

Shakespeare inventó 1.700 palabras y los nombres Jessica, Olivia y Miranda

A lo largo de su trayectoria literaria, William Shakespeare acuñó (o, por lo menos, fue el primero en escribir) 1.700 palabras y expresiones en inglés, entre ellas assasination (asesinato), bloody (sangriento), hurry (apresurarse), suspicious (sospechoso), amazement (asombro) o undress (desvestirse). También las expresiones "for goodness sake" (por amor de Dios), "naked truth" (verdad desnuda), "heart of gold" (corazón de oro) y la famosa frase "green eyed monster" (monstruo de ojos verdes) para referirse a los celos.

Además, se le atribuye la invención de varios nombres femeninos, como "Jessica", que apareció por primera vez en El mercader de Venecia, "Miranda", uno de los personajes de La Tempestad u "Olivia", la forma femenina de "Oliver", un nombre que, hasta entonces, solo había sido usado para el género masculino.

 

En su obra mueren más de 60 personajes

Uno de los sellos más característicos de la obra de William Shakespeare son los trágicos finales en los que, de una manera u otra, mueren la mayoría de sus personajes. En total, las obras shakesperianas acumulan más de 60 cadáveres, entre ellos los jóvenes Romeo y Julieta, el dramático Hamlet y su Ophelia, Lord y Lady Macbeth, el rey Lear y muchos más.

La obra en la que fallecen más personajes es Tito Andrónico, con un total de 14 muertos (lo que obligó al autor a imaginar hasta siete maneras distintas de morir) y las causas principales son el apuñalamiento, la decapitación, el envenenamiento, la horca o el suicidio. Algunos también mueren de pena y uno de insomnio. 

 

Ophelia

 

Ophelia, cuadro pintado por el artista prerrafaelita John Everett Millais en 1851 en el que se representa la escena del suicidio de Ophelia.

CC
 

Macbeth es la obra más representada del mundo

Uno de los récords más extraordinarios de William Shakespeare es que es el autor de la obra de teatro más representada del mundo: Macbeth. Se calcula que esta trágica y misteriosa obra se interpreta una media de seis veces al día, es decir, que cada cuatro horas se representa Macbeth en algún lugar del mundo.

A lo largo de los siglos, esta obra ha inspirado a muchos artistas, entre ellos el músico Giuseppe Verdi, que la llevó a la ópera, diversos cineastas que la han trasladado a la gran pantalla y grandes pintores, como John Singer Sargent, que representó en uno de sus cuadros más famosos la escena en la que Lady Macbeth se hace con el poder del reino. 

 

Ellen Terry como Lady Macbeth, 1889.

 

Ellen Terry como Lady Macbeth, una obra de John Singer Sargent pintada en 1889.

CC
 

Además de teatro, escribió 154 sonetos

William Shakespeare fue un extraordinario dramaturgo y también un extraordinario poeta, aunque esta faceta sea menos conocida que la anterior. En total, el autor escribió cuatro obras líricas y 154 sonetos, una obra poética de la que se sentía orgulloso y por la que esperaba perdurar en el tiempo.

Algunos de los sonetos más famosos de Shakespeare son el Soneto 18, que empieza con los célebres versos "Shall I compare shee to a summer's day? / Thou art more lovely and more temperate" ("¿Podría compararte a un día de verano? / Más hermosura y suavidad posees") o el Soneto 116, recitado por Kate Winslet en la adaptación de Sentido y sensibilidad de 1995, que dice "Love is not love / Which alters when it alteration finds / Or bends with the remover to remove" ("No es amor el amor / que cambia siempre por momentos / o que a distanciarse en la distancia tiende"). 

 

Shakespeare

 

Portada de la edición de los Sonetos de Shakespeare publicada en 1609.

CC
 

Tuvo una mala relación con su esposa

A los dieciocho años, William Shakespeare se casó con Anne Hathaway, una mujer ocho años mayor que él que, según varias fuentes, estaba embarazada de tres meses en el momento de la boda. Juntos, Shakespeare y Hathaway tuvieron tres hijos: Susanna, la mayor, y Hamnet y Judith, los mellizos. Sin embargo, hay muchos datos que apuntan a que la relación entre ambos no fue del todo buena. 

Se sabe que la pareja vivió en casas separadas durante varios años, de hecho, en Stratford-upon-Avon se puede visitar tanto la casa de Shakespeare como el cottage de Anne Hathaway. Por otro lado, en su testamento, el dramaturgo dejó escrito que a su esposa le dejaba "su segunda mejor cama", una frase un tanto hostil que ha suscitado todo tipo de interpretaciones sobre las desavenencias de la pareja entre los académicos.

 

Shakespeare

 

Casa y jardines del cottage de Anne Hathaway en Stratford-upon-Avon.

