¿Sigue Netflix empeñada en tomar por asalto las salas de cine? ¿Volveremos a ver a Ted Sarandos y su plataforma financiando títulos tan arriesgados como El irlandés, de Scorsese, con la intención de arrasar en los Oscar? ¿Seguirá haciendo hueco en su catálogo a proyectos como Los Mitchell contra las máquinas o El juicio de los 7 de Chicago, que las majors no quisieron lanzar en pantalla grande?
Un reportaje publicado por Bloomberg apunta a un cambio radical de dirección en la división cinematográfica de Netflix. Un cambio que podría traer cola, y que se resume con la expresión "menos es más".
La nueva estrategia de Netflix
Tanto Sarandos como su directora de contenidos, Bela Bajaria, y Dan Lin, el antiguo ejecutivo de Warner que se ha puesto al frente de su división de cine, quieren hacer frente a dos estereotipos asociados a sus largometrajes. El primero: que estos no son, por decirlo piadosamente, de una calidad extraordinaria. Y el segundo, que no funcionan bien comercialmente fuera de su ecosistema.
Fuentes citadas por Bloomberg aseguran que Dan Lin, productor de filmes como La Lego película, aspira a ser más selectivo al dar luz verde a nuevas películas. De esta manera, el futuro de Netflix pasa por hacer menos películas que hasta ahora, ajustar más los presupuestos y no volverse loca a la hora de fichar grandes estrellas.
Pese a esto, el ritmo de producción seguirá siendo intensivo: hablamos de entre 25 y 30 películas al año, lo que equivale a un estreno cada quince días. Los presupuestos, eso sí, aspirarán a quedar por debajo de 100 millones de dólares por título. Asimismo, Lin ha creado oficinas dedicadas a géneros concretos, como el young adult, la ciencia ficción o las películas 'basadas en la fe'.
Asimismo, Netflix aspira a recortar salarios para evitar que sus producciones se conviertan en pozos sin fondo. Por ejemplo, aunque Alerta roja se convirtiera en la película más vista de la plataforma en 2021, tuvo que rendir cuentas por un presupuesto astronómico, con Ryan Reynolds, Dwayne Johnson y Gal Gadot embolsándose 80 millones de dólares por cabeza.
Así, fichajes como el de Cameron Diaz, que se llevó 45 millones de dólares a cambio de abandonar su retiro y protagonizar De vuelta a la acción, se volverán casi imposibles bajo este nuevo estado de cosas. ¿Se cumplirán los planes de Netflix en cuanto a la calidad de sus películas? Imposible saberlo de momento, pero al menos las cuentas de la plataforma tendrán un necesario respiro.
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