De izquierda a derecha, las administraciones de Doña Manolita,
la Bruja de Oro y el Gato Negro.
Los loteros de más éxito comparten entre sus cualidades la tradición, la longevidad y la pasión por su trabajo
Cuando se trata de participar en el sorteo de la Lotería de Navidad, muchas personas no se fijan tanto en el número que compran, sino en la administración que lo vende. Algunas de estas administraciones se han convertido en amuletos para las citas con la diosa fortuna y han sabido conservar la confianza de sus clientes convirtiéndose en las que más premios reparten.
Tradición, longevidad y pasión por su trabajo son cualidades que comparten a partes iguales los administradores de Doña Manolita, la Bruja de Oro y el Gato Negro. Aquí están las claves del éxito de tres de las administraciones que más éxito tienen en España:
1- La fortuna atrae a la fortuna
Un primer gran premio ha abierto las puertas a sus historias de éxito como administraciones de lotería y las tres han sabido aprovechar ese primer empujón de la suerte.
Doña Manolita, vendió sus primeros décimos en 1904, sin embargo no fue hasta 1926 cuando dio el primer premio importante, que llegó después de que, como cuenta ella misma en una entrevista de la época en la revista Crónica, fuera a Zaragoza a "ver a la Pilarica".
En esa entrevista aseguró que había hecho cuatro viajes a la capital de Aragón y en los cuatro tuvo la “suerte” de ver a la Pilarica “con su manto rojo, que es signo infalible de fortuna”, que pidió unos números que se le ocurrieron “sin saber por qué”, los vendió en su casa y el premio gordo de Navidad, tal y como relató ella misma fue” con ella aquel año.
La Bruja de Oro, fundada por Xavier Gabriel el 15 de agosto de 1986, pero no fue hasta el 6 de enero de 1994, en el Sorteo del Niño, cuando vendió el primer premio grande, que cayó en el número 08.036. Cuando dio el premio gordo del Niño, la Bruja de Oro ya era la tercera administración de España que más vendía, según asegura el sucesor de Xavier Gabriel, y "habiendo dado un premio gordo todo el mundo pensaba" que habían vendido ya muchos premios
La administración número 44 de Barcelona, El Gato Negro, "fue aumentando en ventas y prestigio" desde su fundación en 1912, hasta alcanzar "gran popularidad en la década de los 50 por los importantes premios repartidos" y así fue como se convirtió "definitivamente, en el Gato Negro de la buena suerte", tal como relata su página web.
2. Confianza de los clientes y longevidad
Las tres administraciones se han ganado la confianza de sus clientes y la cuidan, por eso tienen muchos abonados, que año tras año compran allí su número, sobre todo de empresas, pero también particulares.
Teodoro Baró, que regenta el Gato Negro de Barcelona, ve en "esto de la longevidad una clave del éxito". La fundó Doña Ernestina Baró i Puig el 13 de diciembre de 1912 y él es la cuarta generación de la familia, dedicada a la venta de lotería. Una parte de la consignación cada año que es de números fijos y otra es de números libres, cuenta Baró, pero tienen muchos números fijos reservados por lo que "el 90% del paquete de décimos ni siquiera llega a ventanilla".
Doña Manolita fundó la administración número 67 de Madrid en 1904, y la fuerza de su legado centenario lo atestiguan las colas que cada año hacen los clientes para comprar un número. La actual gerente de Doña Manolita, es fiel a los principios de su creadora, y admite que es “muy supersticiosa” y que si algo les transmitió Doña Manolita, una “mujer empresaria apasionada por su trabajo”, es que daba “muy mala suerte dar cifras”, así que prefiere no dar ningún dato sobre las ventas de la administración por internet y en ventanilla.
Concha Corona habla de un ciclo en las ventas de décimos que cada año tiende a repetirse: "Empezamos a notar más fuerte, a principio no mucho, luego se vende porque son reservas de empresas [...] el volumen es alto porque es para muchas personas, y luego a nivel particular a partir de mediados de noviembre". Corona afirma que no se trata "simplemente vender decimos, es apasionante" e intentan que esa pasión “se transmita” a sus clientes.
3. Tienen una figura personal o símbolo de la fortuna
Las tres cuentan con una imagen que las distingue como símbolo de la fortuna: la icónica vendedora de lotería Doña Manolita, la Bruja de Oro y el Gato Negro de Barcelona.
La figura de Doña Manolita sigue muy presente, incluso para quienes no la conocieron. Concha Corona admite ser muy supersticiosa y asegura que siguen diciendo que Doña Manolita sigue allí porque a veces pasan cosas como llamarle un cliente para pedir un número que en ese preciso instante tiene en la mano.
