Se han registrado casos con mareos súbitos, afonías, taquicardias y estornudos, pero, por norma general, los síntomas son similares en todas las variantes.
Desde la detección de los primeros casos de coronavirus a finales de 2019 y principios de 2020, la investigación acerca de la enfermedad ha ido revelando cada poco tiempo cómo el virus ha ido mutando y adoptando diferentes características en función de sus variantes.
Las últimas que han surgido son:, BQ.1, apodada Tifón, BQ.1.1 conocida como “perro del infierno”; la variante denominada “Tritón” BA.5.2 y “Pesadilla”, la XBB. Estas nuevas variantes no parecen presentar síntomas muy diferentes a las de sus predecesoras, por el momento. A excepción de los casos registrados durante el verano de la variante BA.5 con mareos súbitos o los pacientes con diagnóstico de variante BQ.1 con afonía, taquicardia y estornudos.
Los síntomas más comunes en cualquiera de las variantes son:
- Tos
- Fiebre
- Dificultad para respirar
- Dolor muscular y/o de cabeza
- Fatiga
- Náuseas o vómitos
- Diarrea
- Dolor de garganta
- Congestión nasal
- Pérdida del gusto y/o del olfato
¿Cómo diferenciar la COVID-19 de la gripe?
La llegada del invierno y del frío es sinónimo de la llegada del virus de la gripe. Ahora que las dos enfermedades coexisten habrá quien muestre dificultades para distinguir cuál de las dos está sufriendo.
Los síntomas en ambos casos son bastante similares y la principal diferencia reside en qué virus las provoca: en el caso de la COVID-19, el coronavirus llamado SARS-CoV-2, mientras que la gripe la causa el virus de la influenza.
Hay algunas pruebas de diagnóstico PCR que diferencian entre gripe y coronavirus, pero no todas. Por lo que, en caso de duda, desde la agencia estadounidense de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) recomiendan acudir a un centro de atención médica.
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