jueves, 31 de octubre de 2024

Memoria Colectiva del Cine Español, un archivo vivo para preservar testimonios de nuestra cinematografía

 


Acto de presentación del proyecto Memoria Colectiva del Cine Español
 
Cinemanía

 

La Academia de Cine presenta este proyecto, un repositorio de entrevistas realizadas a profesionales cinematográficos que estará en continua actualización


La Academia de Cine ha presentado el proyecto Memoria Colectiva del Cine Español, una iniciativa de archivo vivo, audiovisual y accesible a todos los públicos con testimonios de algunas de las personalidades de los diferentes oficios de nuestro cine. Todas ellas conforman un repositorio de entrevistas realizadas por periodistas especializados.

Se trata de un archivo permeable que sirve de testimonio común mientras se continúa escribiendo la historia del cine español, integrado dentro de una web que también visibiliza la diversidad y pluralidad de los principales agentes veteranos de nuestro cine, y que estará en continua actualización.

Para el presidente de la Academia, Fernando Méndez-Leite, que a su vez es otro de los protagonistas de este proyecto, este proyecto "responde a uno de los objetivos de la institución, desde su fundación", y "sirve de espacio para hacer memoria de nuestra cinematografía": "El cine, que va para el siglo y medio de existencia, ha servido para mostrar los cambios históricos y reflexionar sobre el pasado y el futuro. Pero el mismo cine también necesita que existan espacios donde fijar y archivar su historia".

Además del propio Méndez-Leite, los protagonistas de esta iniciativa son el diseñador de vestuario y escenógrafo Pedro Moreno; las actrices Marisa Paredes, Gemma Cuervo y Julieta Serrano; los actores José Sacristán y Antonio Resines; los cineastas Cecilia Bartolomé y Adolfo Aristarain; la directora de producción Sol Carnicero; y el director de fotografía José Luis Alcaine.

 

Acto de presentación del proyecto Memoria Colectiva del Cine Español
 
 
Acto de presentación del proyecto Memoria Colectiva del Cine Español
 
Cinemanía
 

Estos once testimonios se suman al proyecto que se inició en 2016, con otras figuras como el actor y director Antonio Banderas, la diseñadora de vestuario Yvonne Blake, el director y guionista Jaime de Armiñán, el actor Juan Diego, o la actriz, directora y escritora Emma Cohen; junto una veintena de testimonios más, que fueron grabados con la colaboración de TCM, la Universidad Europea de Madrid y Fundación SGAE.

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Durante el acto de presentación, celebrado en la Academia, el periodista Matías G. Rebolledo, uno de los entrevistadores, puso en valor la apuesta de la institución este proyectos: "En tiempos donde se discute la verdad, este proyecto te acerca a la fuentes principales de nuestro cine. Una iniciativa que es útil para las nuevas generaciones de jóvenes, para que se enfrenten a la Memoria del cine español, y que vean cómo funcionan su oficios". 

La periodista Andrea G. Bermejo también habló de su participación en la iniciativa, y coincidió en el valor que tiene este repositorio de entrevistas: "Traslada a todos los públicos testimonios, no sólo de actores y directores, sino de todos los oficios, que son igual de importantes".

La periodista Andrea G. Bermejo también habló de su participación en la iniciativa, y coincidió en el valor que tiene este repositorio de entrevistas: "Traslada a todos los públicos testimonios, no sólo de actores y directores, sino de todos los oficios, que son igual de importantes".

 

Acto de presentación del proyecto Memoria Colectiva del Cine Español


Acto de presentación del proyecto Memoria Colectiva del Cine EspañolCinemanía

 

 



 

 

 


  Gemma Cuervo

     Actriz


 

 

 

 

 

 

 

Los ojos de Gemma Cuervo brillan cada vez que recuerda algo de su trabajo como actriz. Se ilumina la cara de una de las intérpretes más populares del cine, el teatro y la televisión. Su carrera la dedicó al teatro, un medio en el que fue feliz. Disfrutaba de los compañeros, de las giras, hasta de los hoteles. Por eso, fundó una compañía, junto a Fernando Guillén, su marido, padre de sus tres hijos, y parte indispensable de su carrera. En esa compañía trajeron obras europeas que todavía no se habían representado en una España franquista, como las de Albert Camus o Edward Albee. Siempre hubo un compromiso, con la calidad, con la necesidad de contar buenas historias e interpretarlas, con la interpretación y, por ende, con el público. Algo que emerge de sus recuerdos y sus palabras sobre cualquier papel de su carrera.