CC
 

La muerte de su hijo Hamnet inspiró la escritura de ‘Hamlet’

A los once años, Hamnet, el único hijo varón de William Shakespeare, murió de forma prematura. El 11 de agosto de 1596, la familia del dramaturgo celebró el funeral del pequeño, que fue enterrado en el cementerio de Stratford, dejando tras de sí el dolor de una pérdida que acompañaría a sus padres y hermanas para siempre.

Poco después, atravesado por aquella tragedia, Shakespeare escribió la famosa obra Hamletque se representó por primera vez en 1601. Muchos críticos sostienen que precisamente fue la muerte de su hijo lo que inspiró a Shakespeare para crear una de sus obras teatrales más célebres, de ahí el parecido entre los nombres del personaje principal y el hijo del dramaturgo.

 

Tolstoi

 

Lev Tolstói, el escritor ruso que criticó ferozmente la obra de Shakespeare.

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Tolstoi escribió un libro criticando a Shakespeare

Poco antes de cumplir ochenta años, el escritor ruso Lev Tolstói publicó una de las críticas más feroces que jamás se ha hecho contra William Shakespeare. Al parecer, el dramaturgo no consiguió llegar al corazón del autor de Guerra y paz y Anna Karenina, que afirmó que sentía una "repulsión y un tedio irresistibles" con respecto a la obra de Shakespeare.

En el ensayo, titulado Shakespeare y el drama y publicado en 1906, Tolstói clasificó las opiniones del bardo de Avon de "bajas e inmorales", aseguró que era incapaz de perfilar personajes y criticó el uso de un lenguaje, a su parecer, ridículo, exagerado y poco natural. Tiempo después, en 1947, George Orwell retomó esta disputa y criticó el ensayo de Tolstói, tachando su análisis de superficial y acusándolo de haber hecho una mala interpretación de la obra El rey Lear.


Los nazis reivindicaron a Shakespeare como “escritor germánico"

Tal y como explica Stephen Marche en su libro How Shakespeare changed everything, en 1936, el Partido Nazi publicó un panfleto titulado Shakespeare - un escritor germánico, en el que reivindicaban al inglés como autor "germánico". De hecho, aquel año hubo más representaciones de Shakespeare en Alemania que en la suma de todos los otros países del mundo.

"La Alemania de Hitler amaba a Shakespeare, pero también lo temía", asegura Marche en su libro. Irónicamente, una de las obras menos queridas por los alemanes en aquella época fue El mercader de Venecia, que cuenta la historia del préstamo hecho por un judío llamado Shylock a un noble cristiano. En 1938, el régimen nazi sumó este título a la lista de libros prohibidos y ordenó que fuera confiscado de las librerías.

 

Quema libros nazi

 

Quema de libros en la Alemania nazi, 1933.

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Murió casi a la vez que Miguel de Cervantes

En abril de 1616, el mundo perdió a dos de los mayores escritores de la literatura universal: William Shakespeare y Miguel de Cervantes. El primero en morir fue el padre del Quijote, que expiró su último aliento el 22 de abril de aquella primavera. Al día siguiente caía Shakespeare, en la fecha exacta en la que cumplía 52 años.

Así, estos dos grandes genios literarios quedaron unidos para siempre por la efeméride de su muerte, una fecha que, además, sirvió para señalar en el calendario el Día del Libro. 


No se sabe cómo se escribe su apellido

Pese a que el apellido "Shakespeare" haya estado en boca de todos durante más de cuatro siglos, la verdad es que se desconoce la forma exacta o correcta en la que debería escribirse esta palabra. Al parecer, en ninguna de las seis firmas que se conservan del dramaturgo inglés este deletreó su nombre de la misma manera en la que lo hacemos hoy. En su lugar, los apellidos con los que firmó fueron los siguientes: Shakespe, Shakspe, Shakspere y Shakespear. 

 

Shakespeare and CO

 

Shakespeare and Company, la librería más famosa de París.

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La leyenda dice que está enterrado con sus obras inéditas

Cualquiera que acuda a la Holy Trinity Church de Stratford-upon-Avon a visitar la tumba de Shakespeare, podrá leer sobre su lápida el siguiente epitafio: "Buen amigo, por Jesús, abstente de cavar el polvo aquí encerrado. Bendito sea el hombre que respete estas piedras y maldito el que remueva mis huesos".

Estas palabras, dignas del dramatismo del propio escritor, hicieron correr el rumor de que la tumba de Shakespeare estaba maldita y también sirvieron como inspiración para la leyenda que asegura que, junto al cadáver del poeta que alumbró a Hamlet, Otelo y Lear están las obras inéditas que se llevó con él a la tumba.

 

 

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 Pirata Oscar 

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