Empiezo algo nuevo que espero que sea interesante para la gente que me quiera leer.
Se me ocurrió la idea de hacer un blog nuevo, donde comentar aspectos de un lugar que es parte de mi vida. Que no se quede en el olvido. Con el tiempo le he añadido información de mi población y otras ciudades cercanas.
Cine, televisión, música y actualidad también tienen cabida en este espacio.
Seguro que de aquí saldrá algo bueno, en este pequeño rincón que abierto con toda mi ilusión.
TECNOLOGIA 98 (Trastornos relacionados con Internet)
Esta semana VOLVEMOS con otro artículo pero para entender mejor lo que nos puede traer a nuestra vida cotidiana l Trastornos relacionados con Internet sin duda un articulo muy interesante que quería subirlo y estoy seguro que nos va a servir conocer mejor nuestro entorno.
Yo creo que es bueno saber y que mejor que subirlo en la sección de TECNOLOGÍA.
Trastornos relacionados con Internet
¿Qué causa la adicción a Internet? ¿Cuáles son los síntomas? ¿Es realmente una adicción? Respondemos a estas y otras cuestiones.
La calidad de vida es un concepto bastante antiguo que se remonta al menos al filósofo clásico Aristóteles,
aunque ciertamente, el polímata Aristóteles equiparaba el concepto de
una buena vida o hacer bien las tareas con la felicidad, en lugar de lo
que actualmente llamamos calidad de vida. Hoy en día se habla mucho de salud mental
y bienestar y de los supuestos problemas de neuroticismo y
comportamiento adictivo. Esto es especialmente importante cuando
hablamos de adicción a Internet y de cómo esto puede estar perjudicando
nuestra calidad de vida, en general.
Así,
a pesar de que las nuevas tecnologías han supuesto un avance
trascendental en la forma de vida de nuestro tiempo facilitando y
simplificando tareas que en otro tiempo resultaban tremendamente
complejas o incluso que nos robaban mucho tiempo, hoy en día, el uso de Internet, el ordenador y el móvil
están arraigados en la sociedad contemporánea que han cambiado la forma
en que vivimos nuestras vidas más que cualquier otro medio tecnológico.
A pesar de esto, todavía sabemos relativamente poco sobre los efectos
de la adicción a Internet en nuestro funcionamiento psicológico, salud
mental y bienestar general.
Si
bien aunque podamos creer que navegar por la web o ver vídeos de
temática diversa en YouTube es un acto relativamente inofensivo, hay
algunas personas que pasan tanto tiempo usando el móvil o un ordenador
que ha comenzado a interferir con su vida diaria. Cuando una acción o
un deseo se convierte en un obstáculo que tiene prioridad sobre los
aspectos más importantes de la vida (relaciones, trabajo, escuela), es
cuando podemos clasificarlo como una adicción.
Los
profesionales que reconocen la adicción a Internet tienden a
clasificarla como un trastorno obsesivo compulsivo o un trastorno de
control de impulsos para ayudar al tratamiento. Podríamos definir la
adicción a Internet como un deterioro en el control del uso de la red
que se manifiesta como un conjunto de síntomas conductuales, cognitivos
y fisiológicos, por realizar un uso excesivo de Internet, algo que
provoca una marcada distorsión de los objetivos individuales, familiares
o profesionales. Pero, ¿cuántos tipos de trastornos relacionados con Internet hay? ¿Por qué se producen?
¿Qué causa la adicción a Internet?
Como
la mayoría de los trastornos, es complicado identificar la causa exacta
del trastorno por adicción a Internet. El trastorno de adicción a
Internet, además de otros trastornos de dependencia, parece afectar el
centro de placer del cerebro.
El comportamiento adictivo desencadena una liberación de dopamina para
promover la experiencia placentera que activa la liberación de esta
sustancia química. Con el tiempo, se necesita más y más actividad en la
red para inducir la misma respuesta placentera, creando una dependencia.
¿Cuáles son los síntomas?
Los
signos y síntomas del trastorno de adicción a Internet pueden
presentarse tanto en manifestaciones físicas como emocionales. Algunos
de los síntomas emocionales del trastorno de adicción a Internet pueden
incluir: depresión, mentiras, sentimientos de culpa, ansiedad, sensación
de euforia al usar el ordenador, incapacidad para priorizar o mantener
horario, aislamiento, cambios de humor, miedo, soledad, pérdida de la
noción de tiempo... Y entre los síntomas físicos: dolor de espalda,
síndrome del túnel carpiano, dolores de cabeza, insomnio, mala nutrición, mala higiene personal, dolor de cuello, ojos secos, aumento o pérdida de peso...
