El encarecimiento de los alimentos por la inflación es inasumible para muchas familias, en especial para las rentas más bajas. Para ellas irían las medidas.
La escalada de precios en los últimos meses ha supuesto un gran problema para muchas familias españolas, con dificultades cada vez mayores para poder llenar la nevera. La fuerte inflación ha afectado a la gran mayoría de productos, por no decir todos, y lo que antes tenía un precio fácilmente asumible ahora ha disparado su coste, haciendo que muchos opten por las marcas blancas como alternativas (aunque estas también han elevado su precio).
Una situación ante la que el Gobierno no se quedará parado, pues ya valora diversas medidas para poder contener el precio de los alimentos. Aunque la inflación ha bajado en el mes de noviembre hasta el 6,8%, esta leve caída no se ha visto reflejada en la cesta de la compra, que suma ya una subida del 15,4% interanual. Por ello, el Ejecutivo de Pedro Sánchez ya trabaja en medidas para combatir esta escalada de precios.
Así lo ha confirmado el ministro de Agricultura, Luis Planas, después del avance del presidente Sánchez el pasado lunes. “Tenemos la instrucción y la encomienda del presidente del Gobierno de trabajar en alguna medida. La determinación del Gobierno es clara, queremos responder al incremento de los precios alimentarios y para ello estamos trabajando en medidas de respuesta”.
Varias opciones en mente
A día de hoy el Gobierno trabaja en varias opciones, pero todavía se están negociando dentro del Ejecutivo y no hay una medida concreta. La prioridad, según fuentes del ministerio de Agricultura, es poner especial atención a las personas más vulnerables. Consideran que las familias con más problemas económicos, las que ingresan menos de 1.000 euros al mes, son las que más gasto soportan en comida.
De acuerdo con las estimaciones, hasta un 19% de estos ingresos en el caso de las familias menos pudientes. Por contra, en los hogares con rentas superiores a los 5.000 euros se destina a la alimentación un 11%. Así pues, y a falta de unas medidas definidas, el Gobierno tiene claro que en ningún caso apostará por unas medidas lineales que sean a todos por igual, sino que se pensará en ayudar a las rentas más bajas. Por tanto, está descartada una bajada general del IVA de los alimentos.
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