domingo, 30 de enero de 2022

Nadal es el más grande

 

El balear protagoniza una de las gestas más grandes de la historia del deporte para ganar su 21º Grand Slam y dejar atrás a Djokovic y Federer.

 

 



 

 

La de Rafa Nadal en el Open de Australia 2022 es de manera instantánea una de las mayores gestas de la historia del deporte. Hace cuatro meses caminaba con muletas y la pierna izquierda escayolada y este domingo ya es el más grande de todos los tiempos en el tenis masculino, al menos en cuanto a títulos de Grand Slam. El balear ganó el 21º con una remontada espectacular y memorable en la final contra Daniil Medvedev, que ganaba por dos sets antes de que su rival, imbuido por una asombrosa gracia divina, le diera la vuelta al marcador para vencerle por 2-6, 6-7 (5), 6-4, 6-4 y 7-5 en 5h24. Una duración que queda en los registros sólo por detrás del partido por el título que el propio Nadal perdió en el mismo escenario contra Djokovic en 2012 y que se extendió por 5h53. Nadie remontaba un 0-2 en el torneo desde Roy Emerson, que lo hizo frente a Fred Stolle en la edición de 1965.

El público de la Rod Laver Arena vibró hasta la locura con Rafa, poco les importó que en Melbourne fueran más de la una de la madrugada. Después de sumar el último punto con una volea excepcional de revés, el genio soltó la raqueta, mando una bola a la grada de una patada, sacó a pasear su famoso serrucho tres veces, levantó los brazos, se dejó caer de rodillas en la pista y luego se inclinó con las manos cubriendo su cara antes de ir a abrazar a su equipo, que no cabía en sí de gozo. Esa fue la secuencia de la celebración de un triunfo épico que le pone por delante de Djokovic (ausente al haber sido deportado por su negativa a vacunarse) y Federer (recuperándose de una lesión) en la pelea por la hegemonía y que le convierte en el cuarto jugador capaz de ganar al menos dos veces cada Slam después de Djokovic, Emerson y Laver.

Nadal jamás perdió la esperanza de volver a saborear la gloria en Australia, una plaza a la que tiene un cariño especial y donde se coronó por primera vea en 2009, y ha vuelto a triunfar allí 13 años después. Una muestra más de su grandeza. Con 35 años y 241 días es el tercero más mayor de en ganar este campeonato en la Era Open (desde 1968), tras Federer y Rosewall, que lograron dos con más de 36. Era su sexta final en la Laver, 29ª en un major. Con este suma 90 trofeos en total.
 
 
 
 
 
 
 
 
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@AustralianOpen
 
 
 
 

 
 
 
 
 
 
 

 
 
 
 
 
 
Se escribe otro capítulo 🏆 @RafaelNadal vence a Daniil Medvedev 
 
2-6 6-7(5) 6-4 6-4 7-5 
 
para ganar su segundo título de #AusOpen en una epopeya 
 
de cinco horas y 24 minutos.
 
 
 
 

Un encuentro inolvidable

Medvedev era una amenaza muy seria, venía de ganarle a Djokovic la final del US Open el año pasado en tres sets y amagó con hacerle lo mismo a Nadal, que había podido con él en otra final dramática en Nueva York hace tres años. Podría haber sido casi el fin de la época del Big Three y el principio de la suya. La conquista de Rusia es muy dura. Rafa atravesó la estepa helada. No pudieron con ella ni Napoleon ni Hitler, pero él sí. De salida se topó con un cyborg inmutable que le devolvía cada golpe con precisión milimétrica. No se permitió distracciones ni lujos y su comportamiento inicial fue bastante bueno. Ganó el primer set con facilidad y en el segundo hizo trizas el quiebre que había sumado Nadal, que sirvió para empatar, y después le remató en el tie-break. Hasta ahí, el manacorí había cometido demasiados errores no forzados (36), pero había rozado la igualada, una señal esperanzadora para lo que vendría después. 