¿Es realmente una adicción?
Es
probable que te lo estés preguntando. Todo el mundo tiene pasatiempos
que les encanta hacer con regularidad. Por lo general, no hay mucho de
qué preocuparse por tener hábitos que no causen daño ni angustia. Por
ejemplo, jugar videojuegos
unas horas los fines de semana o examinar regularmente las ofertas de
las tiendas de moda favoritas no significa que seas adicto a los
videojuegos o a las compras. Pero, ¿dónde está la línea entre el hábito y
la adicción? Es complicado: Un hábito es algo que haces con
regularidad, normalmente porque lo has practicado o lo has incorporado a
tu rutina (como lavar los platos o hacer la cama, aunque no sea muy
placentero). Una adicción implica participar en un comportamiento
porque sientes una recompensa al hacerlo. En este caso puede que sepas
que es dañino para ti, pero no puedes controlarlo. Si esto implica que
llegues tarde al trabajo o que hagas tareas importantes, es posible que
estés lidiando con algo más cercano a una adicción que un hábito.
Adicción al cibersexo
La adicción al cibersexo es una de las adicciones a Internet
que más difusión han tenido en los últimos años. Hablamos de
pornografía online, sitios web para adultos, salas de chat para adultos /
fantasía sexual y servicios de cámaras web XXX, entre otros. Estar
obsesionado con cualquiera de estos servicios puede ser perjudicial para
la capacidad de una persona para entablar relaciones sexuales,
románticas o íntimas en el mundo real.
Adicción a las relaciones virtuales
Las
personas que sufren de adicción a las redes sociales, salas de chat o
mensajería instantánea se involucran a niveles enfermizos en las relaciones online
volviéndose más importantes para el individuo que las relaciones en la
vida real con familiares y amigos. En muchos casos, también conduce a
discordia marital e inestabilidad familiar.
Nomofobia
Este
término, derivado de 'no', 'móvil' y 'fobia', describe la angustia
provocada por no tener acceso al teléfono móvil; es claramente un temor
obsesivo a no poder utilizar el móvil para comunicarse, bien sea para
recibir llamadas o estar al tanto de sus notificaciones de mensajes y redes sociales. Sus síntomas van desde una ligera sensación de incomodidad hasta un ataque grave de ansiedad.
¿Qué provoca un uso compulsivo del móvil?
Un
estudio realizado por la Universidad de Washington (EE. UU.) reveló
cuatro desencadenantes comunes para el uso compulsivo del móvil o nomofobia:
tener momentos desocupados, como esperar para encontrarse con un amigo;
antes o durante tareas tediosas y repetitivas; situaciones socialmente
incómodas; o estar esperando un mensaje o notificación. El equipo se
sorprendió al descubrir que los desencadenantes eran los mismos en todos
los grupos de edad objeto de estudio. "Lo que más nos sorprendió
fue lo similares que eran los comportamientos de las personas,
independientemente de la edad", dijo Hiniker. "Aunque los estudiantes de
secundaria eran más propensos a hablar sobre el uso de sus teléfonos
como cobertura para situaciones incómodas, la mayoría de los temas que
vimos atravesaban todos los grupos de edad", explican los autores.
Adicción a los videojuegos
La situación de pandemia
que vivimos en todo el mundo ha hecho que los videojuegos se hayan
convertido en la principal adicción de los menores en España. Así lo
determinaba la última Encuesta sobre uso de drogas en Enseñanzas
Secundarias en España (ESTUDES) del Ministerio de Sanidad y datos de la
ONG Proyecto Hombre, que sitúa en primer lugar de las adicciones de los
menores a los videojuegos. Entre los jóvenes de 14 a 18 años es una
práctica habitual para el 82,2% de ellos, en su mayoría niños. El uso
compulsivo de internet también aparece como otra adicción de los menores
dado el fácil acceso a los mismos.Desde 2019 la OMS hizo oficial la
adicción a los videojuegos como trastorno mental. El llamado "gaming
disorder" se encuentra dentro de la sección sobre "trastornos mentales,
del comportamiento o del desarrollo neurológico" y va justo después del
"gambling disorder", esto es, la ludopatía, con la que comparte varios
rasgos.Su inclusión en esta clasificación entrará oficialmente en vigor
el próximo 1 de enero de 2022.
