martes, 7 de mayo de 2024

Shanidar Z, la mujer neandertal que vivió hace 75.000 años en el Kurdistán iraquí



Recreación artística de Shanidar Z, la mujer neandertal que murió hace 75.000 en una cueva de los montes Zagros, en el Kurdistán iraquí. Netflix

 

 

 Los últimos neandertales

 

El minucioso y complejo trabajo de reconstrucción del cráneo de una mujer neandertal descubierto en una cueva del Kurdistán iraquí es el protagonista de un nuevo documental de Netflix. “Secretos de los neandertales” gira en torno a los misterios que rodean a esta especie humana extinta, y lo que el registro fósil nos cuenta acerca de su vida y su desaparición.

 

En 2018, un equipo de arqueólogos liderado por la Universidad de Cambridge descubrió los restos de una hembra de neandertal durante unas excavaciones que estaba llevando a cabo en el interior de una cueva en el Kurdistán iraquí. La cueva Shanidar ya se había hecho famosa a finales de la década de 1950, cuando unos trabajos arqueológicos sacaron a la luz los restos óseos de varios neandertales que habían sido enterrados allí.

Ahora, un nuevo documental que acaba de estrenarse en la plataforma Netflix permite contemplar el rostro de aquella mujer que vivió hace 75.000 años y  cuyo cráneo aplanado fue descubierto y reconstruido, como si de un puzle se tratara, a partir de cientos de fragmentos óseos.

El documental Secretos de los neandertales, que ha sido producido por BBC Studios Science Unit, sigue en su periplo al equipo de arqueólogos de las universidades de Cambridge y Liverpool mientras regresan a la cueva Shanidar, en los montes Zagros, para continuar con las excavaciones.

 

No tan diferentes a nosotros

Pero ¿qué aspecto tenían los neandertales? ¿tan distintos eran a nosotros? Emma Pomeroy, paleoantropóloga del departamento de Arqueología de de la Universidad de Cambridge, lo ha detallado de este modo:

"Los cráneos de los neandertales y los humanos tienen un aspecto muy diferente. Los cráneos de los neandertales tienen enormes arcos superciliares y carecen de mentón, con una parte media de la cara proyectada que resulta en narices más prominentes. Pero la cara recreada sugiere que esas diferencias no eran tan marcadas en la vida. Quizá sea más fácil ver cómo se produjo el mestizaje entre nuestra especie, hasta el punto de que casi todos los humanos vivos en la actualidad todavía tienen ADN neandertal”.

"Los cráneos de los neandertales y los humanos tienen un aspecto muy diferente. Los cráneos de los neandertales tienen enormes arcos superciliares y carecen de mentón, con una parte media de la cara proyectada que resulta en narices más prominentes. Pero la cara recreada sugiere que esas diferencias no eran tan marcadas en la vida. Quizá sea más fácil ver cómo se produjo el mestizaje entre nuestra especie, hasta el punto de que casi todos los humanos vivos en la actualidad todavía tienen ADN neandertal”.

 

Los cráneos de los neandertales tenían enormes arcos superciliares, carecían de mentón y poseían una prominente nariz.

 

La paleoantropóloga Emma Pomeroy posando con el cráneo de Shanidar Z antes de la recreación facial.

 

La paleoantropóloga Emma Pomeroy posando con el cráneo de Shanidar Z antes de la recreación facial.

Universidad de Cambridge
 

Se cree que los neandertales se extinguieron hace unos 40.000 años, por lo que descubrir nuevos restos fósiles no es tarea fácil. De hecho, los de Shanidar son los primeros que se encuentran en esta cueva en más de cincuenta años, y, según los investigadores, tal vez sean los mejor conservados de todos los que se han descubierto durante este siglo.

