Inglaterra cerró la clasificación a octavos con un sólido 3-0 a Gales y dos goles de Rashford. Bale se despidió del Mundial.
Permiso para seguir soñando. Eso es lo que pareció decir Marcus Rashford, allá por el minuto 70, cuando recogió un balón inofensivo, guisó la jugada con esmero y regaló el primer puesto del grupo B a Inglaterra, que pasa a octavos de final con 7 puntos. Fue la culminación de un partido sólido de la selección de Gareth Southgate, que se olvidó del gris empate contra Estados Unidos y disolvió a Gales… y a Gareth Bale.
Pero ya desde el comienzo Southgate no se anduvo con chiquitas y volvió a confiar en la columna vertebral que le dio la victoria contra Irán y el empate contra Estados Unidos. Así pues, las únicas novedades de Inglaterra fueron Kyle Walker y Henderson, para cerrar filas atrás; y Foden y Rashford para agitar el ataque. Y el plan funcionó, aunque hubo que esperar 50 minutos para comprobarlo. Antes, Kane, que sigue sin marcar en este Mundial, se preocupó de surtir balones a Rashford.
Pero el velocísimo extremo del United no carburaba al principio, así que pecó de ingenuo y disparó al muñeco en respuesta a una salida igual de veloz de Ward, guardameta titular de Gales en esta ocasión por la tarjeta roja vista por Hennessey contra Irán. Y a falta de grandes ocasiones, Kane seguía entreteniéndose insistiendo y asistiendo a sus colegas de ataque sin mayor éxito que alguna incursión genuina de Maguire, otra vez titular con Stones como pareja.
Aunque el protagonismo esta vez se lo quería llevar Rashford, que trató de embocar al estilo ‘Richarlison’ pasados los primeros 40 minutos de juego, camino del descanso y con el prometedor Neco Williams sustituido por un mareo. Esa fue la mayor noticia para una Gales excesivamente tímida en ataque, que no encontró a Bale y que solo disfrutó de una ocasión en las botas de Joe Allen antes de la pausa. Pero el balón se marchó alto, Bale se fue al banquillo en la segunda mitad y Rashford descorchó el champagne (con 0′0 de alcohol) con un tirazo de falta.
Solo era un gol, era el 1-0, pero fue suficiente para empezar la fiesta inglesa, que se desató con el segundo de Foden, tan solo unos pocos segundos después del primero de Rashford y a pase de Kane, que muy inteligentemente esperó al fallo en la salida de la defensa galesa y dio su tercera asistencia en este Mundial. Entonces, a falta de Bale, Moore replicó con un tiro lejano, se envenenó y obligó a Pickford (hasta ese momento sin apenas trabajo) a rectificar en el área. Un momento para rotar, pensó Southgate, que sentó a Walker, Rice y Kane… pero todavía quedaba ese 3-0 de Rashford, ese gol en el que sólo creyó él y que dejó fuera del Mundial a Gales y de Bale para mayor alegría de los ingleses.
Cambios
Connor Roberts (35', Neco Williams), Brennan Johnson (45', Gareth Bale), Trent Alexander-Arnold (56', Kyle Walker), Callum Wilson (56', Harry Kane), Kalvin Phillips (57', Declan Rice), Joe Morrell (58', Ben Davies), Kieran Trippier (64', Luke Shaw), Jack Grealish (75', Marcus Rashford), Harry Wilson (76', Dan James), Rubin Colwill (80', Joe Allen)
Goles
0-1, 49': Rashford, 0-2, 50': Foden, 0-3, 67': Rashford
Tarjetas
Arbitro: Slavko Vincic
Arbitro VAR: Marco Fritz, Paolo Valeri
Daniel James (28',Amarilla) Ramsey (60',Amarilla)
Capitán América Pulisic, al rescate
Un gol de la estrella del Chelsea clasifica a Estados Unidos a octavos de final y condena a Irán, que regaló la primera parte. Espera Países Bajos.
Menos mal que de política no vive el fútbol. El Irán-Estados Unidos se había anunciado como un duelo marcado por la tensión política entre ambos países, pero la única tensión que hubo en el estadio Al Thumama fue la que se vivió en los últimos minutos del partido, cuando un gol a favor de cualquiera de los dos equipos mandaba al rival a casa, pero en contra obligaba al que encajara a hacer las maletas. Finalmente, fue Estados Unidos, gracias a un gol de Pulisic en la primera parte, la que supo aguantar un resultado que la clasifica a octavos de final del Mundial, donde le espera Países Bajos.
Mientras no llegaran noticias del otro partido, Irán no tenía ningún interés en que saliera notificación alguna del suyo. El empate en ambos encuentros la clasificaba a octavos y salió a especular desde el primer minuto. Regaló el balón a Estados Unidos y se dedicó a defender en bloque bajo, una situación que no le resulta nada incómoda al equipo de Queiroz, que hace años se graduó en la escuela de la tacañería. Irán dejó a Pulisic serpentear entre líneas y a McKennie mover la pelota de lado a lado con la esperanza de que la selección norteamericana confirmase que es tal y como se había visto en los primeros dos encuentros: un equipo con talento para mover el balón pero al que le falta colmillo para morder al rival.
