Seguimos con la sección de CULTURA Y ARTE esta semana el nuevo artículo es Henry Dunant, el hombre que 'curando a dos bandos' creó la Cruz Roja, precursor de la que en la actualidad es la institución humanitaria más importante del mundo. Hoy cumpliría 194 años.
Daba igual el bando, el objetivo era salvar vidas en medio de la batalla. Así surgió la Cruz Roja –como un hospital de campaña en la batalla de Solferino, en 1859– de la mano de Henry Dunant, precursor de la que en la actualidad es la institución humanitaria más importante del mundo. Hoy cumpliría 194 años.
Una calurosa tarde de verano, Henry Dunant, un hombre de negocios suizo, presenció una batalla en el norte de Italia. Más de 100.000 soldados se enfrentaron cerca del pequeño pueblo de Solferino. Había austriacos, franceses, italianos… Fue una contienda como muchas otras de aquellos tiempos: cruel, salvaje, hombre contra hombre, que se libró en un solo día.
6.000 soldados murieron en las primeras horas, decenas de miles de heridos quedaron tendidos en el campo de batalla, abandonados a su suerte, sin nadie que los atendiera. Ante aquel horror, Dunant decidió interrumpir su viaje y convenció a los civiles para organizar un pequeño hospital de campaña en el que atenderlos, sin importar cual fuese el bando. «Tutti fratelli» (todos hermanos) fue su grito de guerra.
Aquel conflicto le marcó para siempre. Cuando regresó a Suiza escribió sobre lo que había vivido en Italia. Su libro Una memoria de Solferino fue, entre otras cosas, una súplica a las naciones del mundo para formar sociedades de socorro que brindasen ayuda a los heridos en las guerras. Lo tenía todo pensado: primero, debían crearse organizaciones cuyas caras visibles fueran personajes influyentes que captasen la atención de los ciudadanos. Así se encontrarían voluntarios para curar a los heridos. El segundo paso pasaba por el apoyo de alguna gran organización. Fue dicho y hecho. El 9 de febrero de 1863 la Sociedad Ginebrina para el Bienestar Público llevó a cabo la primera reunión de lo que muy pronto sería la Cruz Roja.
Dunant fue un hombre generoso y altruista que entregó su vida a las luchas humanitarias. Tanto fue así que se desentendió de sus negocios, se arruinó, y acabo viviendo de la caridad de sus amigos y conocidos. En 1895, tras varios años de retiro de la escena pública, un periodista rescató la historia del creador de la Cruz Roja y fue conocido en toda Europa. Su gran recompensa llegó cuando en 1901 se convirtió en el primer Premio Nobel de la Paz.
El emblema de la Cruz Roja –una cruz roja sobre un fondo blanco- fue elegido como reconocimiento a la labor del suizo Henry Dunant, basándose el diseño en la bandera de su país.
Cruz Roja, una historia de guerra en guerra
Perros para localizar a los heridos
El Mayor Richardson, de la Cruz Roja de Inglaterra, se ofreció a ir a la guerra que se estaba librando en Melilla con sus perros para localizar y recoger a los heridos en el campo de batalla. En vez de ladrar, estos animales estaban entrenados para recoger una pertenencia del soldado herido y guiar a los médicos hasta él. Se estima que hasta 20.000 perros salvaron vidas durante la Primera y Segunda Guerra Mundial.
Voluntarios en los Balcanes
Antes de la primera 'gran guerra' la Cruz Roja ya había echado a andar. En 1912, numerosos voluntarios se desplazaron a los campos de batalla durante las Guerras de los Balcanes para servir a los heridos de ambos bandos. En la imagen, dos voluntarios de la Cruz Roja búlgara conducen a un soldado herido al hospital de Pogdorica.
Atención a los prisioneros de guerra
La casilla de salida para que el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) despegase del todo fue el estallido de la Gran Guerra. En pocos meses se pasó de diez a 1200 miembros. Ese mismo año se crearon secciones como la Agencia Internacional de Prisioneros de Guerra, que contó con más de 3.000 colaboradores –la mayoría, voluntarios de la alta burguesía ginebrina– cuya función era localizar a los heridos y ponerlos en contacto con sus familiares. Al final de la contienda, la agencia había localizado a más de dos millones y medio de personas.
El día de los heridos
Desde sus orígenes, la labor de los voluntarios de la Cruz Roja ha consistido, además de en el trabajo directo sobre el terreno, en la organización, sensibilización y acercamiento de las acciones a la población civil para captar socios y/o voluntarios. Este grupo de mujeres londinenses repartían souvenirs de la organización en las calles con motivo del día de los heridos de guerra.
1916
Un movimiento mundial
Una enfermera traslada a dos heridos civiles al Hospital de Nish, en Serbia, uno de los muchos países que contaba entonces con una sección nacional de Cruz Roja. Ahora hay 192 integrados en el Movimiento de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja. Durante la guerra, las relaciones entre las sociedades nacionales se mantuvo intacta. El CICR, considerado la matriz del movimiento, fue el encargado de mantenerlas informadas a través del Bulletin International de la Croix-Rouge y de garantizar la ayuda entre ellas.
1945
El desembarco de las damas de gris
Siete meses después del desembarco en Normandía, llegó a las costas de la Riviera francesa un barco con mujeres. Eran enfermeras y personal de Cruz Roja enviadas desde Estados Unidos para cubrir las necesidades de los heridos en la Segunda Guerra Mundial. En Estados Unidos se las conocía como las 'damas de gris' y durante años brindaron a los soldados ayuda de naturaleza no médica: les leían y escribían cartas, y los acompañaban en su soledad mientras estaban ingresados. Durante la Segunda Guerra Mundial fueron casi 50.000 mujeres.
LOS PRINCIPIOS FUNDAMENTALES
Humanidad. Para aliviar el sufrimiento, sea del tipo que sea, vinculado o no a guerras. Favorece la cooperación entre los pueblos.
Imparcialidad. Para no hacer discriminación por nacionalidad, raza religión, condición social o credo político.
Unidad. Para que en cada país solo pueda existir una sociedad de la Cruz Roja o Media Luna Roja
Neutralidad. Nada de armas, nada de política. Las leyes humanitarias internacionales son explicadas a todos los soldados. Para mantener la confianza de las partes.
Voluntariado. Se trata de hacer el bien, no de ganar dinero. Para que sea un acto desinteresado.
Independencia. No dejarse corromper. Para poder actuar siempre de acuerdo a los valores del movimiento.
Universalidad. Para extenderse por todo el mundo.
TODA LA INFORMACION LO HE ENCONTRADO EN LA REVISTA
XL SEMANAL
Pirata Oscar
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