Rafa empezó a sentir la bola como no había podido hacerlo hasta ese momento, elevó la intensidad de sus impactos, con una colocación perfecta de sus pies sobre la pista. Cambió direcciones y dejó de insistir tanto sobre el letal revés del moscovita. Fue una labor de zapa, de desgaste, que dio sus frutos con el paso de los minutos. Medvedev acusó la carga de movimiento, las torsiones sobre todo hacia abajo desde sus imponentes 1,98 metros de estatura. De hecho, pidió dos veces la presencia del fisio para que le masajeara los muslos. Nadal, sublime, recortó distancias tras levantar un 0-40 en el 2-3 y se acostumbró a ponerle las cosas muy complicadas a su rival cuando sacaba, con restos incisivos, bolas a las líneas, con un juego, a fin de cuentas, de altísimo riesgo. Así llegó a la paridad.

Le faltaba rematar la gesta. Y no fue fácil. Colocó el 4-2 con puntos maravillosos, llegando a todas las dejadas para resolverlas con una tranquilidad inhumana. Pero cuando sacaba para vencer con 5-4, el número dos del mundo, que tiene opciones de quitarle el uno a Djokovic el 21 de febrero, le rompió y vuelta a empezar. Nadal contestó con otro break ante el delirio de los espectadores y resolvió en blanco en el último juego con un ace y esa volea incontestable que quedará para siempre en la historia del tenis. ¿No es el más grande?



Cuadro masculino del Open de Australia.


 


 
 
 

Nadal y el club de las leyendas: Phelps, Pelé, Brady, Merckx…

 

Tras ganar el Open de Australia, el balear se ha convertido en el primer tenista con 21 Grand Slams. Un logro directo a la lista de las mayores gestas de la historia del deporte.

 

 Nadal y el club de las leyendas: Phelps, Latynina, Brady, Merckx…

 

El deporte tiene una facilidad innata para encontrarse con la épica. Forma parte de su idiosincrasia. Se suele componer de ganadores, perdedores y el hilo que, al mismo tiempo, les une y separa: una pelota que bota dentro o fuera, un segundo de más o de menos, etc. Altas dosis de adrenalina que, más allá de la emoción del momento, escriben páginas y páginas de historias increíbles. En ellas, desde hace mucho, Rafa Nadal es uno de los nombres más destacados. Ahora, todavía más. Por el qué y por el cómo. Por ser, tras vencer a Daniil Medvedev en la final del Open de Australia, el primer tenista de la historia en conseguir 21 Grand Slams, rompiendo el empate histórico con Novak Djokovic y Roger Federer (20 cada uno); pero también por haberlo hecho tras medio año sin competir y con el escafoides partido por la mitad. Sufrimiento, sacrificio y gloria. La secuencia lógica de la mencionada épica. El camino de un deportista que, junto a otros elegidos, forma parte de un selecto club de leyendas.

 

Joe Louis, el rey de los pesos pesados

"El bombardero de Detroit" es otro ejemplo paradigmático de la épica deportiva. Junto a otros seis hermanos, nació en una cabaña de algodoneros de Lexington (Alabama) y perdió a su padre a temprana edad. Se subió a un ring prácticamente de casualidad y, desde ahí, pasó a ser clasificado como el mejor peso pesado de la historia por la International Boxing Research Organization. Fue campeón de los pesos pesados durante 12 años seguidos (desde junio de 1937 a marzo de 1949), una marca a la que nadie se ha acercado, y realizó 25 defensas exitosas del título.

 

Bill Russell, el señor de los anillos

Nadie ha ganado tanto en el deporte estadounidense como Boston Celtics en los años 50 y 60. Ocho anillos seguidos y once en trece años, una dinastía difícilmente repetible. John Havlicek, Sam Jones, Bob Cousy, Red Auerbach... Son muchos los nombres propios que dieron forma a la hazaña. Entre ellos, el de Bill Russell, presente en los once campeonatos logrados y, con ello, el jugador con más anillos de la historia de la NBA.

