El Consejo de Ministros ha aprobado la medida y pone fin a las restricciones impuestas por la pandemia. Entrará en vigor en cuanto se publique en el BOE.
El Consejo de Ministros ha aprobado este martes el fin de la mascarilla obligatoria en farmacias y centros sanitarios, por lo que se pone fin a las restricciones impuestos por la pandemia de la COVID-19. La medida entrará en vigor en cuanto se publique en el Boletín Oficial del Estado (BOE), que se espera que sea mañana. “La COVID-19 ha sido controlada y aunque la enfermedad sigue presente, ya no supone una situación de crisis sanitaria”, ha afirmado el ministro de Sanidad, José Manuel Miñones en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.
Han pasado más de tres años desde que irrumpiera la pandemia. Un huracán que sacudió las vidas de millones de personas en todo el mundo -y provocó una trágica muerte a otras tantas-. El mundo no sabía muy bien cómo enfrentarse a una eclosión de estas características. Una enfermedad desconocida y extraordinariamente agresiva. Hospitales llenos y miles de muertos diarios.
No obstante, el mar ya está en calma. Tanto, que a veces es inevitable olvidarse un poco de todo aquello que sucedió no hace tanto. Poco a poco, todas las durísimas medidas restrictivas han ido desapareciendo. Pero es que, hay que recordarlo, hubo una época en la que llegó a haber, incluso, toque de queda. Una estampa verdadera marcial que la mayoría no pensaba ver en su vida.
Aún queda, no obstante, un pequeño resquicio de aquella batería de acciones preventivas. Esa muralla que se desplegó para tratar de ralentizar el esparcimiento del virus. A día de hoy, sigue siendo obligatoria la mascarilla en lugares como hospitales, centros de salud o farmacias. Aunque por poco tiempo. Se vislumbra el final de la última restricción que se mantenía en pie.
Publicado en el BOE
La eliminación de la obligatoriedad de la mascarilla en estos entornos recibió luz verde del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud. Así que ya era solo cuestión de tiempo. Hasta hoy. No obstante, el Estado mantendrá la recomendación de portar mascarillas en estos puntos por los peligros que puede haber de contagio. Aunque, como ya se ha indicado, se apelará a la responsabilidad individual sin recurrir ya a lo obligatorio. Aunque de una forma mucho más tenue que antaño, la COVID sigue campando por ahí. El mundo, sin embargo, no puede permitirse dejar de girar. Ni siquiera por una pandemia.
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