Dice que el cine no la quiso tanto. O quizá el cine tuvo una censura que el teatro logró evitar. Es probable que la fuera la censura la culpable de que no la viéramos en papeles tan inquietantes, apasionados e increíbles como el de Luisita, esa mujer que quiere ser libre en El mundo sigue, la película de Fernando Fernán Gómez, película maldita en su momento y hoy considerada como una de las cumbres del cine español de todos los tiempos.

Cada vez que se nombra su título, los ojos de Gemma Cuervo vuelven a iluminarse, que volvió a ver la película hace unos años, tras su restauración y puesta en valor. Ese filme fue importantísimo para ella, como actriz y como mujer.

Trabajadora incansable, amante de su oficio y sin rencores por lo que pudo haber sido y no fue. Gemma Cuervo es una actriz feliz, que da gracias por la carrera que ha tenido, por el privilegio de haber sido actriz. Se puede considerar a esta actriz como una pionera del teatro español, que cuenta con una de las carreras más largas. Cuenta más de 70 obras a las que hay que sumar su trabajo en el teatro filmado o aquella cosa fantástica que fue Estudio 1 y que acercó el teatro a los espectadores de todo el país. También cantera de actores y actrices. Ahí fue donde ganó el primer Ondas. Con una voz potente y una mirada penetrante, Gemma Cuervo fue siempre una actriz valiente y fuerte que tuvo, en su vejez, un reencuentro con el público en uno de los papeles más queridos de la televisión, junto al de sus dos compañeras, Mariví Bilbao y Emma Penella. Quién iba a decir que verlas a ellas con más de setenta años, era el aliciente para ver el fenómeno televisivo que fue Aquí no hay quien viva. Esas tres mujeres, con sus personalidades diferentes, sus cuitas vecinales y su humor negro, emocionaron y conectaron con espectadores y espectadoras de todas las edades, clases sociales y lugares. Divertida, entrañable, cariñosa y profesional, Gemma Cuervo es historia del cine español, quizá sea el medio en el que menos ha trabajado, pero ha estado en películas como Historia de una chica sola, de Jorge Grau; Best-seller, el premio de Carlos Pérez Ferre; pero su rostro y su tesón siempre quedarán en el imaginario de nuestro cine, por haber representado uno de los papeles femeninos más valientes e importantes.

Pepa Blanes

 

 


Gemma Cuervo I MCE

 



  Marisa Paredes

    Actriz


 

 

 

 

 

 

Marisa Paredes creció soñando con la fantasía y la bohemia del teatro. Desde su casa, situada en la plaza de Santa Ana de Madrid, frente al edificio del Teatro Español, observaba fascinada la vida de la farándula y de las grandes damas de la escena. Su primera oportunidad le llegó gracias a la compañía de Conchita Montes, donde trabajaba de meritoria. La fiebre había prendido y pese a la negativa de su padre, obstinada, siguió con su empeño gracias al apoyo incondicional de su madre, el gran referente de su vida. En los años sesenta se curte sobre todo en el teatro y en la televisión gracias al célebre programa escénico Estudio 1. Entre sus primeros pinitos en el cine destaca El mundo sigue (1960), de Fernando Fernán-Gómez. Pero su carrera en el cine no despega hasta los años ochenta. Actúa en Ópera Prima (1983), debut de Fernando Trueba, y tres años después en Entre Tinieblas, de Pedro Almodóvar. En 1986 llegará uno de los grandes puntos de inflexión de su trayectoria gracias a Tras el cristal, de Agustí Villaronga, creador esencial en su vida.