Cibercondria
Se
trata de un trastorno muy frecuente. Es la búsqueda compulsiva de
información en aquellas personas que se convencen de que padecen alguna o
algunas enfermedades de cuya existencia se han enterado gracias a la
red. Y es que si bien es verdad que Internet ofrece a los usuarios una
gran cantidad de datos y conocimientos, para ciertas personas supone un
impulso incontrolable de recopilar y organizar datos. En algunos casos,
la búsqueda de información es una manifestación de tendencias
obsesivo-compulsivas preexistentes que, en el caso de la salud, puede
conducir al efecto nocebo, lo contrario del efecto placebo.
Por lo general, la búsqueda compulsiva de información también puede
reducir la productividad laboral y potencialmente conducir al despido.
Síndrome F.O.M.O.
El
síndrome F.O.M.O (fear of missing out) es un fenómeno que se está
volviendo cada vez más común y puede causar un estrés significativo en
la vida de las personas. Puede afectar a casi cualquier persona, pero
hay un sector que corre mayor riesgo aún. ¿Qué es exactamente? El miedo a
perderse algo, la sensación de que los demás se divierten más, viven
una vida más satisfactoria o experimentan cosas mejores que uno mismo.
Implica un profundo sentido de envidia y afecta la autoestima. Instagram
y Facebook suelen ser el foco de estas sensaciones. Proporciona una
situación en la que comparamos nuestra vida ordinaria con los aspectos
más destacados -y muchas veces premeditados- de la vida de los demás.
Así, nuestro sentido de la normalidad se ve sesgado y tenemos la
impresión de que nuestra vida es increíblemente peor que la de los
demás.
Cómo saber si se necesita ayuda
Estas
preguntas que nos plantea la Asociación Española de Pediatría de
Atención Primaria pueden orientarnos en este sentido:¿Dedica más tiempo
del que cree que debería a navegar por la red?¿Piensa que tendría un
problema si redujera el tiempo que pasa en Internet?¿Se han quejado sus
familiares de las horas que dedica al ordenador?¿Le resulta duro
permanecer alejado de la red varios días seguidos?¿Se resienten sus relaciones
al pasar muchas horas conectado al ordenador?¿Existen áreas o archivos
de la red a los que encuentra difícil resistirse?¿Tiene problemas para
controlar el impulso a adquirir productos y servicios ofertados en la
red?¿Ha intentado, sin éxito, reducir su uso?¿Extrae gran parte de su
placer vital del hecho de estar conectado a la red? Referencia:
Terán Prieto A. Ciberadicciones. Adicción a las nuevas tecnologías
(NTIC). En: AEPap (ed.). Congreso de Actualización Pediatría 2019.
Recomendaciones respecto al consumo de medios digitales en edades tempranas de la AEPAP
Limitar el tiempo de medios digitales para los niños menores de 5 años.
Estar
atento a la utilización de las pantallas Nada de consumo para los niños
menores de 2 años Menos de una hora al día para los niños de entre 2 y 5
años.
Nada de consumo una hora antes de ir a la cama Nada de
consumo pasivo de pantalla en los parvularios(o sea, nada de películas
comerciales).
Concretar tiempos libres de pantalla durante las comidas y durante el tiempo de lectura.
Tener un plan (no improvisar) respecto al uso de las pantallas en el hogar.
Ayudar a los niños a reconocer y cuestionar los mensajes publicitarios, los estereotipos y otros contenidos problemáticos.
Recordar
que demasiado tiempo dedicado a las pantallas deriva en oportunidades
perdidas de aprendizaje (los niños no aprenden a través de la pantalla
en esas edades).
Recordar que ningún estudio apoya la introducción de las tecnologías en la infancia.
Atenuar los riesgos asociados con el consumo de medios digitales.
Los adultos deberían dar el ejemplo con un buen uso de las pantallas .
Controlar
el contenido y estar, en la medida de lo posible, con el niño mientras
consume pantalla. Dar prioridad a contenidos educativos y adaptados a la
edad de cada niño .
Adoptar estrategias educativas para la
autorregulación, la calma y el establecimiento de límites. Sustituir el
tiempo de pantalla por actividades sanas, como la lectura, el juego
exterior y las actividades creativas .
Apagar los dispositivos en casa durante los momentos en familia.
Apagar las pantallas mientras no se usan, evitar dejar la televisión “siempre puesta.
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