Musah tuvo la primera oportunidad desde fuera del área y Pulisic, de cabeza, la segunda. Ninguna puso en aprietos a Beiranvand, recuperado después de lesionarse ante Inglaterra. Al cuarto de hora, Irán estaba embotellada en su área. Tampoco le importaba. El dominio de EE UU no se materializaba en ocasiones claras. Weah estuvo cerca de abrir el marcador, pero decidió mal y cabeceó flojo un balón que pudo bajar para fusilar al meta iraní, que apenas tuvo que hacer esfuerzos para blocar el balón. Unos minutos después el hijo del primer Balón de Oro africano fue más contundente, pero su derechazo se marchó medio metro arriba de la portería.
La brecha
EE UU encontró un camino por el que hacer daño en la derecha, donde las incursiones de Dest cada vez eran más frecuentes. Para parar la hemorragia, Queiroz ordenó a Taremi incrustarse en la línea de centrocampistas y seguir al lateral. No dio resultado. Los delanteros lo son por algo. La única acepción que conocen de la palabra marcar es la de hacer un gol. Para ellos, lo de marcar al hombre es un invento de la RAE. Aprovechando la situación, McKennie vio como Dest le cogía la espalda a su nuevo follower y le puso un balón bombeado a la espalda de la defensa que el ex del Barça cabeceó hacia el centro del área para que Pulisic, el Capitán América, empujara el la pelota al fondo de la red. Ya en el descuento de la primera parte Weah batió a Beiravand, pero el 2-0 no subió al marcador gracias al asistente de Mateu Lahoz, que demostró tener una supervisión al señalar un fuera de juego milimétrico sin que hiciera falta la entrada de la tecnología.
La segunda parte empezó con novedades en el duelo británico. Un gol de Rashford y otro de Foden en cinco minutos daban alas a Irán, que se aseguraba el pase si lograba empatar el encuentro. Obligado a buscar el gol, Queiroz movió ficha y sacó del campo a un Azmoun inédito por un Ghoddos que en diez minutos rozó dos veces el gol, pero sus remates se fueron desviados por poco. Por su parte, Berhalter tuvo que sustituir a Pulisic, que salió dolorido de la jugada del gol tras chocar con Beiranvand. Con más pasión que fútbol, Irán se fue en busca del empate, pero EE UU, la selección más joven del torneo, demostró unos nervios de acero impropios de su juventud y supo aguantar un resultado que la mete en octavos y manda a Irán a casa.
Cambios
B. Aaronson (45', C. Pulišić), S. Ghoddos (45', S. Azmoun), A. Karimi (47', Milad Mohammadi), Kellyn Acosta (64', W. Mckennie), M. Torabi (70', A. Nourollahi), A. Jalali (71', E. Hajsafi), H. Wright (76', J. Sargent), K. Ansarifard (76', A. Gholizadeh), S. Moore (81', S. Dest), W. Zimmerman (81', T. Weah)
Goles
0-1, 37': Christian Pulisic
Tarjetas
Arbitro: Antonio Miguel Mateu Lahoz
Arbitro VAR: Juan Martínez Munuera, Ricardo de Burgos Bengoetxea
Tyler Adams (42',Amarilla) Majid Hosseini (76',Amarilla) Hossein Kanaani (82',Amarilla) A. Jalali (95',Amarilla)
Un (muy) pequeño respiro
Países Bajos pasa como primera sin grandes sensaciones. Gakpo vuelve a marcar y ya suma 3 goles. Qatar se despide de su Mundial siendo la decepción del torneo.
Con un pie y medio en octavos y ante la peor selección del Mundial, Van Gaal volvió a cambiar el once. Sigue buscándole un compañero a Frenkie de Jong y esta vez optó por Marten de Roon, la opción más defensiva de todas las disponibles. Con él y Klaassen hay más mediocentros, pero menos juego en el centro del campo. Ninguno fue un gran apoyo con balón para Frenkie en lo que continúa siendo el mayor problema de este equipo.
Algo que sí corrigieron fue el juego por bandas y la generación de ocasiones. Van Gaal señaló que lo primero era algo a mejorar y se vieron a un Blind y a un Dumfries más activos, aunque al jugador del Inter sigue lejos del mejor nivel que se le recuerda. En ataque es cierto que brilla más llegando que estando, por lo que los rivales pequeños no le vienen bien. Qatar, sin los nervios mostrados en los dos primeros partidos, entró mucho por la banda izquierda. No solo era culpa de Dumfries, que también, pero Timber estuvo algo perdido y desconcentrado en los duelos directos. Una imagen que no sorprende teniendo en cuenta sus discretos partidos con el Ajax antes del Mundial. Al menos esta vez tuvieron a Memphis como referencia ofensiva. Al azulgrana le gusta ofrecerse constantemente, especialmente recibiendo de espaldas y ordenando desde ahí, pero también al espacio. No estuvo acertado, pero facilita que el sistema no se atasque.