A partir de ahí su carrera entra en una de sus etapas más reconocidas, dentro y fuera de España, gracias a su intensa colaboración con Almodóvar en Tacones Lejanos (1991); en La flor de mi secreto (1995), donde logra una de las mejores interpretaciones de su carrera; en Todo sobre mi madre (1999) y en La piel que habito (2011). En su extensa filmografía también destaca su trabajo para Arturo Ripstein (Profundo carmesí, 1986) o Guillermo del Toro (El espinazo del diablo, 2001). Temperamental, combativa, sensible y elegante, Paredes está considerada una de las grandes divas del cine español. Fue Premio Nacional de Cinematografía en 1996, Goya de Honor en 2018 y presidenta de la Academia entre 2000 y 2003. Tiene una hija, la actriz María Isasi, fruto de su relación con el cineasta Antonio Isasi-Isasmendi. Desde 1983 su pareja es el fotógrafo y exdirector de la Filmoteca Española José María Prado.

Elsa Fernández-Santos

 

 

Marisa Paredes I MCE

 

 

 


   Antonio
   Resines

       Actor


 

 

 

 

 

Oda al hombre llano

Entre dioses, mitos y leyendas del séptimo arte, más allá de los egos, las alfombras rojas y los premios son los mortales los que acaban estrechando la distancia entre la butaca y el objetivo, reduciendo cual Prometeo el abismo de la más bonita de las mentiras para convertirla en la verdadera cultura de masas. En el cine español es difícil explicar cómo se prende esa identificación, cómo ese paralelismo con el hombre de a pie se hace carne del verbo sin hablar de Antonio Resines. Con bigote y sin bigote, a risa y llanto, el actor llano vino del norte para instalarse en el imaginario colectivo patrio como hombre tranquilo, casi pasivo de tan solo aguantar, y acaso reflejo de la masculinidad que echó a andar en nuestra cinematografía a la par que la Democracia. De punta en blanco y entre cómics de Tintín, Resines comparece atareado, guionizado a puro nervio impasible como la gran mayoría de sus personajes y sorprendido, por la ocasión de verse entre los grandes de nuestro cine y por los recuerdos que va desenmarañando al recorrer la maratón de la nostalgia.

Ahí salen a su encuentro los Fernando Trueba, José Luis Cuerda o Emilio Martínez-Lázaro, pero también el anecdotario de una carrera llena de casualidades: pasó en un par de años de no poder estudiar cine, por miedo institucional y censura al arte, a trabajar a las órdenes de todo un Mario Camus, casi como pidiendo permiso e intentando no estorbar demasiado. “Jamás”, responde Resines, preguntado acerca de la escamosa condición de deidad, tentación misma con la que se escribe su profesión, pero es en realidad esa misma negación, quizá duda cauta, lo que le revela como un maestro de la interpretación más natural y menos impostada. De nuevo, más nuestro y hasta más auténtico, capaz de emborronar la suspensión de la incredulidad y de conectarla a tierra. Por eso mismo Resines es capaz de presidir su salón en roble y Goya, y por eso mismo la pequeña pantalla, la más popular, también le ha regalado un lugar de excepción en su catódica y caótica historia. El hombre común, quizá el menos común de sus pares, habla en plata cuando toca y eleva la prosa para hablar de sus maestros, todo sin olvidar que su mito se ha escrito a trabajo y casualidades, y que la última palabra la tiene siempre quien paga la entrada.

Matías G. Rebolledo

 

 

Antonio Resines I MCE

 

 


   José
   Sacristán

      Actor y director











“Yo me ataba unas cuantas plumas de gallina a la cabeza y me plantaba desafiante delante de mi abuela. ‘Virgen santa, un indio’ gritaba mi abuela. ‘Se lo ha creído’, decía yo”. El indio, el emigrante, el médico, el asesino, el político homosexual, el comediante, el soldado, el abogado travestido por la noche actuando en un pequeño cabaret… nos lo hemos creído todos, siempre, desde hace más de sesenta años.

Espejo de los ‘españolitos’ de a pie, José Sacristán es mucho más que un inmenso actor, es el hombre que desde el cine y el teatro ha mantenido intacta la dignidad de los perdedores, de los pobres, de los trabajadores, de los estudiantes…

“Podía estar borracho, apaleado, derrotado, enamorado, pero nunca, nunca, perdió la dignidad”. En realidad, éstas eran palabras que Hans dedicaba a John Wayne a las puertas de un cine en Un lugar en el mundo (Adolfo Aristarain, 1992), pero en la grandeza del cine y, sobre todo, de unas palabras bien dichas en el cine, está el que se quedan contigo para siempre. Y ahora estas palabras se han quedado, sin duda, para él. Para el actor que lleva “más de sesenta años sin dejar de jugar”, como se congratuló al recoger el merecidísimo Premio Nacional de Cinematografía en 2021.

