La cifra de fallecidos, nunca confirmada, oscila entre los 126 y los 2.000, según las fuentes
Durante tres horas y 20 minutos, 31 toneladas de bombas destruyeron el 85% de los edificios de la villa foral vizcaína
"Guernica, la ciudad más antigua de los vascos y centro de su tradición cultural, fue destruida por completo ayer por la tarde en un ataque aéreo de la insurgencia". Así comenzaba George L. Steer la crónica publicada en The Times y The New York Times el 27 de abril de 1937, un relato sin el cual el horror de Gernika nunca se habría conocido.
85 años después, las bombas que destrozan Ucrania permiten imaginar el espanto vivido en la villa vizcaína que hoy conmemora el bombardeo, convertida en símbolo universal del espanto de la guerra.
¿Qué pasó aquel lunes de primavera en Gernika? Respondemos a ocho preguntas clave:
¿Qué ocurrió?
El lunes, 26 de abril de 1937 era día de mercado en la villa foral de Gernika. La localidad tenía por entonces unos 5.000 habitantes. A las cuatro de la tarde, tras una mañana en la que no dejaron de sonar las campanas por el paso de aviones, comenzó el bombardeo. Duró tres horas y 20 minutos.
La Legión Cóndor y la Aviazione Legionaria italiana en distintas oleadas sembraron la localidad vizcaína con 31 toneladas de bombas en la llamada 'Operación Rügen'.
El 85% de las edificaciones, 271 en total, quedaron totalmente destruidas. El resto resultó parcialmente afectado.
¿Cuánta gente murió?
La cifra de muertos varía en una horquilla de entre 126 fallecidos y 2.000. El Gobierno vasco dio una cantidad oficial de 1.645 muertos y 889 heridos. El hispanista Hugh Thomas situó la cifra de víctimas entre 100 y 1.600. Los datos más actuales apuntan entre 250 y 300 muertos.
La cifra real de fallecidos es difícil de saber ya que hasta 1940 no se retiraron los más de 60.000 m3 de escombros que quedaron en la ciudad.
¿Por qué Gernika?
El mando franquista consideraba Gernika un centro clave de comunicaciones para las tropas republicanas en su retirada hacia Bilbao. Su puente, que quedó intacto tras los bombardeos, fue uno de los supuestos objetivos.
Además, la localidad contaba con tres fábricas de armas, una de ellas de bombas de aviación. Pero las tres quedaron también intactas tras los ataques.
Algunos historiadores consideran que el único objetivo del ataque era destruir la ciudad -un "bombardeo en alfombra"- y convertirla en objeto de experimentación armamentística, por eso la Lufwaffe empleó novedosas bombas explosivas e incendiarias, causantes del gran fuego que arrasó la villa.
¿Cómo fueron los bombardeos?
Las primeras bombas que cayeron sobre Gernika, fueron bombas rompedoras de entre 50 y 250 kilos para destruir los edificios.
Después se lanzaron bombas incendiarias de entre 1 y 2 kilos, que provocaron un enorme fuego que tardó varios días en ser apagado.
Por último, los cazas de combate ametrallaron a las personas que trataban de huir corriendo.
¿Quién dio la orden?
Los historiadores discrepan sobre si Franco dio la orden del bombardeo -o en su nombre sus subordinados, los generales Emilio Mola y Jorge Vigón-, o fue iniciativa del ejército alemán.
La Legión Cóndor estaba comandada por Hugo Sperrle, bajo el Estado Mayor de Wolfran von Richthofeln.
¿Qué aviones se emplearon?
Los aviones despegaron desde aeródromos en Burgos, Soria y Vitoria. La Legión Cóndor aportó 28 bombardeos JU-52, Heinkel 111 y Dornier DO 17. Además, empleó 16 aviones caza: Heinkel HE 51 y Messerschmitt Bf 109.
Testigos del bombardeo y miembros del Gobierno vasco y de la sociedad vasca denunciaron al mundo la destrucción Gernika y la implicación del ejército alemán y franquista.
La Aviazione Legionaria italiana empleó tres bombardeos SM-79 y diez cazas CR-32.
¿Cómo conoció el mundo la destrucción de Gernika?
Testigos del bombardeo y miembros del Gobierno vasco y de la sociedad vasca denunciaron al mundo la destrucción Gernika y la implicación del ejército alemán y franquista.
Sin embargo, la participación de periodistas internacionales fue fundamental. Entre ellos, destaca George Lowther Steer, periodista surafricano del diario británico The Times y The New York Times, que tras visitar la localidad todavía humeante y hablar con testigos dio fe de lo ocurrido.
"La tragedia de Guernica. Ciudad destruida en un ataque aéreo. Relato de un testigo", se tituló su crónica de portada del 27 de abril, en la que relataba la presencia de restos de munición y bombas alemanas entre las ruinas.
El gobierno franquista desmintió la información, lo que obligó a Steer a defender ante sus propios editores la veracidad de su crónica: "los rojos" no habían causado la masacre, dijo.
Otros diarios como el Daily Workers, News Chronicle, Daily Telegraph o L'Humanité dieron repercusión a los bombardeos.
¿Y la obra de Picasso?
Pablo Ruiz Picasso no estuvo en Gernika. La inspiración de su majestuoso lienzo nació, precisamente, del relato periodístico hecho por George L. Steer.
Cuando residía en París, Picasso recibió en enero de 1937 (cuatro meses antes del bombardeo) el encargo del gobierno republicano para realizar un mural genérico sobre la guerra para la Exposición Universal de París, por el que recibiría 200.000 francos.
Picasso trabajó en bocetos que no le satisfacían hasta que tras el bombardeo e instado por poeta Juan Larrea, dio un giro a su obra para plasmar los horrores de Gernika.
En julio de 1937, el mural se presentó en el pabellón español de la Expo. Comenzaba un mito.
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OFICIAL DE Nius
Pirata Oscar
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