Es "curioso" que haya administraciones de Gato Negro "por toda España", recuerda Baró, pero la de Barcelona tiene la suerte de ser uno de los más conocidos a nivel estatal", la gente es "muy fiel", asegura. La imagen del gato les ha proporcionado "mucha fidelidad" de los clientes "han empatizado mucho" y muchos de ellos acuden a pasar los decimos por el gato negro y tocan la campana: "Esto de ir a una tienda con nombre y hacer el ritual da vidilla”.
En Sort, "todos pasan el décimo por la nariz de la bruja y durante esos segundos esas personas se olvidan de sus problemas porque todo el mundo tiene problemas, esa persona que tiene 80 años es un niño disfrutando, esa es la especialidad de la Bruja de Oro", la marca que dio notoriedad a la administración. "Es una bruja alegre, simpática, que reparte ilusión, que es su especialidad", afirma Xavi Gabriel.
4. Se han arriesgado y han superado las dificultades
Doña Manolita era "una mujer muy especial, muy adelantada a su época", en palabras de su actual gerente, Concha Corona, que recuerda como la fundadora de la administración administración “estuvo al pie del cañón hasta que murió” en 1951: durante los años de la Guerra Civil (1936-1939) en ella siguió vendiendo, pese a que seguían cayendo obuses y mantuvo su administración en la Gran Vía.
La venta de décimos de Lotería de Navidad acusó un descenso del 30% en el segundo semestre de 2020 (2047902) a causa del estado de alarma por la pandemia de coronavirus, que llevó a cerrar todos los terminales de venta durante tres meses, pero se ha recuperado. "Se notó muchísimo con la pandemia, fueron unos años atípicos, no tuvo nada que ver, era una situación anómala al salir menos", afirma Concha Corona.
Desde sus comienzos, la superación forma parte de la filosofía de la Bruja de Oro desde que la fundó Xavier Gabriel. “La gente no se podía mover de la misma forma, pero nosotros vendíamos el 86% a través de internet, la Bruja de Oro es pionera en la venta de lotería online (que comenzó solo un año después de vender el primer premio gordo del Niño), siempre hemos dado confianza al cliente y en momentos difíciles esto tiene un profundo fundamento, nos permite no solo aguantarlo, sino seguir innovando”. Este año, cuenta el hijo del fundador de la Bruja de Oro, han subido un 4,2% sus ventas, pero lo importante, insiste, es “repartir ilusión, eso es lo más bonito de todo, cuando te llaman personas de cualquier sector y te dicen que les ha tocado el Gordo, eso no tiene precio”.
El Gato Negro no ha promovido muy activamente la venta de décimos por internet, que según Teodoro Baró representa alrededor de un 20%, pero han ido incorporando la opción de la compra por internet, y en estos momentos cualquier número de la administración se vende por internet. En 2020, con el estado de alarma por la pandemia, “se produjo un cambio” en la administración para “salvar la campaña” y fueron “incorporando la opción online” que les fue “muy bien”, ya que muchos en vez de esperar se pasaron ese tipo de compra.
Superado el bache de los años de la pandemia, Baró asegura que el turismo en Barcelona “está a tope” y que en un principio iban “con precaución, pero en 2022 se recuperó y la normalidad del cliente “que quiere llevar lotería a otras provincias ha vuelto a la época prepandemia”.
5. Probabilidad y fortuna: “Somos una administración afortunada”
Si se buscan respuestas en la estadística, la lógica dice que a más números distintos en venta, mayor probabilidad de que toque un premio y haber vendido un número premiado es la mejor promoción para futuros sorteos. Sin embargo, las tres administraciones restan importancia a la cantidad de números en venta.
"Damos premios, porque somos una administración afortunada, dicen que como vendes mucho tienes muchas probabilidades, pero el resto del año no vendemos tanto y seguimos dando muchos premios", asegura la gerente de Doña Manolita, Concha Corona, que pone como ejemplo los premios repartidos en 2022, cuando dieron 12 de los 14 premios mayores: “Dimos casi todos y no elegimos los números que nos mandan".
Al propietario de la administración El Gato Negro, Teodoro Baró, no le importa dar una aproximación a la cantidad de números que venden: "Más o menos 1.000, que no son muchos en relación a los 100.000" que componen el total de los números en juego. Lo importante para el éxito no es ese dato, sino la "longevidad", que hace que “igual que se ha heredado de padres a hijo, también haya clientes abonados o una continuidad de números que siempre tienen consignados y que “con el tiempo van teniendo más feligreses”.
La Bruja de Oro de Sort sigue vendiendo números premiados, lleva ya 3.207 millones de euros repartidos desde que se fundó en 1986, y este año ha aumentado la venta a través de internet al 87%. Xavier Gabriel, el hijo de su emblemático fundador, fallecido el pasado agosto, sigue a las riendas de una de las administraciones de lotería más famosas.
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