Una sanitaria vacuna a una profesora en Mérida (Badajoz).
Los expertos aclaran que los efectos secundarios son una señal de que el organismo está generando protección
La reacción no es por el tipo de vacuna sino por la edad y, por ende, del sistema inmunológico de la persona
A Irene, 28 años y técnico de farmacia, la vacunaron este domingo en Madrid con una dosis de AstraZeneca. Seis horas depués, la fiebre le subió a 38,8 grados. Tenía malestar generalizado, cansancio extremo y pesadez en las piernas. "Me
tomé un paracetamol de un gramo. Este lunes me he levantado con 37 y me
he ido a trabajar. Ahora me encuentro bien". A sus compañeras de
trabajo les ha pasado exactamente lo mismo. Como si estuvieran pasando
un 'gripazo'. Cuando se fueron a poner la vacuna, ya les avisaron que les ocurriría esto.
No son las únicas, desde luego. Cientos de profesores han sufrido reacción después de recibir la vacuna. También policías y bomberos.
A todos ellos se les ha inyectado la de AstraZeneca, vacuna que en
España sólo está indicada, por el momento, para menores de 55 años.
La de Pfizer y Moderna se está inoculando a personas mayores, personal
santiario o que trabaja en residencias. Y los mayores apenas han sufrido
reacción. ¿Qué está ocurriendo? ¿La vacuna de AstraZeneca da más
efectos secundarios que la de Pfizer o Moderna? La respuesta es no y les
vamos a contar por qué.
Lo
primero que hay que saber es que los efectos secundarios son una buena
señal. Significa que el organismo está generando protección. "Cuando hay más reacción es porque la vacuna induce una mayor respuesta inmunitaria",
señala el presidente de la Sociedad Española de Inmunología, Marcos
López Hoyos. "Los efectos adversos que se están viendo por la vacuna son
efectos adversos menores, locales, algo sistémico que tiene que ver con
un pequeño proceso inflamatorio que se produce, como es lógico y
esperable", añade.
Desde
que nacemos el sistema inmunológico empieza a aprender a distinguir lo
que es propio de lo que no lo es. En la etapa madura este sistema
inmunológico es muy eficiente y operativo. Pero cuando el timo
empieza a degenerar, llega un momento que deja de ofrecer nuevas
respuestas y, con el paso del tiempo, pierde esa robustez y esa
capacidad de reaccionar. "La gente joven tiene una mayor
capacidad de reacción para algunas infecciones, pero eso también tiene
su parte oscura. Y es que cuando se le inmuniza con una vacuna es normal
y bastante frecuente que pueda producir un pico de fiebre o una
inflamación en el sitio donde le han puesto la inyección. En la gente
joven ocurre de manera más exacerbada que en la gente mayor. Es un
efecto secundario de la vacuna y de la juventud, por tener un sistema
inmunológico más robusto", explica José Antonio López Guerrero, profesor
de Microbiología en la Universidad Autónoma de Madrid.
Las
tres vacunas que se administran hasta ahora en España -Pfizer, Moderna y
AstraZeneca- recogen en sus prospectos que pueden producir síntomas
como el cansancio, el dolor muscular o la fiebre. Sobre la de
AstraZeneca, el Ministerio de Sanidad reconoce que las reacciones de la
vacuna "son menos intensas y frecuentes tras la segunda dosis y a mayor
edad de los vacunados". En el caso de la de Pfizer y Moderna,
ambas elaboradas con ARNm, la reacción a la vacuna suele ser mayor con
la segunda dosis y también menos frecuente a partir de los 55 años. Esto
efectos secundarios no van más más allá del malestar general, de los
dolores musculares, de la fiebre, del cansancio o de la cefalea. Todos
leves y transitorios. Con una duración máxima de 48 horas. "Si la vacuna
de Pfizer o Moderna se inyectase en gente más joven, también veríamos
más casos de efectos secundarios que suelen desaparecer a las 24-48
horas", señala López Guerrero.
En
la vacuna de Janssen -que se aprobará dentro de pocos días en Europa-
basada en un adenovirus, como la de AstraZeneca, está también descrito
que la gente mayor tiene menos frecuencia de efectos adversos que la
gente joven. "Estos efectos adversos son algo más frecuentes en jóvenes
pero no más graves", insiste López Hoyos.
Es
decir, que la reacción a la vacuna se debe, en general, más a la edad
de la persona y, por ende, de su sistema inmunitario, que del tipo de
vacuna. "Esta aparente mayor incidencia de efectos adversos de
AstraZeneca se deben sin duda a la franja de población a la que se está
administrando", señala el catedrático de Inmunología, Alfredo Corell. "Cuando
comparas gente mayor frente a gente más joven y les pones una vacuna,
como en los jóvenes hay una respuesta inmunitaria un poco más potente,
los efectos adversos, que son secundarios a esta respuesta inmunitaria,
se ven con un poco más de frecuenca", añade Lopez Hoyos.
Tener efectos secundarios o no tenerlos no significa algo bueno o malo.
"Depende de la suceptibilidad de la población. Lo que significa es que
estás teniendo una respuesta inmunitaria, lo cual es bueno", explica el
presidente de la Asociación Española de Inmunología. "Que una vacuna te dé reacción es que se está reconociendo el patógeno, que se está armando la respuesta inmunológica.
El que no te dé reacción no significa que no esté funcionando; pero que
sí te la dé, sí significa que algo está respondiendo a esa 'agresión', a
ese pinchazo con un compuesto que se reconoce como algo extraño. No es
ni positivo ni negativo", asegura López Guerrero. A lo que Corell añade:
"Si yo me pongo la vacuna y soy menor de 55 años y no tengo ningún
efecto adverso no debo sospechar que no está funcionando mi sistema
inmunitario. La aparición o no de efectos adversos depende de múltiples
condiciones de la persona y no solo de la edad. Aparte del estado de
salud, influye también que se haya tenido o no infección anterior por el
patógeno, lo que producirá en este caso mayores efectos secundarios".
Ocurre lo mismo que con la enfermedad: tener síntomas no es mejor que
pasarlo asintomático. "Porque podemos pasar la infección, no tener
sintomatología y que nuestro sistema inmunitario esté produciendo
defensas", aclara Corell.
TODA LA INFORMACION LO HE ENCONTRADO EN LA PÁGINA OFICIAL DE Nius
Pirata Oscar
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