Ridley Scott cumplirá el próximo 30 de noviembre 87 años y no sabemos si felicitarle por el buen puñado de títulos memorables que nos ha brindado en su filmografía o por la incombustible energía y vitalidad con la que sigue afrontando nuevos proyectos de envergadura. Por ejemplo, ya a la vuelta de la esquina tenemos Gladiator II que se estrena en España, entre otros países, el 15 de noviembre.
El reencuentro que nos depara en la arena del coliseo romano contará esta vez con Paul Mescal, Denzel Washington y Pedro Pascal como grandes estrellas del reparto, y pese al esfuerzo titánico de producción y de la labor de Scott para estar a la altura de la película de hace ya casi dos décadas y media con Russell Crowe, el cineasta británico, inasequible al desaliento incluso con el reciente pinchazo comercial de la mastodóntica Napoleón, no para y tiene en mente media docena más de proyectos por hacer, entre películas y series, más un séptimo que ya ha realizado.
Gladiator III. Algo muy gordo, en taquilla, debería pasar para que sus historias en la Antigua Roma no prosiguieran. "He escrito ya ocho páginas del guion. Tengo claro el principio y tira de un hilo muy interesante", aseguró a Total Film en relación a una tercera entrega de su colosal péplum.
Una más de... Alien. No iba a conformarse con Alien: Romulus con Fede Álvarez logrando una digna secuela de la saga. Scott tiene una asignatura pendiente, y sería completar la trilogía que empezó con Prometheus y prosiguió con Alien: Covenant, más centrada en el sintético David interpretado por Michael Fassbender que en los xenomorfos. Su intención la ha avanzado en The Hollywood Reporter.
Wraiths of the Broken Land. Ha dirigido películas de todos los colores y géneros, pero le falta uno. "Soy fanático de los westerns y todavía no he dirigido ninguno", explica también a The Hollywood Reporter. Y para él, los guionistas Drew Goddard (de Marte dirigida precisamente por Scott o La cabaña en el bosque) y S. Craig Zahler (director de Bone Tomahawk), podrían tener uno a su medida en la que un padre intenta rescatar a sus hijas de un burdel con la ayuda de sus dos otros hijos y unos forajidos.
You Should Be Dancing. Los hermanos Barry, Robin y Maurice lograron a finales de los 70 que media humanidad (o más) bailara al son de la música disco y sus baladas con Fiebre del sábado noche, y Scott está dispuesto a revivir la célebre banda con el biopic que, en un principio, estaba previsto que dirigiera Kenneth Branagh.
Queen & Country. Sería la adaptación de la serie de cómics de acción y espionaje creada por Greg Rucka y que tiene como protagonista a Tara Chace, agente del Servicio Secreto de Inteligencia Británico. Un proyecto en el que las negociaciones para que lo dirigiera (entonces para 20th Century Fox) empezaron hace seis años y parece que finalmente está ya atado como director.
Sinking Spring. No basta con el cine, también tiene tiempo para las series. Ya ha dirigido el episodio piloto de esta serie criminal de Apple TV+ sobre un grupo de delincuentes que se hacen pasar por miembros de la DEA. Cuando en una de sus fechorías entran a robar en una mansión, descubren el mayor escondrijo de narcóticos de la costa este de Estados Unidos. Consta de 8 episodios y el primero, el que ha dirigido, ha costado nada menos que 50 millones de dólares.
Roads to Freedom. Todavía en preproducción, la miniserie adapta los libros de Sir Antony Beevor que ofrecen varias historias sobre la Segunda Guerra Mundial con la intención de ofrecer una perspectiva distinta y única del conflicto. La producción le ha unido con Steven Knight, el creador de Peaky Blinders, y constaría de un total de diez episodios de los que es más que probable que dirija alguno.
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