Quien volvió a marcar fue Gakpo. El que es, ya, una de las estrellas del Mundial, dibujó una pared con Klaassen para relajar el tenso empate a cero. Frenkie de Jong, adelantándose a dos defensas que iban a despejar, aprovechó un mal remate de Memphis para ampliar el marcador hasta el 2-0. Berghuis y Janssen quisieron hacer más sangre, pero el VAR vio un control con la mano de Gakpo al inicio de la jugada. A partir de ahí, la Oranje rebajó la intensidad (excepto un disparo a la cruceta de Berghuis en el descuento) como si no importaran las sensaciones con las que llegar a la fase eliminatoria. Al fin y al cabo, miran la clasificación y se ven primeros con siete puntos.
Hubo minutos para cinco suplentes, pero ninguno fue Xavi Simons. El joven talento de 19 años aún espera su debut con la Absoluta. Todos cambiamos. Van Gaal también.
Cambios
Ali Asad (63', Hassan Al Haydos), Mohammed Muntari (63', Almoez Ali), Karim Boudiaf (63', Assim Madibo), Vincent Janssen (65', Memphis Depay), Steven Berghuis (65', Davy Klaassen), Wout Weghorst (81', Cody Gakpo), Teun Koopmeiners (82', Marten de Roon), Musaab Khidir (84', Ismaeel Mohammad), Ahmed Alaa (84', Abdulaziz Hatem), Kenneth Taylor (85', Frenkie de Jong)
Goles
1-0, 25': Gakpo, 2-0, 48': Frenkie De Jong
Tarjetas
Arbitro: Bakary Gassama
Arbitro VAR: Rédouane Jiyed, Adil Zourak
Aké (51',Amarilla)
Koulibaly impone su ley
El central del Chelsea le da el pase a octavos al campeón de África tras firmar el gol del triunfo ante Ecuador y liderar la resistencia en los últimos minutos.
Senegal volverá a una fase final de un Mundial 20 años después. El campeón de África llegaba sin red a la última jornada de la fase de grupos y consiguió imponerse a una selección de Ecuador atenazada por los nervios durante gran parte del encuentro. Se impuso la mayor experiencia de los Leones de Teranga y los galones de un Koulibaly que acabó siendo decisivo en las dos áreas para lograr el billete a octavos.
A uno de los dos equipos solo le servía la victoria y eso se notó desde el primer minuto. Senegal dejó atrás las dudas con las que afrontó el partido ante Qatar tras la derrota de la primera jornada y se fue a por la defensa de Ecuador sin miramientos. No le está sobrando nada a la hora de elaborar al conjunto africano, pero tampoco lo necesitó dada la debilidad que mostró la ‘Tri’ en su última línea.
Ambos costados fueron una autopista en la que Estupiñán y, sobre todo, Preciado, ni se molestaban en pedir un céntimo de peaje. Por ahí castigaron durante toda la primera parte Ndiaye y Sarr. Gana Gueye tuvo el primero nada más empezar, pero su disparo se fue desviado por poco. Igual que el de Dia, que cruzó en exceso. Todo antes del minuto 10. Sin noticias de Ecuador en campo rival, el marcador se rompió justo antes del descanso. El enésimo error de Preciado dio pie a una internada en el área de Sarr, que estuvo hábil para tocar el balón antes de ser atropellado por un ingenuo Hincapié. El propio atacante del Watford transformó el penalti para poner la pelota en el tejado ecuatoriano.
Lo que el balón parado te da...
Alfaro recogió el guante y fue el primero en querer transmitirle a los suyos la necesidad de asumir un paso al frente. Retiró a unos irrelevantes Franco y Gruezo para modificar el dibujo, dar entrada a Cifuentes y tratar de prender el ataque con Sarmiento. El joven extremo del Brighton supuso un soplo de aire fresco y su presencia hizo recular a Senegal.
Las piernas también temblaron en el combinado africano, que empezó a cometer errores. Uno de ellos, un mal despeje de Dia que terminó en saque de esquina, le abrió la puerta a Ecuador para el empate. Torres se impuso en el área y Caicedo, solo en el segundo palo, empujó para el empate.
Poco duró la alegría para el equipo sudamericano, que tres minutos después volvía a encajar. Valencia demostró que se maneja infinitamente mejor en el área contraria que en la propia a la salida de una falta lateral, dejando un balón muerto que Koulibaly mandó al fondo de la red. El imperial central del Chelsea se agigantó en los minutos finales, dominando el tráfico aéreo ante los continuos balones colgados a la desesperada por un Ecuador que se quedó a las puertas.
Cambios
J. Sarmiento (45', A. Franco), J. Cifuentes (45', C. Gruezo), D. Reasco (63', M. Estrada), N. Mendy (74', P. Ciss), A. Dieng (74', I. Ndiaye), J. Porozo (84', Angelo Preciado), P. Cissé (94', B. Dia)
Goles
0-1, 43': Ismaila Sarr, 1-1, 66': Moisés Caicedo, 1-2, 69': Koulibaly
Tarjetas
Arbitro: Clément Turpin
Arbitro VAR: Jerome Brisard, Benoît Millot
Idrissa Gueye (65',Amarilla)
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