Expertos en coronavirus alertan de que en los próximos años podemos enfrentarnos a nuevos patógenos de este tipo, y potencialmente más peligrosos.
A raíz de esta pandemia, se han puesto en marcha más de 20 proyectos cuyo objetivo es desarrollar una vacuna para todos los coronavirus
Expertos en vacunas piden que se considere una prioridad mundial: "El mundo necesita una vacuna universal contra el coronavirus"
Eric Topol pide que se prioricen estas investigaciones, para "evitar que las próximas epidemias se conviertan en pandemias"
¿Se imaginan una vacuna eficaz contra todos los coronavirus? ¿Qué nos proteja de este SARS-CoV-2, de todas sus variantes –las de ahora y las que vengan- y de los coronavirus futuros? Suena a ciencia ficción, sí. Pero no lo es. Ya hay varios proyectos en el mundo empezando a trabajar en ello. De momento es “un ideal”, nos decía en NIUS hace unos días Isabel Sola, una de las mayores expertas en coronavirus de España. Pero podría ser muy real dentro de unos años.
Tanto Sola como Enjuanes como otros expertos, fuera de España, llevan tiempo advirtiendo de la amenaza global que suponen los coronavirus, avisando de esta y otra pandemias que vendrán (Enjuanes aseguraba en NIUS que en cinco años puede llegar otro). Y son muchos los que alertan también de que “la próxima vez puede que no tengamos tanta suerte. Los coronavirus más virulentos y mortales están esperando entre bastidores”.
Es lo que advierte este reciente editorial de la revista Science, que firman Wayne C. Koff, director ejecutivo del Human Vaccines Project y Seth F. Berkley, director ejecutivo de Gavi, la Alianza global de Vacunas. “El mundo necesita una vacuna universal contra el coronavirus”.
Porque más allá de los murciélagos, los coronavirus infectan a camellos, aves, gatos, caballos, visones, cerdos, conejos, pangolines y otros animales, desde los que pueden saltar a los humanos. Sobre todo, teniendo en cuenta la creciente invasión humana de sus hábitats naturales, la superpoblación, la migración, el turismo global, el cambio climático... Koff y Berkley avisan: “Nunca ha sido más fácil que los brotes se conviertan en epidemias, y de ahí pasen a pandemias”.
¿Cómo y cuándo surge la idea?
“La vacuna soñada”, lo llaman, en un amplio reportaje que esta revista acaba de publicar sobre este asunto. El sueño empezó en 2017. Tres importantes investigadores de vacunas presentaron una solicitud de subvención con un objetivo ambicioso: desarrollar una sola vacuna contra todos los coronavirus.
En ése momento, se conocían el SARS, el MERS, varios coronavirus del resfriado común y otros que sólo afectaban a murciélagos. El Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID) de EE.UU. no los consideraba una amenaza para la salud, por lo que le dio “prioridad baja” a su propuesta. No salió adelante.
Cuatro años después, con casi 3 millones de muertos por el SARS-CoV-2, el NIAID, claro, ha cambiado de opinión. La amenaza de otra pandemia de coronavirus como esta ya parece muy real. Y para hacerle frente, se han puesto en marcha nada menos que dos docenas de proyectos de vacuna contra lo que llaman el "pancoronavirus”.
En noviembre de 2020, el NIAID abrió un programa de ayudas de emergencia para el desarrollo de este tipo de vacunas. Y en marzo de este año, la Coalition for Epidemic Preparedness Innovations (CEPI) anunció una inversión de 200 millones de dólares para acelerar la creación de estas vacunas.
Objetivo: evitar futuras pandemias
El reconocido científico estadounidense Eric Topol es un firme partidario de dar prioridad a estas investigaciones. En un reciente trabajo publicado en Nature, el director del Scripps Research Transnational Institute de California (EE.UU.), cree que “la contención o erradicación temprana de un virus emergente reduciría en gran medida la probabilidad de que desarrolle resistencia a anticuerpos y vacunas”.
Por ello, dice, es esencial invertir en estas vacunas contra el “pancoronavirus”: para evitar que próximas epidemias se conviertan en pandemias. “Podrían prepararse con anticipación y desplegarse antes de que la próxima infección emergente se convierta en una pandemia. Tendremos brotes en el futuro y es muy probable que veamos más epidemias. Debemos evitar que se conviertan en pandemias”.
Un esfuerzo mundial para una amenaza mundial
“El desarrollo de una vacuna universal contra el coronavirus es científicamente factible”, aseguran en Science Koff y Berkley. Pero “debe ser un esfuerzo mundial”. En el que hay tres pilares básicos:
- una red de vigilancia global para los coronavirus zoonóticos, del estilo de la que ya existe para la gripe (Sistema de Respuesta y Vigilancia de la Gripe Global de la OMS) o el programa PREDICT de EE.UU., al que Trump dejó sin financiación el año pasado
- un esfuerzo global para identificar “anticuerpos ampliamente neutralizantes” específicos de coronavirus, que estarían en la base de estas vacunas
- que todas las partes interesadas -gobiernos, industria, mundo académico y ONG- lo reconozcan como una prioridad de salud pública mundial
De momento, hay más de 20 proyectos en marcha en el mundo para desarrollar una vacuna de este tipo, con diversas estrategias. Algunos equipos han llegado a hacer ensayos con animales, pero ninguno ha llegado de momento a los ensayos con humanos. Y, sobre la mesa, hay cuestiones que no son fáciles de resolver: ¿Cómo evaluar la protección de un candidato contra enfermedades que aún no han surgido? ¿Qué uso se le daría a una vacuna de este tipo?