Aquel día mencionó a Calígula –“habría bastado con que lo imposible fuera”- pidiendo la luna. Y confesó que cada vez que está actuando siente aquellas plumas de gallina en su cabeza. “Y, entonces, lo imposible es. Y tengo la luna”. La luna en sus manos siendo y desapareciendo dentro de sí mismo.

Porque José Sacristán nunca y siempre ha sido José Sacristán en el cine. “Quiero que estés dos horas delante de la cámara y que no se te vea”, le dijo Fernando Fernán Gómez antes del rodaje de ‘El viaje a ninguna parte’. Antes y desde entonces nadie ha visto nunca a José Sacristán en sus personajes y todos hemos reconocido siempre al instante a José Sacristán en ellos.

Y repito ‘siempre’ porque Sacristán no ha fallado ‘nunca’, es de esa exclusiva clase de actores infalibles que, haga lo haga, convence y contagia. Se equivocaba mucho aquella encuesta que Chicho Ibáñez Serrador le enseñó un día, en los 70, y que habían hecho para saber cuántos españoles comprarían una maquinilla desechable Filomatic si la presentaba él. “Había un porcentaje de gente que en la puñetera vida compraría nada de lo que anunciara este rojo de mierda”, dijo el propio Sacristán en una larga entrevista para televisión. ¡Tan inexacto aquel sondeo! Todos, siempre, ‘compraremos’ cualquier cosa que nos ofrezca este rojo maravilloso, necesitamos la humanidad y la lucidez de sus perdedores.

Begoña Piña

 

 

José Sacristán I MCE

 

 

 

Netflix pone fecha de estreno a '1992', la serie de Álex de la Iglesia que completa su reparto y lanza nuevas imágenes

 

  • Netflix lanza nuevas fotografías de '1992', la miniserie de Álex de la Iglesia que trae un thriller en el marco de la Expo de Sevilla. La ficción protagonizada por Fernando Valdivielso, Marian Álvarez, Paz Vega y Carlos Santos suma nuevos actores a su reparto

 


Imagen capitular de '1992', la nueva serie de Álex de la Iglesia Netflix

 

Netflix ha anunciado este jueves la fecha de estreno de 1992, la primera miniserie para la plataforma con la firma de Álex de la Iglesia, y del creador y guionista, ganador de dos premios Goya, Jorge Guerricaechevarría (Celda 211, Las leyes de la frontera, Hermana muerte). La ficción, que llegará a el próximo 13 de diciembre, ha desvelado también sus primeras imágenes.

El nuevo thriller del director de El día de la bestia girará, tal y como recogimos, en torno a unos misteriosos asesinatos en los que siempre se repite el mismo patrón: todas las víctimas han sido quemadas y junto a los cuerpos aparece un muñeco de Curro, la icónica mascota de la Expo '92 de Sevilla. 

La miniserie, dirigida por Álex de la Iglesia, es una creación de él mismo junto con Jorge Guerricaechevarría, a partir del guion de Pablo Tébar (Bandidos) y Jorge Valdano (Pollos sin cabeza), y está protagonizada por Fernando Valdivielso (Fanático) y Marian Álvarez (La herida, La unidad).

Completan el reparto Paz Vega (Lucía y el sexo), Carlos Santos (El hombre de las mil caras), y, tal y como se ha desvelado a través de las primeas imágenes avanzadas por la compañía, otros actores como Pablo Puyol, Darío Frías, María Lanau, Guillermo Barrientos, Gorka Lasaosa y Jaime Ordóñez.

 

Rodada en Sevilla y Madrid, 1992 es una producción de Pokeepsie Films para Netflix.

 

Sinopsis de '1992', la serie de Álex de la Iglesia en Netflix

Tras la muerte de su marido en una extraña explosión, Amparo (Marian Álvarez) comienza a buscar respuestas con la única ayuda de Richi (Fernando Valdivielso), un guardia de seguridad, ex policía y alcohólico. Mientras, los asesinatos se suceden siempre con un mismo patrón: junto al cuerpo quemado de las víctimas aparece un muñeco de Curro, la icónica mascota de la Expo'92 de Sevilla.

