El Gobierno aprueba este lunes en Consejo de Ministros el plan de medidas urgentes de ahorro energético, que establece topes a la climatización
Monumentos a oscuras, semáforos apagados y puertas cerradas en locales climatizados son algunas de las medidas en el resto del continente
Las razones por las que el ahorro energético europeo puede quedar en papel mojado
El paquete de medidas urgentes para la eficiencia y ahorro energético urdido por el Gobierno verá la luz este 1 de agosto. Lo anunció la semana pasada un Pedro Sánchez sin corbata (como "gesto" para reducir el uso del aire acondicionado) y se aprobará en Consejo de Ministros este lunes, según lo previsto.
El presidente no concretó las medidas aunque sí garantizó que no supondrán "recortes" en el suministro para las familias e industria. Del mismo han trascendido los topes a la climatización en comercios, transportes y empresas: la calefacción no podrá superar los 19 grados y el aire acondicionado, los 27, como ya sucede en edificios de la administración.
"Ahorrar energía es una tarea de todos y es prioritario", dijo el socialista, que remató: reducir la factura energética contribuye "a reducir la dependencia del agresor Putin". Está previsto que la medida entre en vigor de manera inmediata, pero tendrá que ser convalidada por el Congreso de los Diputados en un máximo de 30 días al tratarse de un decreto.
Esta semana, los países de la UE han aprobado la propuesta de la Comisión Europea (CE) de reducir un 15 % el consumo de gas de cara a un posible corte total del suministro por parte de Rusia este invierno. Mientras el nuestro avanza en esta dirección, estos son los planes de nuestros vecinos para garantizar las reservas de gas para el invierno.
Francia se prepara para la "lógica de la sobriedad"
El presidente Emmanuel Macron anunció que su Gobierno prepara un plan de ahorro para cuando Rusia corte el grifo. "Debemos prepararnos para un escenario en el que todos vivamos sin gas ruso", dijo el Día de la Bastilla, defendiendo guiarse por la "lógica de la sobriedad".
Mientras se conocen más detalles, su Ejecutivo habla de "pequeños gestos". El portavoz Olivier Véran ha sugerido a las familias y empresas desenchufar cuantos más aparatos energéticos mejor mientras no se usen, poniendo como ejemplo el wifi; también apagar la luz en estancias vacías. Un esfuerzo que el equipo de Macron hace extensible a todas las oficinas públicas.
París ha promulgado una ordenanza municipal que prohíbe a los locales que utilicen el aire acondicionado tener las puertas abiertas: o una cosa o la otra, bajo la amenaza de multa. Una medida lógica a pesar de las posibles reticencias que pueda despertar, ya que unas puertas cerradas no invitan a la clientela a entrar para consumir.
Por su parte, el sector de supermercados y grandes superficies se han reunido para elaborar un protocolo con algunos acuerdos, como es el apagado de los carteles luminosos desde la hora de cierre hasta la de apertura.
La crisis climática es la mayor historia de nuestro tiempo. 
Por @euronews
Ejemplo de la conciencia energética del país galo es el de un grupo de jóvenes que apaga los carteles encendidos de noche de forma acrobática. Se trata de un reto aplaudido y viralizado en las redes sociales.
Alemania apaga monumentos y hasta semáforos
La cámara baja alemana, el Bundestag, adoptó a mediados de julio un plan de ahorro energético de cara al invierno: se acabó la calefacción por encima de 20 grados y no habrá agua caliente en los lavabos individuales. Y el Gobierno de Olaf Scholz ha difundido una serie de recomendaciones caseras como apagar luces, duchas más cortas o utilizar la bicicleta en lugar del coche.
"No se puede excluir ninguna posibilidad", advirtió el ministro de Economía, Robert Habeck, para quien Moscú usa "el arma del gas" contra Europa. Ante estas señales de alerta, el sector industrial, los municipios y las administraciones buscan reducir su consumo energético por todos los medios.
Berlín y Hannover han optado por apagar sus edificios emblemáticos de noche. Los focos de la Columna de la Victoria, del Ayuntamiento y del Palacio de Charlottenburg, entre muchos otros monumentos, han dejado o dejarán de estar encendidos para ahorrar energía.
