PARALÍMPICOS
La maña, que ya logró dos bronces en su debut en Río 2016, consigue la novena medalla para España en París
La primera vez que María Delgado acudió a unos Juegos Paralímpicos fue a los de Londres 2012, pero como espectadora. Tenía 14 años y viajó hasta la capital británica con su Club de Natación Adaptada de Zaragoza. La maña llevaba practicando este deporte desde los 7 y lo compaginó con el atletismo durante un tiempo. Estando en las gradas del Centro Acuático lo tuvo claro: quería dedicarse a la natación. En Río 2016 conquistó dos bronces (100m espalda y 50m estilo libre). Hoy, en la piscina de La Defénse Arena, se ha colgado otro bronce en 100 metros espalda, una medalla que recompensa el trabajo diario de una nadadora muy perfeccionista y trabajadora incansable. España suma ya nueve metales: dos oros y siete bronces.
"Es la leche ocho años después, que se dice pronto. Han sido ocho años de trabajo, de esfuerzo y de dedicación pura. Y aquí está, un regalo. Hoy he dado mi mejor versión", decía con lágrimas en los ojos. Y aunque se la dedica a todos los que la han acompañado en su camino, va en especial para su hermano que anoche cogió un vuelo en Nueva York cuando salió de trabajar por la tarde sólo para estar hoy con su hermana y mañana regresa. "Yo pensaba: '¡Qué presión!", decía entre risas.
Es la leche ocho años después porque han sido ocho años de trabajo, de esfuerzo y de dedicación pura
La nadadora de Zaragoza ya se colocó tercera en los primeros 50 metros e incluso estuvo en puestos de plata en el viraje. En los segundos 50, retuvo la tercera plaza sin problemas. Sólo la superaron la brasileña Maria Carolina Gomes Santiago (1:08.23), oro, y la ucraniana Anna Stetsenko (1:09.43).
Primer Mundial con 15 años
Nació con una toxoplasmosis congénita que le provoca la pérdida de visión total del ojo izquierdo y la pérdida de visión parcial del ojo derecho, tanto en campo de visión como en agudeza visual. Siempre dice que en el agua se siente libre y ha hecho de ella su medio natural. Desde niña su referente ha sido su paisana Teresa Perales. Disputó su primer Mundial con sólo 15 años y cuyo referente.
Todas las medallas las tiene en una vitrina en la habitación que era de su hermano en su casa de Zaragoza. En ella, además, lucen las 12 preseas mundiales y 12 europeas.
Una deportista súper completa
Entrena más de 25 horas semanales en la piscina del CAR de Madrid. Reside en la Blume desde hace una década. Pese a su edad, sólo 26 años, la consideran la mami del grupo de deportistas paralímpicos que allí reside. "Es verdad que tengo de todo porque nunca se sabe", confiesa entre risas. Desde una máquina de coser hasta un taladro.
Además de las sesiones diarias en la piscina, sus entrenamientos se completan con gimnasio, sesiones psicológicas, cuidados nutricionales... "El factor del éxito es multifactorial", dice convencida. Cuida cada detalle para arañar unas centésimas al crono en el agua. También, aplica el uso de la tecnología. En su caso, por ejemplo, lleva en el dedo índice de la mano izquierda el famoso anillo Oura, que hace un seguimiento del sueño, la variabilidad cardíaca, la condición física y el estrés. Todos estos datos sirven para ajustar mejor las cargas de entrenamiento.En la recta final de sus terceros Juegos le ha tocado compaginarlo con el TFG del Master que está haciendo en formación del profesorado. También es graduada en Ciencias del Deporte y ha realizado un Master en Gestión Deportiva del alto rendimiento.
TODA LA INFORMACIÓN LO HE
ENCONTRADO EN LA PÁGINA
OFICIAL DEL PERIÓDICO MARCA
No hay comentarios:
Publicar un comentario