Andrew Ward, del Scripps Research, es uno de los científicos que presentó la propuesta de vacuna en 2017, y plantea una posibilidad: mantenerla en la reserva hasta que surja una nueva amenaza para los humanos. En ese momento, “podríamos darle a la población un nivel básico de inmunidad” contra el virus emergente, mientras se desarrolla una vacuna más específica contra ese patógeno en concreto.
Vacunas con distintas estrategias
- Objetivo: la espícula
La espícula del SARS-CoV-2 es la que le permite entrar en el organismo e infectar a las células. Y todos los coronavirus tienen esta espícula, esas protuberancias con aspecto de corona: de ahí su nombre. Pues bien, la mayoría de las vacunas en desarrollo contra el pancoronavirus tienen como objetivo despertar una respuesta inmune a alguna parte de la proteína de la espícula. Para ello, buscan las características comunes a la espícula en todos los miembros de esta familia de virus.
El equipo de Ward, concretamente, trabaja en el laboratorio mezclando copias de la espícula del SARS-CoV-2 con "anticuerpos ampliamente neutralizantes” recolectados de pacientes con COVID-19. Se llaman así porque son un tipo especial de anticuerpos que neutralizan de forma muy potente, en este caso, múltiples variantes de SARS-CoV-2, así como el virus del SARS original. Y lo que consiguen con esto es crear una especie de retratos de espículas de muchos coronavirus distintos con “anticuerpos ampliamente neutralizantes” unidos a ellos.
A partir de ahí, Ward espera identificar los segmentos de la proteína de la espícula -los llamados epítopos- que son básicos, en esa unión, para todos los patógenos. ¿Por qué? Porque cree que esos epítopos son la clave para diseñar una vacuna que pueda desencadenar un amplio ataque inmunológico contra todos los coronavirus.
Ward y su equipo del Scripps Research todavía trabajan en las primeras fases del diseño de una vacuna. Pero hay equipos que van algo más adelantados, como el de la bióloga estructural Pamela Bjorkman, del Instituto de Tecnología de California. Recientemente, han ensayado en ratones varios candidatos a vacuna contra el "pancoronavirus". ¿Y qué vieron? Pues que los anticuerpos de los ratones neutralizaron poderosamente la infectividad de una amplia gama de sarbecovirus, incluidos algunos que no se usaron para fabricar la vacuna.
En este punto es importante explicar que hay cuatro géneros de coronavirus: alfa, beta, gamma y delta. Los gamma y delta no infectan a los humanos. Y del género alfa, hay dos que causan resfriados. Pero los que más preocupan son los del género beta. Y en concreto, los de un subgénero llamado “sarbecovirus”: ahí están el SARS-CoV-2 y el SARS original, aunque no el MERS.
- Objetivo: las células T y B
Los trabajos de Ward y de Bjorkman son sólo dos ejemplos de los más de 20 proyectos en marcha con el mismo objetivo: esa vacuna universal de coronavirus. Pero hay otros que trabajan en otras estrategias, centradas por ejemplo en estimular la respuesta inmune de las células B o las células T.
Bette Korber, bióloga computacional del Laboratorio Nacional de Los Alamos (EE.UU.) diseña algoritmos para rastrear las secuencias del genoma de los coronavirus beta, buscando regiones de proteínas del virus que puedan desencadenar respuesta inmune de las células T y que varíen poco entre los diferentes coronavirus. Su idea, para la vacuna universal, es poder combinar esto con otra estrategia centrada en las células B (productoras de anticuerpos).
Matthew Memoli, investigador de la gripe del NIAID, resume así, en Science, la situación: “Algunos antígenos te dan anticuerpos, otros antígenos pueden darte más respuesta de células T, otros pueden hacer ambas cosas. Algunos antígenos pueden inducir mejor la inmunidad de las mucosas que la inmunidad sistémica… La realidad es que la mejor vacuna entregará antígenos que inducen todas estas respuestas".
Se puede y se debe hacer
Barney Graham, del NIAID, es optimista sobre las vacunas contra el "pancoronavirus". “En comparación con la gripe y el VIH, esto será relativamente fácil”, advierte en Science. Porque esos dos virus son lo que llaman “patógenos de fuerte evasión”, y sin embargo, la ciencia cada vez está más cerca de lograr una vacuna universal de la gripe. Ya se ensaya en humanos, como explicaba en NIUS hace poco uno de sus investigadores.
Y en el editorial de Science, Koff y Berlkey lo dejan claro: la amenaza los coronavirus está ahí, es sólo cuestión de tiempo. “El SARS-CoV-2 se está adaptando rápidamente a los humanos, y otros coronavirus nuevos están mutando, recombinándose y replicándose en murciélagos y otras especies animales, posicionándose para saltar especies en algún momento, en el futuro”.
Por eso, piden reforzar todas estas investigaciones. “Crear herramientas para prevenir la próxima pandemia de coronavirus es algo que está a nuestro alcance, y debe considerarse una prioridad de salud mundial. Podemos invertir ahora o pagar mucho más, después”.
TODA LA INFORMACION LO HE ENCONTRADO EN LA PÁGINA OFICIAL DE Nius
Pirata Oscar
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