Estos restos óseos, que podrían pertenecer a la parte superior de un individuo de sexo femenino descubierto en 1960, han sido bautizados por los investigadores como Shanidar Z. Como se ha apuntado más arriba, el cráneo de esta mujer había resultado aplastado, posiblemente por un desprendimiento de rocas que tuvo lugar poco después de su muerte. Así, cuando los arqueólogos lo descubrieron, el cráneo ya se había aplanado hasta alcanzar unos dos centímetros de grosor.

 

Un complejo proceso de conservación 

El rescate de los restos de esta mujer neandertal del interior de la cueva de Shanidar fue un proceso complejo y delicado. Para reforzar los huesos y el sedimento que había alrededor se utilizó un consolidante de consistencia parecida al pegamento y posteriormente los arqueólogos procedieron a extraerlos de la cueva en docenas de pequeños bloques envueltos en papel de aluminio.

Una vez en en el laboratorio de la Universidad de Cambridge, los investigadores escanearon cada uno de los bloques para poder, de este modo, extraer los huesos de su interior de una forma segura. "Fue como un rompecabezas 3D de alto riesgo. Un solo bloque necesitaba unos 15 días para ser procesado", ha explicado sobre el delicado proceso la antropóloga Emma Pomeroy.

 

El rescate de los restos de la mujer neandertal del interior de la cueva fue un proceso complejo y delicado.

 

Emma Pomeroy posa junto a la recreación de Shanidar Z, una mujer neandertal que vivió hace 75.000 años en el Kurdistán iraquí.


Emma Pomeroy posa junto a la recreación de Shanidar Z, una mujer neandertal que vivió hace 75.000 años en el Kurdistán iraquí.

Universidad de Cambridge

 

El cráneo de Shanidar Z fue escaneado e impreso en 3D para que los paleoartistas Adrie y Alfons Kennis reconstruyeran con todo detalle el rostro de una mujer de quizás unos cuarenta años (que en aquella época ya habría sido considerada anciana), y de alrededor de un metro y medio de alto. Debido a la ausencia de huesos pélvicos, el equipo tuvo que secuenciar las proteínas del esmalte dental para determinar el sexo y la edad, analizando los niveles de desgaste de los dientes que, en el caso de algunos frontales, llegaba hasta la raíz.

 

El Cuidado de sus enfermos

Los investigadores creen que aquella cueva pudo ser un lugar especial para los miembros de la comunidad, ya que allí enterraban a sus muertos hace 75.000 años. De hecho, en uno de los cuerpos descubiertos en 1960 por el arqueólogo Ralph Solecki se hallaron restos de polen, lo que confirmaría que en el momento del entierro se celebraba algún tipo de rito funerario.

Otra revelación sorprendente fue el hallazgo de los restos de un individuo que, pese a tener un brazo paralizado, sordera y un traumatismo craneoencefálico que le produjo ceguera, había vivido más tiempo del que sería de esperar gracias a los cuidados que le procuraron los miembros de su grupo.

 

Los investigadores creen que aquella cueva pudo ser un lugar especial en el que los miembros de la comunidad enterraban a sus muertos hace 75.000 años.

 

Para recrear el rostro de Shanidar Z se tuvo que hacer un laborioso trabajo de reconstrucción de su cráneo, que estaba totalmente aplastado.

 

Para recrear el rostro de Shanidar Z se tuvo que hacer un laborioso trabajo de reconstrucción de su cráneo, que estaba totalmente aplastado.

Universidad de Cambridge
 

"Los neandertales han tenido mala prensa desde que se encontraron los primeros restos de esta especie hace más de 150 años. Pero nuestros descubrimientos muestran que en Shanidar podían estar pensando en la muerte y sus consecuencias de maneras no muy diferentes de las que tienen sus primos evolutivos más cercanos: nosotros mismos", concluye el director de las excavaciones, el arqueólogo Graeme Barker.

 

TODA LA INFORMACIÓN LO HE 

ENCONTRADO EN LA PÁGINA 

OFICIAL DE NATIONAL GEOGRAPHIC


 




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