En palabras de Álex de la Iglesia, es un thriller que mezcla suspense e intriga política y “que nos retrotrae a un momento clave de la historia reciente de nuestro país que muchos guardamos en la memoria”. Netflix ha lanzado ya las primeras imágenes dela serie.

 


Imagen capitular de '1992', la nueva serie de Álex de la Iglesia Netflix

 


Imagen capitular de '1992', la nueva serie de Álex de la Iglesia Netflix

 


Imagen capitular de '1992', la nueva serie de Álex de la Iglesia Netflix

 


Imagen capitular de '1992', la nueva serie de Álex de la Iglesia Netflix

 


Imagen capitular de '1992', la nueva serie de Álex de la Iglesia Netflix

 


Imagen capitular de '1992', la nueva serie de Álex de la Iglesia Netflix

 

 

Imagen capitular de '1992', la nueva serie de Álex de la Iglesia Netflix

 

 

Imagen capitular de '1992', la nueva serie de Álex de la Iglesia Netflix

 

 

TODA LA INFORMACIÓN LO HE

ENCONTRADO EN UN ARTÍCULO 

DE VERTELE



  
 
 




 
 
  Pirata Oscar    

Adiós a Cepsa: así se transforma la histórica empresa que cambia de nombre

 


Jon Nazca REUTERS

 

 

 ECONOMÍA

 

Adiós a Cepsa: así se transforma la histórica empresa que cambia

de nombre

 

La Compañía Española de Petróleos, conocida como Cepsa, anunció el pasado miércoles que cambiará de nombre a Moeve. El objetivo principal de este cambio es convertirse en referente de la transición energética europea, dentro de la estrategia Positive Motion, en su compromiso con la sostenibilidad.

El anuncio de este cambio se ha dado en un evento en Madrid por parte del CEO de la compañía, Maarten Wetselaar. “Hoy es un día histórico para la familia de más de 11.000 profesionales que integran la compañía, pero también para nuestros clientes, socios, proveedores y resto de grupos de interés, a los que queremos aportar un impacto positivo”, ha señalado.

 

Un mismo nombre durante 95 años

El nombre de Cepsa ha sido utilizado durante 95 años, a partir de las siglas Compañía Española de Petróleos, creada en 1929. Este cambio se ha ejemplificado con el cambio de la vestimenta, donde el directivo se quitó la americana con el antiguo logo y apareció con una sudadera celeste con el nuevo color corporativo. También, se ha presentado un anuncio televisivo en el que se ‘despiden’ de los dinosaurios.

El CEO ha destacado que Moeve es el nombre que represente el cambio hacia la sostenibilidad. “Moeve nos permite afrontar el futuro con más certeza y confianza, manteniendo un claro compromiso con nuestros clientes: ampliar la oferta de soluciones energéticas sostenibles y asequibles, facilitando su descarbonización, y así avanzar juntos en la nueva transición energética para lograr un mundo mejor”, ha apuntado.

 

Hasta 8.000 millones de euros de inversión

El cambio tiene como premisa acelerar la descarbonización con una inversión de hasta 8.000 millones de euros, de los cuales más de la mitad se destinará a negocios sostenibles, como producción de hidrógeno verde, biocombustibles de segunda generación y productos químicos sostenibles, entre otros.

Este desarrollo será el mayor complejo de biocombustibles 2G del sur de Europa, ubicado en Palos de la Frontera (Huelva), con una capacidad de producción de un millón de toneladas de combustible para aviación y diésel renovable. Esta compañía está transformando su cartera de productos químicos hacia soluciones cada vez más sostenibles, con la producción y comercialización LAB o la construcción de una planta de alcohol isopropílico (IPA).

 

Cepsa se transforma en Moeve 

- Spot - 100''

 

 

TODA LA INFORMACIÓN LO HE 

ENCONTRADO EN LA PÁGINA 

OFICIAL DEL PERIÓDICO AS 

Y VIDEO DEL CANAL OFICIAL

DE MOEVE EN YOUTUBE


 
 
 
 
 
 

 
 

   

 
 
 
 


   Pirata Oscar