 

'O Rei' Pelé

"Pelé es perfecto, Edson es una persona como otra cualquiera", suele decir Pelé, Edson Arantes do Nascimento, sobre sí mismo. Pasó hambre de pequeño, cuando vendía cacahuetes y limpiaba zapatos en la calle para ayudar a la economía familiar, y se afanó para cambiar la historia, la suya y la del fútbol. Su irrupción en el Mundial de 1958, al que estuvo a punto de no llegar por lesión, significó un antes y un después. Con 17 años, ganó su primer Mundial. El primero de los tres, marca récord, que lograría en doce años.

 

Michael Jordan o el arte de volar

Desde su inolvidable canasta ante Byron Russell, en el sexto partido de las Finales de 1998, hasta el tiro libro con los ojos cerrados retando a Mutombo. Michael Jordan fue otro fino estilita del qué y el cómo. Sus seis anillos con Chicago Bulls, sus 14 All Star, sus diez temporadas liderando la NBA en anotación o sus cinco MVP le sitúan en la cúspide del baloncesto. Su carisma y la narrativa, con su sonado retiro para jugar al beisbol como muestra, le convierten en un icono social.

 

Eddy Merckx, el gran monumento

Pocos se atreven a cuestionar la posición de Merckx dentro de la historia del ciclismo. Si se utilizara una máquina para crear al corredor perfecto, saldría alguien de sus características. Reinó en todas las grandes vueltas, con cinco Tours de Francia, cinco Giros de Italia y una Vuelta a España, pero también en las clásicas y los monumentos. De hecho, junto a Roger De Vlaeminck y Rick Van Looy, es el único corredor en ganar las cinco carreras de esta última categoría.

 

Michael Phelps, el tiburón de las medallas

La bala o el tiburón de Baltimore. Cualquier apodo, por grandilocuente que sea, no es suficiente para ensalzar la figura de Michael Phelps. Pekín 2008 lleva su apellido, fueron sus Juegos Olímpicos. En ellos, logró ocho medallas de oro, el récord en una sola edición. Una parte significativa de su palmarés, pero no todo: con 28, es el deportista olímpico con más medallas de la historia. Las devoraba.

 

Usain Bolt, el hombre que rompió la ciencia

Nadie pensaba que se podía nadar tan rápido hasta que llegó Phelps. Y nadie pensaba que se podía correr tan rápido hasta que llegó Usain Bolt. Sus 9,58 segundos en los 100 metros del Mundial de Berlín (2009) aún son estudiados por la ciencia, que vio rotos todos sus esquemas. Antes de establecer semejante récord, ya había batido la marca en otras dos ocasiones (9,72 y 9,69). El atleta jamaicano convirtió algo más que lo extraordinario, lo inconcebible, en rutina. En total, ostenta ocho medallas de oro en Juegos Olímpicos y los récords en 100 y 200 metros, además del de 4 x 100 en relevos. 

 

Margaret Court, el mayor Grand Slam

Rafa Nadal, con su 21º major, ha logrado lo nunca visto... en categoría masculina. Antes, el mundo ya contempló a Margaret Court lográndolo. La tenista australiana levantó hasta en 24 ocasiones los trofeos de Roland Garros, Wimbledon, US Open y Open de Australia, llegando a ganarlos todos en una misma temporada. No es el único caso. Serena Williams, la inabarcable imagen del tenis femenino contemporáneo, acumula 23 Grand Slams. 

 

Indurain y un lustro eterno

Lo difícil no es llegar. Lo difícil, dice el refranero popular, es mantenerse. Miguel Indurain lo hizo como nadie. El ciclista español, en un lustro dorado difícilmente igualable, ganó cinco Tours de Francia de forma consecutiva. Una oda a la regularidad. Más allá de sus entradas triunfales en los Campos Elíseos, Induráin también logró dos Giros y un mundial contrarreloj. Paradójicamente, se le resistió la Vuelta. 

 

Larisa Latynina o el arte de ganar medallas

La gimnasta más laureada de la historia y la mujer con más medallas en los Juegos Olímpicos. En total, 18. Hasta Londres 2012, cuando la rebasó Phelps, era la deportista más condecorada en el certamen. Es difícil entender la gimnasia artística sin su legado, uno que empezó abrazado por la precocidad. Con 11 años, tras sufrir la muerte de su padre en la batalla de Stalingrado, encontró un refugio en el ballet. Con 21, llegó a Melbourne para cambiar la historia. 

