Esta semana en GASTRONOMÍA no es complicada mucha la entrada de esta semana pero esta bien saber limpiar bien las alcachofas para que despues podais hacer un rico plato de alcachofas.
La alcachofa es baja en calorías porque tiene mucha fibra y propiedades diuréticas
El zumo de limón es un ingrediente que ayuda a su limpieza y evita que se oxide
Limpiar las alcachofas se considera una tarea difícil, pero cuando conoces la técnica es muy sencillo
La alcachofa es un alimento muy completo, rico en vitaminas y minerales porque tiene mucha fibra. Asimismo, tiene un efecto diurético que ayuda a la digestión, a combatir el estreñimiento, a la reducción de grasas y favorece el tránsito intestinal.
Esta verdura tiene muchos beneficios, no solo por sus propiedades nutricionales, sino porque es muy fácil de incorporar en un sinfín de recetas de tu dieta diaria. Por otra parte, al ser un alimento de la temporada de otoño e invierno es recomendable guardarlo dentro de la nevera.
Si te has decidido a añadir las alcachofas al carrito de la compra debes saber que tienen un pequeño inconveniente. Y es que pelarlas y limpiarlas muy bien antes de cocinarlas es un reto para muchos, ya que puede ser un poco engorroso. Pero no te preocupes, si aplicas estas técnicas que te vamos a explicar a continuación no será un problema.
Paso a paso
No hay una forma correcta de limpiar y pelar las alcachofas, depende de lo que quieras cocinar. Pero te vamos a contar cuál es la forma más habitual para que puedas aprovechar bien esta verdura:
- Para limpiarlas, coloca las alcachofas en un bol con agua y zumo de limón.
- Luego, para pelarlas, quita las hojas exteriores con la mano de una en una, tirando hacia abajo hasta que se rompan.
- Tienes que ir arrancando las hojas hasta llegar a las más tiernas.
- Para comprobar si una hoja está tierna, dóblala por la mitad. Si se quiebra, es que ya no hace falta quitar más capas.
- Corta el tallo dejando unos dos o tres centímetros de distancia de la alcachofa.
- Pela el tallo y la base de la alcachofa con un cuchillo pequeño intentando quitar solo la parte dura y externa.
- Una vez que tengas limpia la alcachofa, la puedes partir en mitades, en cuartos o en láminas, dependiendo el plato que vayas a cocinar.
- Mientras repites el proceso con las demás alcachofas, puedes dejar las peladas en otro recipiente con agua y zumo de limón para que no se oxiden.
- Si decides no cocinarlas al momento, las puedes dejar en remojo, cubrirlas con un papel de plástico y refrigerarlas. Pero ten en cuenta que las alcachofas se oscurecen en contacto con el aire, ya que se oxidan muy rápido.
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