La cosecha de 2019 estuvo marcada por el fenómeno Joker. Una película basada libremente en los comics de Batman se las apañó para ganar el León de Oro en el Festival de Venecia, recaudar más de 1.000 millones de dólares en taquilla siendo R, y hacer una carrera en los Oscar marcada por el premio a Mejor actor de Joaquin Phoenix. Era un logro descomunal, que en su día DC no supo cómo potenciar debido al embrollo de continuidad que tenía su universo cinematográfico.
Había que esperar, entonces, a que las cosas se asentaran a nivel organizativo. Entretanto Harley Quinn intervino en tres películas de desigual taquilla (aunque El Escuadrón Suicida cosechó críticas excelentes), y para cuando James Gunn y Peter Safran ascendieron a líderes de DC Studios ya estaban en marcha otros dos proyectos centrados en grandes criminales de Gotham: la serie de El Pingüino (extraída de la muy aclamada The Batman de Matt Reeves) y la inevitable secuela de Joker. La primera acaba de llegar a Max con buenas críticas, y Joker: Folie à deux se estrena el próximo 4 de octubre, ya mismo.
Orton tiene que sopesar, entonces, qué personaje merece más una película propia. Bane es quien tiene un historial cinematográfico más ilustre, pues fue el villano de El caballero oscuro: La leyenda renace y lo interpretó Tom Hardy. Antes había sido creado por Chuck Dixon y Graham Nolan en los años 90, como un terrorista con un grave problema con los esteroides que llegaba a romperle la espalda a Batman en un célebre cómic, Knightfall. Antes de Christopher Nolan, también hizo una pequeña aparición en el film Batman y Robin.
Deathstroke ha tenido un camino menos lucido. Fue concebido como villano de los Teen Titans por Marv Wolfman y George Pérez, y para el audiovisual lo interpretó Esai Morales en la serie Titans. También fue el villano de la animada Teen Titans Go! La película, e hizo algún cameo con el rostro de Joe Manganiello en la DC de Zack Snyder, presagiando películas que nunca se rodaron. Aunque ahora sí podría ser su momento.
La película, o películas, dedicadas a Bane y Deathstroke formarían parte de la nueva continuidad de DC en la que están trabajando Gunn y Safran. Esta será inaugurada por la Superman de Gunn el 11 de julio de 2025, sin que todavía esté confirmado del todo ningún largometraje posterior.
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