 

Leo Messi, el futbolista de oro

El rey del deporte rey. Al menos, en la época contemporánea y si se atiende al número de premios individuales. Este mismo año, marcando diferencias en la disputa con Cristiano Ronaldo (5), Leo Messi recibió su séptimo balón de oro. Nadie tiene tantos como él. Es el jugador con más goles en la liga española, en un año natural... El fútbol personificado. 

 

Jack Nicklaus, el Oso de oro

Ningún golfista tiene tantos Grand Slams como él. Y, pese a ello, Jack Nicklaus va mucho más allá de los números. El Oso de oro, como se le apodaba, era capaz de golpear tan fuerte como cualquiera y, al mismo tiempo, de acariciar la pelota dentro del green. Ganó su primer título del Abierto de Estados Unidos en 1962 y ya no paró. Después, llegaron 18 majors y más de 105 torneos ganados. 

 

Giacomo Agostini, un acelerón imparable

"Es muy duro cuando dejas lo que llevas haciendo toda la vida", aseguraba recientemente Giacomo Agostini. Más duro es todavía cuando lo que has hecho durante toda tu vida es ganar. El expiloto italiano cosechó 15 títulos y 122 victorias en el Campeonato Mundial de Motociclismo. Además, lo hizo de la única forma que sabía, acelerando más que nadie: sólo necesitó diez años. 

 

Schumacher, Hamilton y sus siete Mundiales

Sobre dos ruedas, nadie corría como Agostini; sobre cuatro, el honor es compartido. Cuando Michael Schumacher logró su séptimo Mundial en 2004, era difícilmente concebible que alguien le igualara en un periodo de tiempo tan corto. Hamilton, en 2020, lo hizo posible. El carácter y la ambición del Kaiser o el hambre insaciable de Lewis. Los dos, como la mayoría de leyendas, han sobrepasado los límites de cualquier circuito. 

 

Tom Brady, el sueño americano

Fue seleccionado con el pick 199 de la sexta ronda del Draft del 2000 y, a sus 44 años, el retiro asoma para coronarle como el más grande de todos los tiempos en la NFL. Tom Brady, con siete, tiene más Super Bowls que cualquier franquicia y ha ganado más de las que cualquier otro jugador ha disputado. Sus números, con innumerables récords, son de otro planeta; sus cualidades, de otra galaxia. Sin tener el físico más poderoso, el prototípico para su deporte, nadie ha ganado como él. Ni en cantidad ni en calidad. 

 

Gary Kasparov, el inamovible uno

El maestro de los maestros. Desde 1984 hasta su retiro, en 2005, Gary Kasparov fue el número uno del ajedrez mundial. En total, 255 meses de liderato inamovible, cifra récord. Su rivalidad con Anatoly Karpov, que fue mucho más allá del deporte, ha escrito páginas y páginas de historia. La propia historia, de hecho, se puede entender a través de dicha rivalidad. 

 
 

El emocionante anuncio de Nike por los 21 de Nadal que pasará al recuerdo de todos los españoles

 

Nike quiso compartir un vídeo en sus redes sociales a modo de felicitación a Nadal. Es de esos anuncios que se quedan en la retina de los espectadores.

 

 

 


 

 

 

Hoy, @rafaelnadal hizo historia al convertirse en el primer tenista 
masculino en llegar a 21 Majors. Rafa ha estado en un viaje incesante 
para hacerse con este histórico 21st Slam. Ahora está solo en la cima 
como la CABRA en el juego masculino.
 
 
 
 

TODA LA INFORMACION LO HE 

ENCONTRADO EN LA PÁGINA 

OFICIAL DEL PERIÓDICO AS

Y VIDEO DEL PUNTO GANADOR

Y DE COMO FELICITA NIKE A

NADAL POR GANAR LOS DE 

LOS TWITTER USA OPEN Y NIKE

 


 
 
 
 
 
 


 
 
 

 
 


   Pirata Oscar 

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