La segunda ciudad mencionada ha dado un paso más allá al apagar la calefacción y cortar el agua caliente en edificios públicos, así como piscinas, pabellones deportivos y gimnasios. Será hasta finales de septiembre y, desde entonces, la temperatura estará limitada a un máximo de 20 grados.
Mientras tanto, Augsburgo ha apagado sus semáforos y gran parte del alumbrado público de noche. Una forma de "dar ejemplo", en palabras de su alcaldesa, Eva Weber.
Italia
El presidido por Mario Draghi es uno de los países que más oposición ha hecho a la reducción del 15 % del suministro de gas. El Gobierno de Italia asegura que no puede permitírselo sin comprometer su producción y el Ministerio de Transición Ecológica calcula que lo máximo que podría disminuirlo es un 7 %.
¿Cómo? Recortando la iluminación pública en hasta un 40 % y avanzando la hora de cierre de los locales y oficinas públicas. El proyecto que prepara también prevé reducir el consumo de familias, empresas e instituciones públicas si Moscú cierra el suministro. También existe la posibilidad de apagones en caso de escasez grave.
En lo que sí ha trabajado duro Roma es en la reducción de su enorme dependencia de gas ruso, del 40 al 25 %. Sin embargo, reducir el suministro total de gas pone en peligro su objetivo de llegar en otoño al 80-90 % de gas almacenado, y así afrontar un posible corte ruso.
Reino Unido
Del Gobierno británico no han trascendido planes de ahorro de energía, en parte porque depende menos del gas ruso. Recientemente, su gobierno ha autorizado la construcción de una nueva planta nuclear al sureste, la Sizewell C.
Costará unos 20 millones de libras y sus dos reactores nucleares permitirán generar 3,2 gigavatios de electricidad para abastecer unos 6 millones de hogares. Sin embargo, todavía no hay fecha prevista para su construcción y entrada en funcionamiento.
Para aliviar la inflación y el elevado coste de la vida a las familias, el Ejecutivo de Boris Johnson anunció en mayo una ayuda total de 37.000 millones de libras. Paquete financiado en parte por un impuesto temporal del 25 % a los beneficios de las empresas del petróleo y gas. El resultado, pagos únicos de 760 euros a los hogares más necesitados, entre otros.
También las instituciones de la Unión Europea
Reducción del aire acondicionado, uso de bombas de calor y paneles solares, desplazamientos a la oficina en bicicleta, coches eléctricos o teletrabajo son algunas de las medidas que ya han puesto en marcha las instituciones de la Unión Europea para ahorrar energía y que podrían ser imitadas por los ciudadanos para depender menos del gas ruso.
Asimismo, el Ejecutivo de la UE aprobó el pasado abril una iniciativa para que la institución alcance la neutralidad climática para 2030. Prevé que la Comisión reduzca sus emisiones de gases que causan el efecto invernadero en un 60 % frente a los niveles de 2005, para lo que pretende priorizar el tren frente al avión en los viajes, por ejemplo.
Acojo con gran satisfacción la aprobación por parte del Consejo del reglamento para reducir la demanda de gas y prepararse para el invierno. Es un paso decisivo para enfrentar la amenaza de una interrupción total del gas. Gracias a la decisión de hoy, Europa está lista para abordar su seguridad energética como Unión.
Además, está previsto que la flota de vehículos corporativos sea completamente eléctrica para 2027 a más tardar. Más videoconferencias, flexibilidad laboral y digitalización son otras de las apuestas; la Comisión asegura que ya ha reducido el gasto de papel en las oficinas en un 71 % y, el de agua, en un 58 %.
Sin embargo, el traslado cada mes de Bruselas (Bélgica) a Estrasburgo (Francia) de más 700 eurodiputados, sus asistentes y personal de la institución para la sesión plenaria del Parlamento Europeo es uno de los principales retos climáticos a los que se enfrenta la institución.
El porcentaje de producción de energía local en los edificios de la Eurocámara en comparación con el consumo total de energía del Parlamento, es actualmente del 18 %, indicaron a Efe fuentes parlamentarias. En cualquier caso, se prepara para adoptar nuevas iniciativas después del verano, a raíz del acuerdo europeo para reducir un 15 % el consumo de gas.
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