MÁS DE 70 MILLONES DE DÉCIMOS
La lotería es uno de los negocios que más dinero mueve en España y parece ser que no ha pasado desapercibido para la aristocracia
A pesar de encontrarnos ante unas fiestas navideñas diferentes, hay clásicos que nunca fallan. Así, al igual que esperamos con emoción conocer los estilismos de los presentadores de las campanadas, el sorteo de la lotería de Navidad es una de estas tradiciones que se repiten año tras año.
Sea junto a los amigos, la familia, con los compañeros de trabajo o los de la asociación de vecinos, la mayoría de españoles cuenta con un boleto para jugar. Un décimo repleto de sueños que tiene, en muchos casos, un origen común: Doña Manolita.
La histórica administración de lotería de Madrid ha repartido en sus más de 110 años de vida más de 90 premios gordos de Navidad. Un hecho que, sumado a otros hitos y a su céntrico emplazamiento, hacen que sea uno de los lugares típicos para comprar estos décimos. Aunque quizás no conozcas aún su historia.
Su nombre se debe precisamente a su dueña original, doña Manuela. Una emprendedora que fundó en 1904 este negocio. Al no tener hijos se lo legó a sus hermanas, y de ahí fue pasando por varias generaciones de la familia lotera.
La lotería aristocrática
Sin embargo, algunas décadas después pasó a manos del conde de Cabrillas, poseedor de un título creado durante la época de Alfonso XIII. Juan Luis de Castillejo y Bermúdez de Castro, actual propietario de la administración, es un aristócrata discreto, alejado del ruido y que prácticamente vive en el anonimato de su residencia del barrio de Salamanca.
Castillejo es el tercer conde de Cabrillas, desciende directamente de Fernando I de León y de Castilla, del que sí sabemos que se casó en 1995 con Isabel Muñoz y Ozores de Urcuola, hija de la duquesa viuda de Montealegre.
La boda tuvo lugar en el palacio de Vilagarcía, en Vilagarcía de Arousa, un enclave idílico al que acudió buena parte de la aristocracia del país. Por parte del novio asistieron a la ceremonia el conde de Villa Amena, marido de su hermana Inmaculada, el conde de los Arenales y la duquesa de Franco, Carmen Franco Polo.
Por parte de la novia, los invitados fueron también muy conocidos en el ámbito nobiliario. La marquesa viuda de Aranda y Paloma Pemán Domecq fueron parte de una larga lista de nobles que no quiso perderse esta boda.
Más de 70 millones de décimos
Respecto a Doña Manolita, se estima que el conde y su mujer pagaron una buena suma, ya que comprar una administración normal (no con la fama que este local madrileño tiene) tiene un coste medio entre los 400.000 euros y 600.000 euros según los expertos de Hellida Abogados. Aunque el total no ha sido revelado en este caso.
Sí sabemos que a lo largo del año venden más de 70 millones de décimos gracias a su pequeña e histórica administración de lotería, y solo han tenido una hija, Dolores, quien se espera sea la heredera del negocio y seguro que de una importante fortuna ganada gracias a los altos beneficios que la lotería reporta a todos sus propietarios.
Respecto a otra administración histórica, La Bruja de Oro o La Bruixa d'Or, su sede social cambió en 2017 de Cataluña a Navarra, aunque su local sigue estando en Sort, Lérida. Su dueño, Xavier Gabriel Lliset, cuenta con una de las administraciones que más dinero ha repartido en la historia.
Logrando que, al igual que en Doña Manolita, se creen auténticas peregrinaciones para ir a comprar a sus mostradores. Un fenómeno que no ha conseguido frenar la compra online, de la que también disponen.
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